“Para mí, jugar aunque sea unos pocos minutos de la Intercontinental con la camiseta de Boca sería como estar al lado de Jesucristo. Sería un milagro.” Así, con un dejo místico, evaluó Diego Maradona la posibilidad, deslizada por allegados al equipo campeón de América, de integrar el plantel que dispute la final ante el Bayern Munich el 27 de noviembre. Sería un milagro, realmente, porque el partido se jugará en Tokio, la capital de Japón, el país que le negó el ingreso al ex capitán del seleccionado argentino en 1994, a causa de su adicción a las drogas.
“No sé ni sabía nada del tema. No lo soñé, lo juro. La realidad siempre va a superar a la ficción”, dijo Maradona cuando lo consultaron, durante una entrevista de radio, sobre el tema. El astro, que a fin de mes cumplirá 41 años, permanece en La Habana, Cuba, acelerando su preparación para el partido-homenaje que se le tributará el 10 de noviembre en la cancha de Boca, en el que jugará para la Selección Argentina. “Aunque tenga 90 años quiero jugar en la Selección –añadió– y le quiero agradecer a Marcelo Bielsa por permitirme jugar en el equipo. Eso me da fuerzas para seguir este entrenamiento.”
Maradona comparó la posibilidad de jugar en Tokio con los atentados terroristas sufridos por Estados Unidos el 11 de setiembre: “Los americanos no se lo esperaban, yo tampoco –dijo–. Voy de sorpresa en sorpresa, porque la gente a través de los e-mail quería que sacaran la camiseta diez de la Selección y hoy están a un paso de sacarla; y ahora esto. Es un milagro”.
En tren místico, continuó: “No le quiero pedir más nada al Barba (por Dios) porque me dio demasiado. Estoy loco de alegría, juro que esto no lo soñé, y ahora por más que no se cumpla esta posibilidad, voy a entrenar con muchas más ganas”.
Para el partido Boca-Bayern, dos semanas después de su partido homenaje, ambos equipos pueden incorporar jugadores de refuerzo. Eso sucedió hace unos años, cuando Bebeto jugó la Intercontinental para el Cruzeiro de Brasil.
Guillermo Coppola, manager de Maradona, no se apartó del rumbo y le pidió “a Dios que ilumine al técnico (Carlos Bianchi) para que esta versión pueda concretarse”. Bianchi partió ayer rumbo a Alemania, donde este fin de semana el Bayern Munich jugará por la Bundesliga ante el Munich 1860, antes de que se difundiera la posibilidad y pudiera realizar declaraciones.
Maradona se refirió al estado en que se encuentra su preparación física. “Estoy cumpliendo una tarea muy seria. Nunca le eludí la responsabilidad a ningún compromiso y esta vez, por mis hijas, mis padres, por Claudia y por todos los ‘maradonianos’, tenía que ponerme en forma para no defraudarlos.”

PELLEGRINI Y LOS CONFLICTOS EN SAN LORENZO
“El plantel se puede bajonear”

El entrenador de San Lorenzo, el chileno Manuel Pellegrini, sostuvo que era “necesario” que los problemas económicos del club salieran a la luz, al tiempo que reconoció que la compleja situación institucional podría perjudicar el rendimiento del equipo. “No me gustó nada ser tapa de los diarios por toda esta cuestión económica, pero se fueron acumulando una serie de problemas que lamentablemente tenían que explotar y mi responsabilidad era hacerlo sentir desde mi lugar”, expresó Pellegrini, que evitó hablar de su continuidad al frente del equipo, pero reiteró que “siempre” mantuvo firme el deseo de cumplir con su contrato, que vencerá a fin de año.
Al igual que sus colaboradores, Pellegrini cobró ayer el dinero que le adeudaban –los sueldos de julio y agosto– y dijo estar “más tranquilo” que en los últimos días al haberse solucionado “una cantidad de aspectos económicos importantes”. El plantel realizó ayer el primer entrenamiento serio de fútbol desde que comenzó el receso.
Pellegrini puso énfasis en el encuentro que el equipo sostendrá el martes en Montevideo, ante Nacional, con la esperanza de clasificarse para los cuartos de final de la Copa Mercosur, y comentó que su resultado estará “unido tanto a lo deportivo como a lo económico”, en alusión a los 450 mil dólares que embolsará el club en caso de que el equipo se clasifique para la ronda siguiente.
“Sabemos que pasar de ronda en un torneo internacional significa para el club un ingreso importante y nosotros debemos ayudar al club para que cumpla con sus obligaciones”, destacó el chileno, tras admitir algunas dudas respecto de cómo reaccionarán sus dirigidos en la cancha luego del conflicto con la dirigencia.
“Por un lado, estos traspiés pueden bajonear al plantel. Eso puede suceder, pero en la medida que se encuentran las soluciones, los jugadores pueden volver a motivarse. En la conducción de un plantel de fútbol es fundamental la motivación, y mientras esté alta es más fácil trabajar y conseguir los objetivos. A eso apuntaremos en estos días de trabajo”, prosiguió.
Por último, Pellegrini afirmó que su equipo “está capacitado” para ganar la Mercosur pese a que le “hubiera gustado jugar en condiciones más normales”.

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