Por Claudio Zlotnik
Hace algunas semanas, la Fundación
Mediterránea y la ultraliberal FIEL sellaron un acuerdo estratégico
para trabajar juntas. Al parecer, los resultados fueron más rápidos
que los previstos. En estricta reserva, Domingo Cavallo preparó
un plan que reflejará el fruto de aquel matrimonio académico:
una profunda reforma estatal, que incluirá despidos masivos de
agentes del Estado y una reformulación de la administración
pública, según pudo saber Página/12. Por ahora, el
ministro conversó sobre esta cuestión sólo con economistas
y empresarios de su más estrecha confianza. Y ya se la acercó
a Fernando de la Rúa, a quien aspira convencer de que ésta
es la amarga medicina que falta aplicar para sacar a la Argentina del
pozo. Sin importarle que la receta haya sido ampliamente rechazada cuando
intentó imponerla Ricardo López Murphy, ahora Cavallo está
convencido de que sólo disfrazándose de talibán podrá
cumplir con el Déficit Cero.
Aunque no es candidato a nada, Domingo Cavallo espera ansioso el final
de los comicios. Sabe que a partir del primer minuto del lunes empieza
a jugar su última chance para sacar a la Argentina de la crisis.
Está dispuesto a no perder el tiempo. En primer lugar, anunciará
un conjunto de medidas, incluyendo un nuevo megacanje de la deuda. Y en
forma simultánea haría retoques en el plantel de colaboradores,
a la búsqueda de un nuevo impulso para la nueva etapa. Finalmente,
reforzará sus vínculos con el justicialismo, del que necesitará
para darle vida a su plan de achicar dramáticamente el Estado.
La ofensiva de Cavallo hay que entenderla en el marco de su actual obsesión:
el cumplimiento del Déficit Cero. El ministro está en una
encrucijada. Si incumple con el plan se tiene que ir. Pero para cumplir
y quedarse está obligado a recortar todo lo necesario para equilibrar
las cuentas públicas. La decisión, entienden en el entorno
cavallista, tiene que tomarla De la Rúa.
Ante él tiene planteadas dos alternativas. La primera es seguir
como hasta ahora, con el déficit cero a nivel de caja mediante
la postergación de compromisos, que es como estar barriendo bajo
la alfombra. La segunda opción es reformar estructuralmente el
Estado. Esta última disyuntiva pareciera, a primera vista, la más
costosa socialmente porque exige poner mucha gente en disponibilidad,
que equivale a un despido diferido. Pero en la realidad es más
costosa la primera alternativa, porque es más recesiva. Ante De
la Rúa, los hombres de Cavallo plantearon que, si bien es verdad
que la reforma del Estado con cortes verticales generará un costo
social, esta crisis no ofrece ninguna salida gratuita. Hasta las
grandes empresas están perdiendo plata, enfatizaron.
En medio de la brusca caída de la recaudación impositiva,
el objetivo del Déficit Cero se hace cada vez más inalcanzable.
Un sobrevuelo por las cuentas públicas permite sacar algunas conclusiones.
Según informes de consultoras privadas, el desvío con el
déficit cero treparía a 2000 millones de dólares
en este último trimestre del año. Aunque Cavallo tiene algunas
medidas en mente para achicar la diferencia, al menos en lo que resta
del año.
- El inminente canje de títulos públicos permitirá
ahorrar unos 300 millones de dólares adicionales para este año
debido a que se abaratarán los costos de la deuda.
- El ministro también confía en que un acuerdo con los gobernadores
del PJ le permitirá recortar partidas hacia los distritos del interior.
- También seguiría postergando pagos a proveedores y hasta
patear para enero de 2002 los aguinaldos de funcionarios públicos.
En el mejor de los casos, hacia fin de año el mediterráneo
podrá mostrar que cumplió con el objetivo. Pero, al mismo
tiempo, quedará en claro que el logro habrá sido más
por mérito de la contabilidad creativa y de patear
gastos que por haber restringido los gastos, tal como se comprometió
el propio Cavallo con el Fondo Monetario. Sugestivamente, la Fundación
Mediterránea planteó que no sólo se trata de
cumplir con el déficit cero en diciembre sino que se debe buscar
la forma de que el mismo sea sostenible en el tiempo. Precisamente,
esta es la clave por la cual batalla Cavallo: hacer sostenible
su estrategia.
Frente a este contexto y a la incredulidad de los financistas y de los
organismos internacionales, Cavallo se propone enviar una nueva señal
contundente a los mercados. Consistiría en hacer realidad el sueño
de López Murphy: la reforma estructural del Estado. A esta altura,
un eufemismo para referirse a despidos masivos, fusiones de organismos
y cambios nunca simpáticos para los empleados públicos.
Según interpreta el ministro, la única manera de hacer creíble
y sostenible su plan es yendo hasta el fondo. Vale la pena
entonces repasar el programa diseñado por FIEL sobre reforma estatal
que ahora entusiasmó a Cavallo:
- La supresión de 94.850 puestos de trabajo en la administración
central.
- La eliminación de 314 unidades administrativas en el Poder Ejecutivo.
- Suba en la edad jubilatoria.
- Reducción del presupuesto educativo, en especial en el nivel
universitario.
Pero aunque se decida la reforma, con supresión de organismos,
habrá que mantener durante el 2002 el recorte del 13 por ciento,
evalúan en Economía. Este permite ahorrar más de
3000 millones en el año, reducción del gasto que no puede
esperarse de ninguna reforma, y menos de entrada. El éxito de Cavallo
de imponer el plan dependerá básicamente de los acuerdos
políticos que teja después de las elecciones. La clave,
por lo que marcan las encuestas, será la relación con el
justicialismo. Página/12 dialogó anoche con un encumbrado
político del PJ. Su definición respecto de este tema fue
gráfica y tajante. Desde el lunes seremos las muletas del
Gobierno. Lo que menos nos conviene es el caos económico y una
caída del Gobierno. Al contrario, debemos ayudar a De la Rúa
a llegar al 2003. Si el ajuste más grande se hace en la administración
central, los costos políticos lo pagarían los radicales.
Si se presenta este plan, nuestra oposición sería a título
formal, definió el dirigente.
Ahora, como hace siete meses, la cuestión será saber si
el plan CavalloFIEL puede superar la prueba del laboratorio.
El uno a uno en campaña
Ningún político se anima a desafiar la convertibilidad,
porque a través de este sistema se le dio hasta al más
humilde de los argentinos la posibilidad de defender el valor de
sus ahorros, enfatizó ayer Domingo Cavallo, haciendo
campaña personal y sin que lo alcance la veda. Fue durante
un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio ArgentinoAlemana,
que contó con la presencia del ministro de Hacienda alemán,
Hans Eichel. Cavallo defendió encendidamente la política
que viene llevando adelante y, con igual pasión, la emprendió
contra quienes quieren acabar con la convertibilidad,
aunque sin identificar a nadie. La solución no es destruir
la convertibilidad, sino mantener la disciplina fiscal a través
de la disminución de los impuestos distorsivos, sentenció.
Luego agregó que una eventual salida del uno a uno sólo
podrá ocurrir en medio del caos. Nosotros
le decimos no a la devaluación y no al default, porque son
las instituciones las que les dan seguridad a los argentinos,
concluyó. Por su parte, Eichel defendió el plan de
déficit cero e instó a mantenerlo.
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DOS
AGENCIAS BAJARON LA CALIFICACION A LA DEUDA
Más riesgosos que Pakistán
La agencia estadounidense
Moodys rebajó la calificación de riesgo soberano de
Argentina dos niveles, desde la categoría Caa1 a Caa3.
La calificación de riesgo Caa3 es la decimonovena entre
las 21 categorías utilizadas por Moodys, y está sólo
tres grados por encima de la deuda que decreta una cesación de
pagos. La nota otorgada por dicha agencia a la deuda argentina es inferior
a la que le asignó a Pakistán, Ecuador y Cuba. La agencia
inglesa Fitch-IBCA también recalificó a la baja la deuda
de largo plazo, de B- a CCC-, y destacó la posibilidad real
de que el gobierno argentino declare un default.
Moodys justificó la decisión de rebajar la calificación
de riesgo argentina en vista de que las condiciones actuales no
son sostenibles a largo plazo y al aumento de la posibilidad de que se
recurra a soluciones no ortodoxas para resolver los problemas financieros
del país. La presencia de condiciones de crédito
desfavorables, en parte provocadas por la incertidumbre relacionada con
los próximos eventos políticos, han contribuido a debilitar
aún más la posición financiera del Gobierno, pese
a sus dedicados esfuerzos por cumplir con la regla del déficit
cero en sus cuentas fiscales, señaló la agencia.
Moodys explicó que las limitadas opciones que le quedan al
Gobierno para superar la crisis se reflejan en el potencial apoyo de instituciones
financieras internacionales a soluciones alternativas al problema de la
deuda la intención gubernamental de llevar a cabo un canje de deuda
interna bajo condiciones que podrían ser adversas para los inversores.
Por su parte, la agencia Fitch, al encuadrar la baja en la calificación
de la deuda de largo plazo, señala que la perspectiva sigue siendo
negativa. Y apunta como síntomas de la grave situación fiscal
y financiera a la demora del gobierno central en transferir los
fondos federales (coparticipación) a los gobiernos provinciales,
una economía sumida en la recesión y la continua alza de
las tasas de interés. Según la agencia, ante la ausencia
de nuevo apoyo financiero de la comunidad internacional, hay una posibilidad
real de que el gobierno argentino declare un default.
Al tope en riesgo
país
Argentina terminó la semana por encima de Nigeria en riesgo
país. El cierre ayer fue a 1834 puntos, contra los 1816 del
país africano. La última jornada en los mercados financieros
antes de las elecciones transcurrió en calma, con los operadores
sólo mencionando el dato anecdótico de la punta de
la tabla del riesgo. La Bolsa de Comercio cerró con una suba
mínima del índice MerVal del 0,06 por ciento. Toda
la expectativa está puesta en los anuncios que haría
el Gobierno el próximo lunes, tanto los referidos al recambio
en el gabinete como a los económicos que presentaría
Domingo Cavallo. El volumen de negocios en la Bolsa fue escaso:
16,4 millones de pesos.
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SE
ALEJARIAN STURZENEGGER, MONDINO Y SANCHEZ
Huele a cambios la cocina de Economía
En el Ministerio
de Economía el ambiente está de lo más caldeado.
No sólo por la agudización de la crisis, sino por los cambios
que estaría por producir Domingo Cavallo en su equipo. Saldrían
dos de sus colaboradores más destacados: el jefe de asesores, Guillermo
Mondino, y el secretario de Política Económica, Federico
Sturzenegger. Hace días que ambos funcionarios eluden cualquier
contacto con la prensa. Distintas fuentes de Economía y de Acción
por la República dijeron a Página/12 que Cavallo habría
tomado la decisión de desplazarlos. No los tiene en cuenta
para los temas importantes. Parece que no confiara en ellos, comentó
un informante del Palacio de Hacienda. Por razones diferentes, también
emigraría Carlos Sánchez, secretario de Industria.
En parte, las especulaciones crecieron ante el evidente enfriamiento de
la relación del ministro con sus subordinados. Cavallo escucha
a (Horacio) Liendo y a (Alfredo) Castañón. Y después
discute las cosas con empresarios y hasta con políticos de otros
partidos. Pero a Mondino y a Sturzenegger casi no los consulta,
comentó un hombre cercano al ministro. Uno de los candidatos que
se menciona para reemplazar a algunos de ellos es Alfonso Prat Gay, economista
del JP Morgan en Londres. Prat Gay era uno de los candidatos a la vicepresidencia
del Banco Central, pero Cavallo finalmente optó por Mario Blejer
para ese cargo.
También se menciona la posibilidad de que la actual subsecretaría
de Provincias pase al rango de secretaria, con Hugo Garnero a la cabeza.
Y, en ese caso, la actual secretaría de Política Económica
descienda de categoría, con un nuevo hombre al frente.
Por otra parte, el ministro también habría tomado la decisión
de desprenderse de Carlos Sánchez, secretario de Industria virtual.
En este caso, obedecería a una cuestión estratégica:
Cavallo designaría en ese puesto a un hombre propuesto por José
Manuel de la Sota. Es sabido que Cavallo y el gobernador cordobés
están tejiendo una alianza política, que el jefe de Acción
por la República quiere profundizar. Una posibilidad es que Juan
Schiaretti llegue a ese cargo, para el que fue tentado hace unos meses
pero rechazó el ofrecimiento.
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