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Ante la crisis internacional, el
Mundial 2002 se quedó sin seguro

La compañía aseguradora de la FIFA canceló la póliza por temor a no poder asumir los riesgos de un atentado en pleno campeonato.

Metegol en un campamento
de refugiados afganos en Irán.
No son los únicos que se quedarían sin fútbol en el mundo.

Las consecuencias de los atentados terroristas del 11 de setiembre azotaron ayer de lleno al fútbol, cuando, en medio de la creciente preocupación por la suerte del Mundial 2002 que organizarán Corea y Japón ante la escalada de la crisis internacional, la compañía de seguros alemana Axa anunció la cancelación de la póliza para el campeonato, por temor a no poder asumir los riesgos de un atentado durante el certamen que la conduciría directamente a la quiebra. De todas formas, el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter, confirmó que la celebración del Mundial 2002 “no está amenazada” y anunció que renegociará un acuerdo con la compañía en las próximas semanas.
“Los ataques terroristas en Estados Unidos tienen también consecuencias en el fútbol y así la compañía aseguradora nos comunicó en la tarde del jueves (por ayer) que no puede asumir los riesgos”, explicó Blatter, que prometió una solución, aunque advirtió que el Mundial de Corea del Sur y Japón “costará mucho dinero más que los anteriores”. El dirigente suizo, que se encuentra en Praga en el marco del congreso de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA), aseguró a los representantes de las federaciones europeas que el conflicto estaría resuelto en un mes.
“El motivo es el incremento del alto grado de peligrosidad tras los atentados en EE.UU. el pasado 11 de setiembre –informó un portavoz de Axa–. Estamos muy interesados en lograr una solución común con la FIFA”. Por el momento, no están afectados por la decisión de la compañía los comités organizadores de Corea del Sur y Japón, que tampoco realizaron declaración alguna. Los gobiernos de ambos países tuvieron que presentar sus propias garantías a la FIFA para poder organizar el evento.
El seguro concretado con la FIFA era uno de los denominados “de todo riesgo”. Conjuntamente con la compañía reaseguradora Muenchner, Axa había desarrollado y puesto en práctica un nuevo sistema de cobertura para asegurar el riesgo de terremotos en Japón, que abarcaría a los diez estadios sede del Mundial. Según estimó la empresa, las consecuencias del terrorismo internacional fuerzan ahora a nueva valoración del factor riesgo.
El detalle más importante del seguro para la FIFA son los ingresos por la venta de los derechos de televisión, que ascienden a casi 1.100 millones de dólares. En el pasado Mundial de Francia, la FIFA y su entonces socia para la comercialización de derechos, ISL, firmaron un seguro por 300 millones de dólares, con una prima de 9,5 millones de dólares. ISL quebró en marzo.
Ante el terremoto ocasionado por la noticia, la FIFA anunció inmediatamente que mantendrá todos sus compromisos contractuales, y especialmente aquellos cuyas primas de seguro pagó en su momento. Según FIFA, la suma ya abonada por estos últimos conceptos asciende a 9,7 millones de dólares, del total de 16,3 millones que había acordado pagarle a Axa.
El organismo internacional quiere ahora “buscar alternativas con el socio asegurador y al mismo tiempo realizar un análisis de la situación”. Pese a su declarada voluntad de acuerdo, la FIFA no quiso dejar pasar la ocasión de destacar que “el 2 de octubre Axa confirmó la validez del acuerdo del seguro en caso de suspensión, que asciende a 835 millones de dólares”.
El vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el uruguayo Eugenio Figueredo, expresó su preocupación por la situación. “En Europa, particularmente, la gente ya no viaja y una competencia mundial lo que busca es tener alguna notoriedad, por eso diría que la situación actual es preocupante” aseguró. “De todas formas, nadie ha pensado que el Mundial se suspenda, por el contrario, se están fortaleciendo toda clase de seguridades y garantías, pidiendo asesoramiento de primer nivel para una mayor cobertura en este terreno”.

 

Tampoco los Juegos Olímpicos

El Comité Olímpico Internacional (COI) tampoco dispone de seguros ante la eventual anulación de los Juegos de invierno y de verano, señaló el alemán Thomas Bach, vicepresidente del COI, este viernes después de la rescisión del contrato de seguros del Mundial de fútbol 2002.
“Los Juegos Olímpicos de Salt Lake City 2002 no están asegurados por el COI –declaró Bach–. Hemos examinado este asunto para los Juegos precedentes y llegamos a la conclusión de que los seguros no son lo suficientemente eficaces”, agregó.
Si los Juegos Olímpicos no se realizaran, el COI no se vería enfrentado a grandes problemas financieros, según el vicepresidente. “El COI sobreviviría a esto. Tendríamos que echar mano a nuestras reservas que son de unos cien millones de dólares”, precisó.
Según Bach, son los organizadores de los eventos olímpicos quienes contratan los seguros. “Normalmente, es el organizador el que se asegura contra los eventuales riesgos”, declaró.

 

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