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TEMOR DE BANQUEROS A LA REACCION DE AHORRISTAS
Volvió el fantasma de la fuga

Por Alfredo Zaiat

Esta semana será clave para el sistema financiero. La importancia no estará dada por el canje de deuda o por las medidas por venir. Lo que más les preocupa a los principales bancos es cuál será la reacción de los depositantes luego de las elecciones. Y la inquietud tiene su origen en que en los últimos quince días se ha reiniciado una lenta pero persistente fuga de depósitos. El temor reside en que esa tendencia se profundice en los próximos días. Y la esperanza es que se detenga. Hay que tener en cuenta que desde el pico de la recuperación, el 26 de setiembre, hasta el último dato difundido por el Banco Central, los depósitos totales bajaron 1435 millones.
Con la información recogida por la autoridad monetaria, al 9 de octubre, las colocaciones en el sistema se ubican apenas 1091 millones por encima del mínimo. Ese piso se contabilizó el 23 de agosto, cuando en las cajas de las entidades había 72.070 millones. O sea, que más de la mitad de la recuperación se ha vuelto a marchar de los bancos, luego del respiro que significó el acuerdo de salvataje del Fondo Monetario Internacional.
Ese lento retorno de los depósitos, que fue exagerado por las propias entidades y amplificado por ciertos medios preocupados por la �salud� del sistema, era evidente con sólo observar la encuesta diaria de tasas de interés, que informaba con precisión el Banco Central. Tasas de hasta el 22 por ciento en pesos y del 15 por ciento en dólares reflejaban la dificultad de los bancos para recuperar los depósitos perdidos. Ese nivel de tasas no retrocedió sustancialmente ni en las mejores jornadas financieras. Cuando la tasa del call describió un salto del 8 al 35 por ciento comenzó esta última ronda de fuga. 
Lo cierto es que cuando las (malas) noticias económicas dominan el escenario, con una suba del riesgo país, una caída del nivel de actividad o un derrumbe de la recaudación, los ahorristas, grandes o pequeños, inmediatamente asumen un actitud defensiva de su capital. El gatillo que disparó esta nueva huida, según coinciden analistas independientes, fue el retroceso estrepitoso de los ingresos fiscales que hace casi imposible cumplir con el Déficit Cero. Primero fueron los trascendidos de ese desmoronamiento, que impulsaron a grandes inversores a refugiar sus depósitos en otras plazas. Luego, con la información oficial, la precaución alcanzó a pequeños y medianos ahorristas. 
Para esos mismos especialistas, que no están contaminados con la influencia de la city, el paquete de medidas económicas que se anunciará y pasada las elecciones legislativas, se abrirán dos semanas de calma financiera. O sea, que la incipiente fuga se detendría. Pero, a la vez, advierten que cuando empiece a difundirse las estimaciones de la recaudación de este mes, saldo que sería tan o más catastrófico que el de setiembre, la huida volvería a tomar impulso.

 

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