Por Audrey Gillan
Desde
Boca Ratón
El temor por el ántrax
sólo aumenta: ayer se conoció que una tercera persona está
expuesta. Los investigadores que tratan de descubrir el origen
del ántrax que mató a un editor de fotografía de
un diario de Florida creen que coincide con una cepa producida en un laboratorio
estadounidense en los 50. Los agentes del FBI piensan que podrían
haber hallado características singulares y propias
de un bacilo de ántrax cultivado en Iowa. Mientras tanto, Estados
Unidos solicitó a todas sus sedes diplomáticas en el extranjero
que acopien el antibiótico que se utiliza contra el ántrax.
Otra persona, de la misma cadena de diarios, dio positivo
en las pruebas a las que fue sometida, según indicó ayer
en West Palm Beach, Guy Lewis, de la fiscalía estadounidense. El
nombre de esa persona no fue divulgado, a petición propia, añadió
Lewis, en conferencia de prensa en West Palm Beach.
Si la bacteria es de Iowa, esto significaría que la cepa fue producida
por intervención humana y el caso se convertiría en una
investigación criminal. Las fuentes todavía no identificaron
el laboratorio de Iowa y no saben si aún funciona. Los investigadores
han estado buscando la procedencia del ántrax desde que, la semana
pasada, Bob Stevens murió, pero no han encontrado ninguna conexión
al vincular la infección de ántrax con alguna otra amenaza
terrorista conocida. Con el fin de chequear las posibilidades de conexión
con los terroristas que atacaron las Torres Gemelas y el Pentágono,
el FBI testeó los lugares de Florida donde se supo que estuvieron
Mohamed Atta y otros sospechosos de haber participado en los secuestros
aéreos antes del 11 de setiembre, incluyendo sus departamentos,
a pocos kilómetros de distancia de las oficinas de la editora.
También chequearon los rastros que los secuestradores dejaron en
los aeropuertos internacionales de Boston y Dulles; sin embargo, las fuentes
dijeron que no habían encontrado ántrax. Sin embargo, confirmaron
que dos de los secuestradores estaban suscriptos a algunos de los tabloides
sensacionalistas de la empresa donde se dieron los casos de ántrax.
Una fuente de la investigación le dijo al Miami Herald: No
estamos seguros todavía de qué puede ser esto. Puede que
no signifique absolutamente nada.
Stevens era un editor de fotografía en Sun, una publicación
que se repartía en los supermercados propiedad de American Media
(AMI), que también edita The National Enquire, Globe y otros diarios.
A un trabajador de la sección de correo de AMI, el examen de sus
fosas nasales confirmó que había inhalado ántrax
pero que no contrajo la enfermedad. Las investigaciones que se hicieron
en el edificio donde él trabaja encontraron una espora de ántrax
en el teclado de su computadora. Ayer, las instalaciones de AMI en Boca
Ratón quedaron cerradas para el público mientras un grupo
de agentes especializados en manipular materiales peligrosos, vestidos
con trajes especiales para protegerse, con visores y equipos de respiración
especiales, lo registraban. Entretanto, no ha habido ningún otro
brote de ántrax ni nadie ha tenido un diagnóstico positivo.
Sin embargo, Jeffrey Koplan, director de los centros de Estados Unidos
para el control y la prevención de enfermedades, dijo que no puede
descartarse que aparezcan otros casos: Hay gente en la misma empresa
que tuvo síntomas de una u otra clase. Los resultados de
las muestras nasales no se conocerán hasta dentro de uno o dos
días y la incertidumbre está haciendo crecer el pánico
entre los empleados de los diarios de la empresa.
Ayer, fueron evacuados los empleados de un edificio de Cincinnati después
de informar que habían encontrado un sobre que había
pasado por las manos de muchos con una sustancia sospechosa. Los
socorristas desalojaron del edificio a una mujer, la fregaron en un gran
tubo negroantes de desvestirla, la envolvieron en plástico y la
llevaron al hospital para seguir desinfectándola y mantenerla en
observación. Otra alarma estalló en un banco de Naples,
en Florida, donde se aplicó un tratamiento de descontaminación
a 75 personas pero la temida sustancia que se denunció resultó
ser talco.
Mientras tanto, la farmacéutica alemana Bayer AG dijo que incrementó
al producción de su antibiótico Cipro, el que se utilizó
para los tratamientos contra el ántrax. Todo invita a creer que
las ventas seguirán subiendo. El vocero del departamento de Estado
Richard Boucher informó que pidió a las sedes diplomáticas
estadounidenses que procuraran ese antibiótico la ciprofloxacina
y que acopiaran una reserva equivalente a tres días de tratamiento
para su personal.
Traducción: Verónica Gago
Guía práctica
de bioterror
La bacteria de ántrax podría encontrarse en la tierra
del jardín, en los desperdicios de un matadero sin vigilancia,
o ser suministrada por un amigo descuidado que trabaja en un laboratorio
patológico. ¿Qué haría alguien para
transformar a la bacteria en un arma de la lucha terrorista? Trataría
de desarrollarla en un medio nutriente que sea caldo de cultivo
sólo para el ántrax, o de dividir los microbios en
desarrollo en grupos cada vez más pequeños hasta constituir
una colonia enteramente de ántrax. Esas operaciones requieren
de habilidades, conocimiento y un equipo decente de laboratorio.
Luego, el potencial terrorista pondría los microbios en un
recipiente de metal largo y limpio lleno de su comida favorita y
hacerlos crecer. En teoría, la bacteria se multiplica por
dos cada 20 minutos: en unos días una colonia adquiriría
la masa de un pequeño planeta. En la práctica, lo
más probable es que sucumban, compitiendo por la comida o
envenenándose los unos a los otros rápidamente. Cuando
el terrorista ya tiene ántrax suficiente para trabajar, si
es inteligente les retiraría todo el alimento. Al sentir
el peligro de hambre, los bacilos podrían esporular, envolverse
en una especie de manta natural para sobrevivir y volverse inertes.
A ese punto el terrorista estaría en condiciones de derramar
una cucharada de ese contenido dentro de un sobre con estampilla
y dirección y esperar lo mejor.
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EE.UU.
PIDIO NO EMITIR VIDEOS DE BIN LADEN POR TV
La guerra por otros medios
Estados Unidos tiene miedo de
estar colaborando con Osama bin Laden. Y, para no dejar escapar ningún
frente de lucha contra el terrorismo, la administración de George
W. Bush hizo una sugerencia peculiar a los medios de comunicación:
que limitaran las transmisiones de los videos con mensajes de la red Al-Qaeda
ante la posibilidad de que éstos funcionen como despertadores
de las células terroristas dormidas. A la vez, Estados Unidos declaró
haber solicitado al gobierno de Qatar que la emisora de su país,
la ahora famosa Al-Jazeera, sea reprendida por su irresponsabilidad.
El mensaje de Osama bin Laden es propaganda, llamando a la gente
a matar estadounidenses. En el peor de los casos, él podría
estar emitiendo órdenes a sus seguidores para que inicien tales
ataques, insistió el portavoz de la Casa Blanca. Ari Fleischer
comentó además que la asesora de Seguridad Nacional Condoleezza
Rice sostuvo ayer una teleconferencia con las principales cadenas de televisión
del país para transmitirles su preocupación por los videomensajes
grabados de Bin Laden, ya que pueden incluir llamamientos a la acción
para sus fieles.
La doctora Rice le ha pedido a las cadenas de televisión
que usen su sentido común sobre cómo se difundirán
esos mensajes previamente grabados. Ella enfatizó que estaba haciendo
una solicitud y que las decisiones editoriales sólo podrían
ser tomadas por los medios de prensa, precisó Fleischer.
Los ejecutivos de las cadenas televisivas se comprometieron a revisar
cuidadosamente las declaraciones en busca de mensajes encubiertos antes
de difundirlas. El vocero remarcó que no se trata de un acto de
censura ya que, aclaró, los medios serán los que decidan
obedecer o no. La cadena CNN emitió un comunicado a las pocas horas:
La política de CNN consiste en evitar difundir todo mensaje
en el cual pensamos que podría directamente facilitar un acto terrorista.
Para decidir lo que será difundido, CNN examinará los consejos
de las autoridades apropiadas. El pedido del gobierno aparece luego
de que en 48 horas, el domingo y el martes, las cadenas de información
continua estadounidenses (CNN, MNSBC, Fox News) que combaten rabiosamente
por la audiencia transmitieron en directo y sin restricciones, imágenes
satelitales de la cadena de información árabe Al Jazeera.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, reprochó
que Al-Jazeera brinda un tiempo y una atención muy amplias
a algunas declaraciones irresponsables. Y agregó: Hemos
llamado la atención de las autoridades de Qatar y también
de otros países al respecto. Sin embargo, el ministro de
Relaciones Exteriores de Qatar, el jeque Hamad bin Jassim Jabr al-Thani,
negó esa comunicación: No nos hicieron ese pedido,
pero si llega, resultará extraño de un país como
Estados Unidos del cual hemos aprendido lecciones de libertad y de medios
de comunicación. Será inaceptable para nosotros.
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