Por Santiago Rodríguez
�No, no. Que quede claro que lo que ganó fue el voto positivo 70 a 30 por ciento�, dijo Rodolfo Terragno ayer a los pocos dirigentes aliancistas junto a los que recibió los primeros resultados. �Siete de cada diez porteños se han pronunciado positivamente y la mayoría se volcó hacia fuerzas progresistas�, repitió ya entrada la noche, cuando se declaró públicamente vencedor de la elección de senadores en la Ciudad de Buenos Aires. Lo cierto es que más allá del triunfo de la Alianza �que también se impuso para Diputados� y la curiosa interpretación matemática de Terragno, el voto nulo y en blanco se convirtió en la primera minoría en un distrito en el que también hubo otras sorpresas. Como que al cierre de esta edición se registraba un virtual empate técnico entre el candidato del ARI al Senado, Alfredo Bravo, y el del Frente Nuevo País, Gustavo Beliz. La izquierda logró mejor performance de la que esperaba y obtenía, en principio, tres bancas en la Cámara baja.
Terragno y la frepasista Vilma Ibarra ocuparán cada uno una banca en el Senado. De eso no hay dudas porque el triunfo de la Alianza 2001 está fuera de discusión: escrutados casi el 65 por ciento de los votos, la boleta aliancista conseguía el 21,41 por ciento.
Lo que anoche estaba en duda, en cambio, era quién será el tercer representante del distrito en esa Cámara: Bravo alcanzaba el 19,94 por ciento contra el 16,77 de Beliz. Al final cabeza a cabeza se sumaba otra incógnita: los votos obtenidos por el socialista resultaban de la suma de lo obtenido por la lista del ARI y la del Partido Popular Nuevo Milenio -de Dante Gullo� que lo llevó como senador. En algún momento circuló la versión de que los belicistas podían llegar a impugnar esos votos, pero colaboradores de Beliz lo negaron.
En cuarto lugar en la carrera para la Cámara de Senadores quedó el cavallista Horacio Liendo con el 11,28 por ciento. El postulante de Autodeterminación y Libertad, Norman Brisky, conseguía el 6,78 por ciento y la de Izquierda Unida, Vilma Ripoll, el 6,44 por ciento.
Pero no por nada �y a pesar de la euforia por haber sido la fuerza política más votada� más de un dirigente admitió ayer en el bunker donde los aliancistas aguardaron los resultados del comicio que �la verdad es que hoy nadie puede festejar�. Es que entre los porteños ganó el �voto bronca�, que no distinguió sexos, barrios ni clases sociales. Según los datos oficiales, en la elección a senador el voto negativo fue casi del 30 por ciento: 4,71 por ciento en blanco; 23,36 nulos y un 0,81 por ciento recurridos e impugnados.
El voto nulo fue �según un estudio realizado ayer mismo por la consultora Equis� el medio por el cual los porteños canalizaron mayoritariamente su rechazo a la oferta electoral y fue parejo entre hombres y mujeres y en todas las edades, aunque algo menor en la franja de los 60 a los 74 años, entre los que contrariamente se registró el mayor índice de voto en blanco. Es decir, hubo muchos mayores que no anduvieron buscando boletas de Clemente o de algún prócer sino que directamente fueron y metieron el sobre vacío en la urna.
Analizado por estrato económico, el sufragio nulo y en blanco resultó mayor �aunque por poco margen� entre el sector medio en riesgo de pasar a ser pobre. En el norte hubo más anulación del sufragio que en el resto de la ciudad, mientras que el voto en blanco alcanzó su mayor nivel en el sur.
Los números del �voto bronca� fueron muy similares en la elección de diputados, donde la Alianza 2001 también se alzó con el triunfo y obtenía con seguridad tres de las trece bancas en juego. Con un 65 por ciento de los votos escrutados, los aliancistas cosechaban casi el 19,36 por ciento y se aseguraban la reelección de María América González y el ingreso a la Cámara baja de Aldo Neri y Nilda Garré. En duda estaba Horacio Vivo, quien por la aplicación del sistema D�Hont podía llegar a resignar su lugar amanos de Roberto Azareto, quien desde la Alianza de Centro se presentó bajo el paraguas de Beliz y alcanzaba el 5,22 por ciento de los sufragios.
El ARI conseguía el 12,06 por ciento y sentaba en la Cámara baja a Héctor Polino y Laura Musa, pero no así a Norberto Laporta, tercer candidato en la nómina. El tercer lugar era de Unión por Buenos Aires, cuyo 11,75 por ciento garantizaba a Daniel Scioli su continuidad como diputado y la entrada a la Cámara baja del cavallista Daniel Cantini. También conseguían su banca Irma Roy y Gerardo Conte Grand, los belicistas de la boleta del Frente Nuevo País y que obtenía el 9,26 por ciento.
�Estamos contentos porque hicimos una elección magnífica�, declaró entrada la noche la electa diputada por Izquierda Unida, Patricia Walsh, a propósito de la performance de todos los partidos de izquierda. Los números le daban la razón: 7,04 por ciento para su agrupación y un todavía mejor 10,02 por ciento para Autodeterminación y Libertad, que tenía segura una banca para Luis Zamora y en discusión otra para Marta Castaña. Quien podía llegar a arrebatársela era Lía Méndez, del Partido Humanista, que obtenía el 5,04 por ciento.
Scioli electo, renovó su mandato como diputado con 11,75 por ciento.
También ganó Cantini, Irma Roy y Conte Grand, con otra boleta. |
Bravo superaba por poco a Beliz, en disputa por la tercera banca.
Anoche tenía casi el 20 por ciento del 65 por ciento de las mesas. |
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