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SE ESPERA UN RECORD DE VOTOS ANULADOS
La avalancha blanca

Aunque a última
hora cambie, el voto anulado puede ser del 23 por ciento, 2800 por ciento más que en 1999. La franja que más se inclina por este voto protesta es el centroderecha.

Por Raúl Kollmann

Las últimas encuestas hablan de que un 23 por ciento de los porteños se inclinarían por anular su voto. Es posible que ese porcentaje baje algo a la hora de llegar al lugar de votación, pero baste decir que en 1999 el voto nulo fue apenas un 0.80 por ciento. Todo indica que ése será el dato más relevante de la elección en la Capital Federal, pero también puede serlo a nivel nacional, ya que es posible que se registre un crecimiento impresionante de los que colocan boletas no oficiales en el sobre. Aunque no parezca, una gran fuente de la anulación del voto es la franja de centroderecha y lo curioso es que podría beneficiar a la izquierda. El voto en blanco, que alcanzó el 4,41 por ciento en 1991, se va a mantener estable o crecer levemente.
Las conclusiones surgen de casi todas las encuestas que se terminaron de procesar en las últimas horas. Mirando de cerca los datos, se percibe que el electorado más desconforme son los ex votantes de Domingo Cavallo, cuya lista de diputados obtuvo el 17 por ciento de los votos en 1999. Se trata de una franja que ya hace una década votó a la UceDé, cuando el partido de Alvaro Alsogaray, María Julia y Adelina Dalesio de Viola consiguió el 20 por ciento de los votos en la Capital. Esta vez, Horacio Liendo va a estar entre el 6 y el por ciento y eso que va en alianza con el Partido Justicialista y que lleva en la lista de diputados a Daniel Scioli que, según los encuestadores, hará una buena elección.
En suma, los consultores ven en sus datos que la franja de centroderecha es la que más se inclina al voto nulo, lo que coincide con:
- En el entorno de Fernando de la Rúa y Domingo Cavallo no ven con malos ojos la tendencia al voto nulo. Explicarán que es un rechazo a todos los políticos y no al perfil de la actual administración.
- Se dice también que la gente de Carlos Ruckauf coincide. Si se convierte en un fenómeno de importancia, Eduardo Duhalde sacaría menos votos y se pincharía un poco su renovada aspiración presidencial.
- También Carlos Menem estaría contento. Según sus seguidores, un masivo rechazo a los candidatos mostraría que se siente la ausencia del riojano.
- Es notoria la campaña de algunos comunicadores de televisión, antaño vinculados con los carapintadas o con el menemismo.
- El único sector de izquierda que impulsa el voto nulo o la abstención es una franja muy dura, que protagonizó confrontaciones violentas con el movimiento piquetero.
Por otra parte, la tendencia produce un debate:
- La anulación del voto es un repudio a todos los políticos actuales y a las políticas económicas. Significa un voto activo de gente que no quiere ser tratada como ganado.
- El voto nulo es una señal de que no hay salida en la política ni en el completo abanico de fuerzas y candidatos que existe en la Capital. Por eso tiende a tener el respaldo de la derecha.
Lo más llamativo es que la estrategia de anulación del voto, con fuerte presencia de la franja de centro-derecha, va a beneficiar indudablemente a la izquierda.
El votante de Patricia Walsh o de Luis Zamora es bastante sólido, militante o simpatizante de la izquierda de hace muchos años y que recurre al voto castigo justamente apoyando a esos candidatos. Suponiendo que cada una de sus listas obtengan un 5 por ciento, la existencia de mucho voto nulo o blanco –que se descartan para la asignación de bancas– hace que automáticamente el porcentaje de Walsh o Zamora trepe al 6 o 7 por ciento, permitiéndoles en ese caso acceder a una banca que sin tanto voto nulo o blanco no hubieran podido conseguir.

 


 

TERRAGNO, BRAVO Y BELIZ, EN ESE ORDEN
Los últimos pronósticos

Por R. K.

Rodolfo Terragno mantiene una luz de ventaja sobre Alfredo Bravo y Gustavo Beliz se ubica tercero, pisándole los talones al candidato del ARI. El voto nulo trepa a un increíble 23 por ciento, lo que podría significar un crecimiento del 2800 por ciento respecto de la elección de 1999. Los datos provienen de una encuesta que se terminó de procesar anoche y es la última antes de la jornada electoral. En cuanto a la carrera por la Cámara de Diputados, María América González (Alianza) se impondría a Héctor Polino, con Daniel Scioli (PJ-AR) en el tercer lugar, según otro sondeo cerrado ayer.
Las conclusiones sobre la elección de senadores surgen de la encuesta realizada por la consultora Hugo Haime y Asociados. En total se entrevistaron a 600 personas en la Capital Federal, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico social. “Nosotros tenemos a Terragno un poco arriba –señaló Haime–, pero hay que reconocer que con un 23 por ciento de voto nulo, casi un 6 de voto en blanco y un 8 de indecisos, es difícil hacer un pronóstico sólido. Nunca hemos visto una situación como esta a 24 horas de la elección”.
En general, las encuestas de los últimos días coinciden en que Terragno aventaja a Bravo y que Beliz está tercero, pero cerca. Ese fue el diagnóstico de Ibope OPSM, Analogías, Equis, Gallup, Julio Aurelio y Ricardo Rouvier. Todos registran un voto nulo alto. La mayoría de los consultores creen que el escrutinio de hoy muestre niveles algo más bajos de votos nulos y blancos que los señalados en las encuestas, aunque sin duda habrá record.
Respecto de la elección de diputados, los datos surgen del trabajo cerrado anoche por la consultora Ibope, que conduce Enrique Zuleta Puceiro. Lo más notable de ese trabajo es que Daniel Scioli (9,2 por ciento) se ubicaría tercero, detrás de María América González (14,9 por ciento) y Héctor Polino (14,6). Esto significaría que Scioli se impondría a Irma Roy. El sondeo de Ibope adelanta que Patricia Walsh (5,8 por ciento) y Luis Zamora (4,7) harán una muy buena elección y ambos tienen chances ciertas de ingresar a la Cámara de Diputados, porque proyectando sus porcentajes –excluyendo los nulos, blancos e indecisos–, trepan al 8 e incluso el 9 por ciento.
Si los datos de las consultoras se verifican en la realidad, habrá dos senadores para la Alianza y uno para el ARI, o sea que la Alianza retendría sus bancas (una para Terragno y otra para Vilma Ibarra, una para la UCR y la otra para el Frepaso), en tanto que el PJ (se va Carlos Corach) perdería la suya a manos de Alfredo Bravo.
En Diputados es muy difícil hacer un pronóstico. En principio, la Alianza pone en juego seis bancas, de las cuales retendría cuatro, el ARI renovaría las tres que tiene; Acción por la República y el justicialismo ponen en juego 4, de las cuales dos irían para el frente AR-PJ (encabeza Scioli) y dos quedarían para el frente que lidera Gustavo Beliz (encabeza Irma Roy), quedando las dos bancas que pierde la Alianza una para Izquierda Unida (Patricia Walsh) y otra para Luis Zamora.
En provincia, la ventaja de Eduardo Duhalde es holgada y en los últimos días se fue consolidando el segundo lugar de Raúl Alfonsín, de manera que habrá dos bancas para el PJ y una para la Alianza, tal cual ocurre hoy. En la elección de Diputados, la Alianza sufrirá una gran pérdida, ya que renueva 13 bancas, de las que quedarían siete en el camino.

 

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