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elecciones 2001

Un triunfo para volver a soñar con 
un desembarco en la Casa Rosada

Eduardo Duhalde venció holgadamente a Raúl Alfonsín en la provincia de Buenos Aires. El justicialista quedó instalado en el lote de presidenciables para el 2003, aunque ayer prefirió bendecir la candidatura de Carlos Ruckauf. 


Eduardo Duhalde le dedicó el triunfo a su mujer, Hilda �Chiche� González, quien ayer cumplió años.
El senador electo compartió los festejos con su socio político, el gobernador Carlos Ruckauf.

Por Diego Schurman

Marketing o desencanto. Lo cierto es que hace un año amenazó desentenderse de la política y reinauguró su inmobiliaria en Lomas de Zamora. Tenía argumentos: el �97 lo encontró como el �padre de la derrota� y el �99 como el gran perdedor ante una Alianza prometedora. Anoche, alrededor del 40 por ciento de los votos bonaerenses no sólo lo hicieron resucitar como senador electo: a Eduardo Duhalde se le abrieron las puertas para aspirar nuevamente a ocupar la Casa Rosada. Venció a Raúl Alfonsín por más de 20 puntos en el principal distrito del país y su conferencia de prensa orilló con un discurso de campaña.
Duhalde sorteó el primer obstáculo para soñar con el sillón de Rivadavia. Mantuvo el piso histórico del justicialismo en la provincia. Y, además, mejoró el porcentaje de la última elección legislativa �la de diputados nacionales de 1999� en la que el PJ cosechó el 36,6 por ciento de las adhesiones.
A media tarde, un boca de urna llegó a ubicarlo cercano a aquel 46,3 por ciento que alcanzó el partido en 1993, en la mejor performance de la última década. Pero a medianoche, escrutadas el 75 por ciento de las mesas, se encontraba más cerca del 37 por ciento. Sea uno y otro el número final, lo cierto es que el ex gobernador prolongó la hegemonía del PJ entre los bonaerenses.
Duhalde sabe que el Senado, donde desembarcará junto a su compañera de lista Mabel Müller, es apenas una escala de la travesía. Habrá que ver si trabajará por volver a la gobernación en el 2003, como admitió públicamente, o buscará una segunda oportunidad para acceder a la presidencia.
El bonaerense vislumbra un escenario más dócil que el del �99. Entonces, como postulante oficialista, debió pelear primero con Carlos Menem �para diferenciarse y para que no le birle la candidatura� y después con una Alianza que absorbió la mayor expectativa de cambio. 
Ahora, como opositor, encuentra un Gobierno debilitado �que no deja prácticamente chances a una reelección de Fernando de la Rúa y acota la de cualquier candidato oficialista� y al menemismo en un proceso de sangría aparentemente irreversible. 
En un país bipartidista, el gran desafío de Duhalde será entonces posicionarse frente al resto de los presidenciables del PJ. Tendrá una primera fase, indefectible: medirse con Carlos Ruckauf, a quien le puso el aparato bonaerense para convertirlo en gobernador en el �99.
Por ahora se fotografían juntos. Y se predican, también practican, la lealtad en varios terrenos: el gobernador nunca mencionó �la herencia recibida� para aludir a los problemas de caja de la provincia, y su antecesor le garantiza el encolumnamiento de los legisladores en el Congreso.
Esa sociedad �congeniada originamlente para llegar a La Plata uno, y a la Casa Rosada el otro� volvió a mostrarse ayer indivisible durante la conferencia de prensa que dieron en la Capital. Pero por detrás de los discursos emergen todo tipo de estratagemas.
Para los duhaldistas, Ruckauf debe pelear contra el desgaste de su gestión. Para los ruckaufistas, Duhalde sólo tiene el crédito de los bonaerenses pero su imagen no se proyecta de la misma manera a nivel nacional. Y, en consecuencia, corre en desventaja frente a José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann, cuyos candidatos ayer también ganaron.
Pero Duhalde ya quiso trascender las barreras de la provincia. Fue hace menos de un mes, cuando apareció mencionado como candidato a jefe de Gabinete de este gobierno. Fue suficiente para que el vocero presidencial Juan Pablo Baylac lanzara el cachetazo del �pacto bonaerense�, que sonó por igual en la mejilla del ex gobernador como en la de Alfonsín. 
A los dos lo unieron palabras como �reprogramación de la deuda externa� o �concertación patriótica�, en una movida que debía desembocar en el desplazamiento de Domingo Cavallo, paradójicamente el ministro con el que Duhalde negoció hasta último momento para formar una lista común en la provincia.
Pero ayer, el justicialista y el radical mostraron sus diferencias. La sonrisa de uno fue mucho más amplia que la del otro. Y no era para menos: en la intimidad el ex presidente manifestó su temor a salir tercero. Es que la contienda no la tuvo con Duhalde, a quien daba por hecho ganador, sino con el cura Luis Farinello. 
Tal era el desasosiego del radical que chanceó con tirar �manteca al techo� de alcanzar el 20 por ciento de las adhesiones, menos de la mitad de los sufragios conseguidos por la Alianza en el 97 y el 99. Alfonsinistas y duhaldistas no dudaban a la hora de interpretar el mal desempeño electoral de la Alianza: sufrió el castigo de representar al partido del gobierno.
Duhalde seguía atento los números para saber quién se quedará con el tercer lugar, que se disputaban cuerpo a cuerpo las dos agrupaciones debutantes: el Polo Social de Farinello y Alternativa para una República de Iguales, el partido de Elisa Carrió que llevaba de candidato a senador al intendente de Trenque Lauquen, el radical Jorge Barrachia. Pero lo que más le preocupaba al senador electo del justicialismo era la decisión que deberá tomar esta misma semana: si cerrar o mantener abierta la inmobiliaria.

DUHALDE Y SU ASPIRACION PRESIDENCIAL
�Del futuro hablaré más adelante�

Por D.S.

Eduardo Duhalde acaba de convertirse en senador electo, admite sus deseos de volver a gobernar la provincia de Buenos Aires, pero esquiva una respuesta contundente a la hora de blanquear su sueño de llegar a la Casa Rosada. Esto es lo que le dijo a Página/12.
�¿Qué lectura hace del triunfo del PJ en la provincia?

�Es una mezcla de bronca de la gente por cómo está el país. Superamos guarismos históricos y eso nos complace enormemente.
�Usted sabe que este resultado lo vuelve presidenciable.
�Esa no es mi misión en el justicialismo. Yo no quiero que pase lo mismo que en el �99, cuando yo era candidato y tenía la oposición en el propio partido. No quiero generar eso.
�¿Aún si las encuestas le dieran muy bien?
�Yo digo que hay que poner a los que estén mejor. Todos estamos sometidos a una prueba que es gobernar en crisis. Si usted me pregunta hoy y ahora quién quiero que sea el candidato, yo le digo que quiero que sea el gobernador de mi provincia (Carlos Ruckauf). Yo preferiría trabajar desde afuera, sin competir, porque estoy convencido de que el justicialismo es una gran herramienta liberadora. 
�Usted también dijo que se iba a dedicar al negocio inmobiliario y finalmente gana una elección a senador, se propone ser nuevamente gobernador y... 
�... el mío es un fenómeno provincial. Si entramos en competencia, puede desatarse lo que me pasó a mí, que me cayeron todas las maldiciones. Juro que quiero algo nuevo, queremos un nuevo modelo y eso le reclamamos al Gobierno permanentemente. Acá hay que desplazar a la comunidad financiera, hay que hacer un país industrialista.
�Insisto: si las encuestas, a las que usted es adepto, lo ubica como el mejor candidato del justicialismo, ¿en el 2003 se postularía a gobernador o pelearía por la candidatura a la presidencia?
�Eso lo hablaré más adelante, hoy quiero hablar de otra cosa.


EN GRAGEAS

Los justicialistas Eduardo Duhalde y Mabel Müller, y el radical Raúl Alfonsín, en nombre de la Alianza, serán los senadores nacionales que representarán la provincia de Buenos Aires

El PJ también se apoderó de la mayoría de las 35 bancas a diputados nacionales en disputa. Su cabeza de lista es Jor- ge Remes Lenicov, a quien Duhalde imagina como su ministro de Economía. La Alianza llevó al radical Leopoldo Moreau.

Hoy se conocerá en detalles cómo se repartirán las 23 bancas de senadores y 46 de diputados provinciales en disputa, además de las 2 intendencias y 1030 concejalías.

Como en el resto del país, el promedio de votos �negativos� rondó el 25 por ciento. Escrutado el 75 por ciento de las mesas, hubo 10,79 por ciento de sufragios en blanco; 14 por ciento nulos y 0,92 recurridos o impugnados.

Carlos Ruckauf hará valer el triunfo justicialista en su provincia en una reunión de gobernadores de ese partido con el Gobierno. El resultado les servirá para seguir presionando por el dinero de la coparticipación adeudado.

Duhalde mostró ayer en conferencia de prensa un discurso de campaña. Reiteró, horas después de recibir los saludos de Raúl Alfonsín, que es �suicida� seguir con el modelo, que podría desembocar en el �caos y la anarquía�, y que el resultado electoral fue un �ultimátum en las urnas� para Fernando de la Rúa.

El ex gobernador se vio beneficiado con los votos de otras listas que lo llevaban como candidato a senador, como la que aportó el Frente Compromiso Social, que postuló como primer candidato a diputado a Marcelo Duhalde �que no tiene ningún parentesco� y la UCeDé, que encabezó la nómina a la Cámara baja con Hugo Bontempo.

El senador electo del PJ festejó el triunfo bonaerense en... la Capital. Fue en la sede de la calle Rivadavia al 2000, junto a su mujer Chiche �quien cumplía años�, el gobernador Carlos Ruckauf y el vice Felipe Solá. El ritmo lo pusieron Tula y su bombo.

Fue en ese acto porteño donde Ruckauf advirtió que el resultado es un mensaje �fuerte para el país, no sólo porque ganó el PJ sino porque en segundo lugar quedaron los votos en blanco�.

�Dejé mi corazón y mi cansancio en los barrios recorriendo la provincia�, se lamentó Luis Farinello, quien no logró la tan ansiada banca de senador. El cura y titular del Polo Social reconoció luego que a De la Rúa �le va a ser difícil gobernar por el triunfo del PJ�. 

 

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