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El cantar de Takahara

La imprevisible llegada del delantero japonés a Boca no sólo plantea cuestiones de titularidad al técnico sino �a otro nivel� desafíos de musicalidad y expresividad poética a la hinchada: cómo alentar o vituperar al oriental. 
Ni Giunta ni Palermo ni �incluso� Tréllez en sus mejores o peores momentos le plantearon problemas similares a la bostería. Pero ya hay quienes en La 12 tienen sus �haikus� preparados. 

 Por Ricardo Plazaola

La presencia de Naohiro Takahara en el plantel es un problema importante para Carlos Bianchi (¿saca a Delgado?, ¿saca a Guillermo?). Para los hinchas el problema es de otra índole, no menos importante para ellos: cómo alentar al japonés, cómo denostarlo.
Puestos en la primera hipótesis �siempre es mejor construir�, los hinchas de Boca tienen ciertos recursos a mano, por cierto algo recurrentes:

Aplaudan, aplaudan / no dejen de aplaudir 
lo gole de Naujiro / que ya van a venir


O el clásico 

Y dale Taka / dale, dale Taka...

Una variante sencilla, casi escolar, casi un haiku (seis sílabas igualmente acentuadas), es: 

Un / dos / tres / ja / po / nés

Cuando los hinchas opinen que debe entrar como titular, se le debe sugerir al técnico con cánticos de este tenor:

Borom bom bom / borom bom bom 
dale Carlitos / poné al nipón


Para despedirlo luego de una buena actuación, el coro azul y oro puede hacerse entender fácilmente por el aludido: 

Sa /yo / na / ra 
sa / yo / na/ ra


Debe advertirse que esta forma gentil puede ser tomado a broma por simpatizantes del rival, revirtiendo el sentido del saludo:

Sayonara / sayonara / sayonara / sayonara por qué no se van todos / a la c... etcétera

Es que, como hemos dicho, del lado de la destrucción, lamentablemente, forman fila. 
Hay que admitir que algunos practicantes del vituperio militan con frecuencia en el bando propio. Por eso, se nos ocurre que hasta los propios bosteros pueden eventualmente criticarlo:

Atención, atención / atención, atención hacete un par de goles / o rajá para Japón

Con alguna variante:

Borom bom bom / borom bom bom 
al tintorero / devuelvanlón (sic)


Por suerte para Naohiro, por un tiempo el idioma le sonará aún extraño, de modo que cuando juegue de visitante no se va a enterar de que, con música de �Los pibes chorros�, algunos energúmenos le propongan así: 

Andá a laburar / a la tintorería
Puede no parar ahí la crueldad del oponente. Verbigracia:

El tintorero / el tintorero 
es un invento / del ingeniero


¿Cómo puede el vate xeneize prevalecer por sobre la burla? A fuerza de talento, únicamente. Por ejemplo:

Ya volvemos a Japón / ya volvemos a Japón lo llevamos a Riquelme / y también al traductor

Al respecto, ha llegado a nuestra mesa de trabajo un soneto de bostero anónimo titulado �No es lo mismo volver a Tokio que volverse a Tokio�, que reza piadosamente así:

Por leyes del mercado que yo ignoro
Llegaste, de antípodas lejanas
A probar, amarillo, si eres oro
Y azul, o que apenas luces ganas 

Si la fortuna tu puerta tocara
Y en tu nombre se jugara la gloria
Vivirás tal momento, Takahara, 
Que jamás olvidará tu memoria

Mas si por goles no vas con esmero
Si tu jugar no fuera de primera
Te volverías de pronto, muy ligero, 

Porque no te salva en la Bombonera,
No te ampara médico ni ingeniero
Si se te ortiva la hinchada bostera.

 

 

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