Reunidos en una sesión
de emergencia en Qatar, los 56 países islámicos que representan
a 1200 millones de musulmanes expresaron ayer su preocupación por
las víctimas civiles causadas por los bombardeos contra Afganistán.
Sin embargo, desde el punto de vista de estadounidenses y británicos,
la Organización de la Conferencia Islámica no condenó
los ataques. Además, se ha distanciado de Osama bin laden y descripto
como de actos de brutal horror a los ataques a Nueva York
y Washington.
Lo más importante de todo a los ojos anglo-norteamericanos fue
que repudiaron lo que proclamó Bin Laden: que la batalla es entre
el Islam y Occidente. El comunicado final de la Conferencia dijo que esos
actos de terror son contrarios a las enseñanzas de las religiones
divinas tanto como los valores éticos e humanos. Los gobiernos
de Estados Unidos y Gran Bretaña sintieron alivio ayer a la noche
con la ausencia de reacciones de Arabia y otros países musulmanes.
El único día de encuentro de la Conferencia de los 56 miembros
de la Conferencia Islámica en Doha, Qatar, respondió a un
llamado de Irán a discutir la crisis en Afganistán. Irán,
Irak y Siria fueron los únicos países musulmanes que condenaron
los bombardeos estadounidenses y británicos, a través del
estado de ira en las calles en repudio a la hostilidad contra el mundo
musulmán. Los líderes reunidos pusieron un límite:
que Estados Unidos no extienda la batalla contra Afganistán a otros
países.
El secretario de Estado norteamericano Colin Powell se mostró satisfecho
con el comunicado final. Su colega británico Jack Straw fue más
lejos: refiriéndose a una ambigua alusión a Irak en el comunicado,
sugirió que cualquier ataque futuro no incluiría a Irak.
La única parte del texto que dejó disconforme a Estados
Unidos y Gran Bretaña fue con respecto al conflicto de Medio Oriente.
El líder de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, había
exclamado en la asamblea que Israel está aprovechando la
tragedia norteamericana.
SIMPSON,
LABORISTA DISIDENTE
El bombardeo es un triunfo de Osama
Por Marcelo Justo
El primer ministro Tony Blair
cuenta con el apoyo de su partido y de la oposición para la participación
británica en la operación Libertad duradera.
En este panorama de homogeneidad política sobresalen unas pocas
voces de disenso. Uno de los más críticos a la intervención
militar en Afganistán, el diputado laborista Alan Simpson, explicó
a Página/12 las razones de su oposición y comenzó
con palabras fuertes. Creo que el bombardeo a Afganistán
es la mayor victoria que pueda haber deseado Osama bin Laden.
¿Qué otra cosa podría haber hecho Estados Unidos?
El objetivo de la acción de Occidente debería haber
sido capturar a Bin Laden y llevarlo ante la Justicia. Lo que se ha hecho
con estos bombardeos es desplazar la atención de Bin Laden al régimen
talibán y atacar al pueblo afgano en vez de a los culpables del
atroz atentado del 11 de septiembre.
¿Cómo se puede llevar a Bin Laden ante la Justicia
sin intervenir en un país que le está dando refugio?
Había que intervenir. El consejo de seguridad de las Naciones
Unidas hubiera aprobado una intervención de fuerzas especiales
en las montañas afganas donde se esconde Bin Laden. Esto habría
sido legítimo en el marco del derecho a la autodefensa. Pero no
buscamos este mandato de las Naciones Unidas. Lo único que hicimos
es bombardear Afganistán.
El objetivo militar de estos bombardeos es ganar el espacio aéreo
para enviar después fuerzas terrestres que capturen a Bin Laden
y lo lleven ante la Justicia.
Militarmente no era necesario dominar el espacio aéreo para
capturar a Bin Laden. Bastaba con intervenir en la zona montañosa
de Afganistán. Si el talibán hubiera interferido atacando
a fuerzas de Estados Unidos o de la ONU, eso habría cambiado las
cosas. El problema es que hemos transformado el derrocamiento del gobierno
talibán en un sustituto del objetivo que buscábamos. Creo
que esto es una extraordinaria victoria propagandística para los
movimientos fundamentalistas como se ve en las protestas que ha habido
en todos los países musulmanes, desde Indonesia hasta Arabia Saudita.
El bombardeo debe haber facilitado considerablemente el reclutamiento
de terroristas.
¿No obtuvo Estados Unidos el mandato del Consejo de Seguridad
que usted pide con la resolución 1368 del 12 de septiembre donde
se le reconocía su derecho a la autodefensa?
El derecho a la autodefensa está contemplado en el artículo
51 de la carta de las Naciones Unidas. Este artículo fue redactado
pensando en el ataque de un país contra otro. En caso de ataques
terroristas, es muy distinto. ¿Qué tendría que haber
hecho Gran Bretaña ante los atentados terroristas del IRA? ¿Bombardear
la República de Irlanda? ¿O a Estados Unidos por financiar
y acoger miembros del IRA? No hicimos eso: seguimos la vía diplomática.
A Afganistán le hemos aplicado otro tipo de lógica.
¿Qué consecuencias tiene esto?
Lo único que se consigue con esto es confirmar el poder militar
estadounidense. Todos los que se sienten injustamente tratados por la
actual configuración de poder en el Nuevo Orden Mundial, pensarán
que el desequilibrio de fuerzas es hoy tan vasto que la única manera
de hacerse oír es por medio de acciones terroristas. Si alguien
le hubiera preguntado a Bin Laden que quería lograr con este atentado
seguramente habría respondido que tres cosas. Primero convertirse
en un nombre reconocible a nivel mundial. Lo logró. Segundo, provocar
una reacción militar estadounidense que actuase como catalizador
para que los moderados se fanaticen y los fanáticos se conviertan
en terroristas. Lo está consiguiendo. Tercero, que Occidente empiece
a sentirse insegura internamente. Lo está logrando con las medidas
represivas que se están impulsando en nuestras sociedades.
HAMI,
EMBAJADOR DE LA LIGA ARABE
Buscan un pretexto para atacar Irak
Por Marcelo Justo
Desde
Londres
La Liga Arabe tiene 22 miembros,
un solo idioma y profundas divisiones internas en torno a la crisis en
Afganistán. En la organización conviven países como
Jordania y Kuwait que apoyan la acción estadounidense, las naciones
del Golfo que mantienen un perfil bajísimo e Irak que condena los
ataques. En diálogo con Página/12, Alí Mushen Hami,
máxima autoridad de la Liga Arabe en Gran Bretaña, criticó
el ataque estadounidense y advirtió sobre las consecuencias que
podría tener una prolongación de la actual campaña
militar.
¿Por qué está tan dividida la Liga Arabe en
torno a los bombardeos a Afganistán?
La Liga Arabe no tiene una posición oficial respecto a los
bombardeos. Ni los apoya, ni los condena. Pero está claro que hay
un rechazo de la opinión pública árabe a los ataques.
Queremos que esta situación se resuelva pacíficamente. Hay
muchos medios para alcanzar los mismos objetivos que se plantea Estados
Unidos. Se puede utilizar la presión política, económica,
militar. El bombardeo actual es totalmente desproporcionado.
Sin embargo hay países como Jordania y Kuwait que apoyan
la acción militar.
Es cierto. Pero es un apoyo con reservas. Ambos países enfatizaron
que el ataque debe ser a objetivos militares y que no debe haber víctimas
civiles. Esto no quiere decir que la Liga Arabe esté dividida.
Hay una aceptación de que cada nación adoptará la
posición que coincida con su interés nacional. Algunos países
tuvieron acceso a la evidencia en contra de Osama bin Laden y por eso
adoptaron esta posición de apoyo a la acción militar. Otros
no lo tuvieron y por eso se oponen. Los países árabes quieren
también acabar con el terrorismo. Egipto, Argelia y Yemen tienen
los mismos problemas que Estados Unidos.
Si tuvieran la evidencia y esta apuntara inequívocamente
a Osama Bin Laden, ¿apoyarían el ataque?
Nosotros queremos que la guerra sea contra el terrorismo y no contra
el pueblo afgano. Creo que los objetivos tendrían que estar mucho
mejor especificados. El principio y el fin del operativo debería
ser claramente explicitado. No se puede estar hablando de una guerra contra
el terrorismo de 15 años o de la posibilidad de extender la acción
militar a otros países.
Este lunes el embajador estadounidense ante la ONU John Negroponte
envió una carta al Consejo de Seguridad en el que no descarta que
se ataque otros países. ¿Quién sería el próximo
objetivo?
Irak. Esto es muy peligroso. Es un pretexto. Muchos funcionarios
occidentales descartaron por completo la conexión iraquí
con el atentado. ¿Por qué entonces atacar Irak? ¿Para
arreglar cuentas por cosas del pasado? Si Irak es atacado nos opondremos
con toda nuestra energía. Esta es una política equivocada.
En vez de atacar más países árabes, Occidente debería
reconsiderar su actitud hacia Israel, que no forma parte de la alianza
actual, porque es un lastre moral, político y económico.
Si se forzara a Israel a respetar las resoluciones de Naciones Unidas,
retirándose de los territorios ocupados y solucionando los justos
reclamos palestinos, las bases de apoyo del terrorismo se evaporarían.
¿Piensa que la ofensiva militar contra Afganistán
está debilitando a los países árabes?
No. En todos los países hay diferencias de opinión.
Hay mucha gente que se opone a la actual campaña militar en Estados
Unidos, Gran Bretaña, Francia o Alemania. Lo mismo pasa en los
países árabes. Creo que el video de Osama bin Laden que
se dio a conocer después del inicio de la campaña, ha cambiado
la opinión de muchos árabes porque allí prácticamente
confiesasu participación en el atentado. Mucha gente que no estaba
convencida de la justicia del ataque porque no había visto las
pruebas, piensa a partir del video que efectivamente él fue el
culpable.
¿Qué opina de la reunión de los 56 cancilleres
de países islámicos en Qatar?
Un compromiso. Repudio del terrorismo. Pedido a Occidente que separe
la religión islámica del terrorismo y que distinga los actos
individuales de la religión en su conjunto. Hay actos terroristas
realizados por estadounidenses como Timothy McVeigh, a quien no por eso
llamaron terrorista cristiano. Esta equivalencia es parte
de la máquina propagandística israelí que intenta
equiparar a la religión musulmana con el terrorismo y al islam
con la barbarie.
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