�Ojalá me vaya como a Bianchi�
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Por
Gustavo Veiga
La voz áspera, su inconfundible sello de identidad, transmite
serenidad y entusiasmo. Pero Reinaldo Merlo, ni siquiera en la cresta de
la ola, se permite un desliz de grandilocuencia. Esquiva como puede, con
sus silencios o sus frases breves, un tema con el que machacan los medios
por estas horas: la posibilidad de que Racing, a medida que pasen los
domingos, vocalice un poquito mejor la palabra campeón. No le resulta
sencillo abstraerse de semejante ilusión atesorada por la gente. Ni
siquiera cuando apela a un casete tan gastado como las alusiones a un
posible título que, al club, se le niega desde hace 35 años. El director
técnico repite: "Vamos partido a partido", que es como decir caminemos
despacio. Y razón no le falta.
--¿Por qué se te ocurrió realizar una fugaz preparación en
Mar del Plata durante este receso?
--Buscamos mejorar la calidad de trabajo para llegar bien a la
recta final. Y, como tuvimos tiempo dos semanas, elegimos viajar casi
cuatro días para estar con el grupo y entrenar tranquilos. --¿En qué hiciste más
hincapié mientras estuvieron allá?
--En todo, en lo físico, pero en lo táctico también. --La paralización del
campeonato, si se toma en cuenta que venían en racha, ¿cómo puede
afectar a Racing?
--Nosotros veníamos bien, pero eso no quiere decir que nos vaya a
perjudicar. Este parate es para todos igual. Lo importante es que andemos
igual a la hora de volver. --¿Qué es lo más
importante que les aportaste a los jugadores desde que llegaste al club?
--Nosotros nos pusimos objetivos. En el primer torneo que dirigí
teníamos que hacer 29 puntos y bueno, así fue que no jugamos la Promoción.
Después, la meta pasó a ser armar un equipo para estar en los primeros
cinco lugares. Hubo incorporaciones; yo di los nombres; se trajeron los
jugadores. A veces uno pide tres por puesto y te traen uno. Aunque todos
los que llegaron tenían mi aval. --Se te cuestionó en
determinado momento que habías pedido demasiados volantes y casi ningún
delantero. ¿Lo recordás?
--No escuché lo que dijeron. Y, si fue así, ¿qué sé yo? --¿Qué valor agregado
debe tener un equipo como Racing para salir campeón en un torneo donde ya
sacó una ventaja importante?
--(Hace silencio.)... Yo, en mi caso, no hablaría de campeonato.
Hablaría partido a partido. Es la realidad, porque esto es muy difícil.
Este es un equipo que no tuvo amistosos, que se fue formando durante el
torneo. Hoy, con la situación económica que se vive, los jugadores te
llegan 48 horas antes, tres días antes, otros sin pretemporada. Y así lo
fuimos armando. --¿Cómo convivís con
el clima que genera tener tanta expectativa depositada en tus jugadores y
en vos?
--Me parece normal y lógico. Incluso me pone bien que la gente de
Racing aliente al equipo constantemente. Pero nosotros tenemos que ser fríos
y realistas. Ir fecha por fecha, porque esto es muy complicado. Yo sabía
los riesgos que tomaba cuando agarré al equipo. --¿Existen similitudes
entre aquellos 18 años sin títulos que viviste como jugador de River con
estos 34 sin campeonatos locales que lleva acumulados Racing?
--(Resopla.) Yo no puedo comparar, viste. Racing tiene una hinchada
fenomenal, que apoya muchísimo. En un club grande que hace tanto tiempo
que no gana un título local, es normal que el público tenga la
expectativa que tiene. Pero yo, te repito, debo estar tranquilo. --¿Te molesta que la
gente hable ya de tu equipo como un firme candidato al título?
--No, porque yo tengo que mantener la mente fría como entrenador.
Y, además, no hay que perder de vista a potencias como River y Boca que
están luchando por el título... San Lorenzo, Gimnasia. Por eso, sólo
pienso en el próximo rival, que es Colón. --¿Decís lo mismo que
Carlos Bianchi cuando antes de ganar el primer título comentaba que había
que ir partido por partido?
--No me acuerdo lo que decía. Pero ojalá me vaya como a Bianchi. --¿Sos consciente de que
pasan los partidos y estás cada vez más cerca de quedar en la historia
de Racing para siempre?
--No, todavía no. Yo voy partido por partido. --Otra vez con el
casete...
--Es la realidad, ¿qué te parece? --¿Pero habrás notado
que a esta altura generaste un consenso en el público de Racing que,
cuando te contrataron, no tenías porque estabas identificado con otro
club?
--Sí, puede ser. Aunque yo, de eso, no me doy cuenta. Siento que
me respaldan, que tengo el apoyo de la gente como todo el equipo. Y eso
también me hace sentir tranquilo. --¿Cuánto tiempo ocupa
Racing por día en tus pensamientos?
--Y, prácticamente las veinticuatro horas. No me puedo tomar un día
de descanso y menos ahora. Practicamos todos los días, siempre hay que
ver el video nuestro, el video de los contrarios, concentramos el
viernes... Estamos abocados a esto, te imaginarás. --En la idea futbolística
que profesás, ¿la aptitud individual se subordina a lo táctico o es al
revés?
--Yo quiero un orden táctico para el equipo, que sepa dónde
recuperar el balón, que cada uno de los jugadores sepa cuál es su función.
Pero después, en lo individual, yo no le prohíbo nada al futbolista. El
que juega en mi equipo tiene libertad para crear. --¿Pensás lo mismo
ahora respecto del fútbol que cuando eras jugador?
--No, porque el fútbol cambió. Ojo, el fútbol siempre es uno,
pero ahora se juega en espacios mucho más reducidos, ahora es mucho más
difícil, hay más despliegue, más dinámica... --Sea cual fuere el
desenlace de esta campaña que viene realizando Racing, ¿cómo te gustaría
que la gente recuerde a tu equipo?
--No, no... o sea, es un equipo con mucho sacrificio, con jugadores
que se brindan con todo adentro del campo, un grupo que jamás da por
perdida una pelota. Y a veces, por eso, se juega al límite. --Si, como se estila
decir, en el fútbol se conocen todos, ¿cuál es el plus que debe tener
un equipo como Racing para sorprender a los rivales?
--Nosotros, desde que arrancamos este torneo, quisimos ser
protagonistas en todos los partidos. Ir a buscarlos siempre. Por eso, acá
no hay ningún plus. Y jugarlos como si se tratara cada uno de una final.
De ese objetivo, no podemos apartarnos. --¿Los dos partidos
consecutivos con Boca y River que van a jugar serán el punto de inflexión
para Racing en el campeonato?
--No, primero tenemos que pensar en Colón, en el próximo partido. --A propósito de Colón,
es el otro invicto de este torneo.
--Trabaja bien, tiene gente con buena pegada, buen contragolpe, dos
delanteros que van a todas. --¿La mayoría de los
equipos del fútbol argentino juegan parecido? ¿Mucha presión, salida rápida,
contraataque?
--Algunos sí y otros no. Yo no puedo hablar de los demás equipos,
sí de Racing. --¿Cuál es la
diferencia entre tratar con dirigentes convencionales y empresarios como
Fernando Marín, el gerenciador de Racing?
--Con Marín me llevo muy bien, igual que él con todos los
jugadores. Hay una unión de las tres partes, que es buena. El está en
todos los detalles. Yo arregló todo con Fernando y, la verdad, me llevo bárbaro. --¿Vos querés decir que
un hombre de negocios, al invertir su dinero en el fútbol, tiene más
dedicación que un directivo ad honorem?
--No se puede comparar. Nosotros tenemos una buena relación, pero
no se puede equiparar una cosa con la otra. Lo que uno pide en cualquier
club, tranquilidad para trabajar. La pedís acá y te la dan. --¿Creés en la
denominada psicología del vestuario?
--Sí, sí... Hablo con los jugadores individualmente y en grupo.
Si los puedo ayudar, los ayudo. El futbolista siempre tiene las puertas
abiertas para conversar conmigo. --¿Tenés cábalas?
--No, ninguna. --Pero hace unos días te
filmaron en el partido contra Unión haciendo los cuernitos con una mano
cuando el rival iba a patear un tiro libre cerca del área...
--(Se ríe.) No pongas nada de eso. --¿Y qué tiene de malo?
--Nada, nada. Mostaza Merlo respeta los códigos del fútbol como pocos. Entre ellos, expone su habilidad para responder entrevistas sin pasar sofocones, ni arriesgar una opinión que afecte a jugadores o colegas. Esa inveterada condición no se alteró con el paso del tiempo. Quien escribe estas líneas puede dar fe. Lo conoce hace algo más de dos décadas.
VIRTUDES DEL RACING BY MERLO
Por J. J. P.
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