Por Eduardo Tagliaferro
El menemismo está realmente
desconcertado. Las malas noticias que invaden la quinta de Don Torcuato
también se expanden sobre los más cercanos colaboradores
del Jefe. Ayer los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado le reclamaron
al juez federal Gabriel Cavallo que tome las medidas necesarias
para corroborar lo afirmado a Página/12 por una fuente suiza,
acerca de que se habría hallado una cuenta que pertenecería
a una empresa de Alberto Kohan.
Los fiscales acompañaron su escrito, con el artículo publicado
el pasado miércoles por este diario, en el que una fuente suiza
admitió que cuando el juez ginebrino Claude Wenger informó
que se había descubierto en su país una segunda cuenta,
ésta correspondería a una empresa vinculada al ex secretario
general de la Presidencia del último mandato de Carlos Menem.
En verdad, Cavallo ya había reclamado datos sobre Kohan a la Justicia
helvética. Fue cuando la diputada Elisa Carrió llevó
a Comodoro Py documentos en los que presuntamente se señalaba la
existencia de depósitos bancarios, tanto de Menem como de Kohan,
Ramón Hernández y Emir Yoma. Los exhortos fueron devueltos
por Suiza sin respuesta, porque llamativamente estaban mal confeccionados.
Por esos días la legisladora no dudó en definir a Kohan
como el Vladimiro Montesinos de la Argentina.
El ex hombre fuerte del menemismo desmintió a Página/12
tener cuentas en el exterior y hasta advirtió sobre los posibles
riesgos que sobre su seguridad personal tenían los dichos de la
legisladora, sobre la que dijo que se sentía una elegida dueña
de la verdad.
El pedido de los fiscales le reclama a Cavallo que a través de
la Cancillería exija información oficial. Dado que los oficios
diplomáticos suelen caracterizarse por sus tiempos lentos, es probable
que cuando la información arribe al juzgado, Cavallo ocupe el tercer
asiento de la Sala I, junto a la camarista Luisa Riva Aramayo y Horacio
Vigliani. Claro, si el Senado aprueba su pliego.
Por lo pronto en su despacho de juez radica la investigación por
el presunto enriquecimiento ilícito de Kohan. Precisamente los
exhortos se formularon dentro de esa causa iniciada a partir de una denuncia
de la ex diputada Mary Sánchez. Kohan acompañó a
Menem durante seis de sus diez años de mandato.
Egresado como geólogo de la Universidad de Córdoba en 1970,
a los cuatro años ya estaba adscripto al gobierno de La Rioja.
Tiempos en los que forjó la sólida relación que lo
une a Menem. Su nombre apareció asociado a varios de los escándalos
emblemáticos del menemismo. Desde su inescrutable relación
con el magnate saudí Gaith Pharaon, hasta la participación
de uno de sus ex colaboradores, Juan Carlos Cattáneo, en el affaire
IBM-Banco Nación lo mostraron como un hombre de influencias y extendidos
vínculos con personajes sospechados.
La FEPAC, una iniciativa de Kohan, no sólo fue el soporte de la
campaña electoral que llevó a Menem a la Rosada con la bandera
del salariazo, sino que también fue el núcleo que logró
reciclar a varios de los grupos de tarea con los que desde la ESMA el
ex almirante Emilio Massera pretendía construir un liderazgo político.
Desde esa fecha, Kohan recorrió un largo camino y sin duda le queda
por escribir varios tramos. En la causa por la venta de armas, está
pendiente su citación judicial. Por lo pronto ya nombró
como defensor al penalista Jorge Sandro. Tener respuestas para todo suele
ser también una virtud.
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