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SUSANA DECIBE Y MANUEL GARCIA SOLA CITADOS A INDAGATORIA
Contratos con fines poco claros

El juez Gabriel Cavallo citó a declaración a los ex ministros de Educación de Menem por la firma de contratos con Hugo Haime.

Por Adriana Meyer

Los dos últimos ministros de Educación durante la gestión menemista fueron llamados a indagatoria. Están acusados de fraude contra la administración pública por haber contratado en forma directa los servicios del encuestador Hugo Haime, que también fue citado. Según la denuncia de la Oficina Anticorrupción (OA), los “funcionarios públicos actuaron beneficiando un interés privado”, violaron la normativa vigente, subcontrataron personas vinculadas a la misma consultora para la realización de varios informes con el mismo objetivo, que incluso no fueron utilizados en “ninguno de los programas desarrollados por el ministerio”. Así, los ex ministros Susana Decibe y Manuel García Solá serán indagados el 25 y el 30 de octubre, mientras que Haime debe presentarse el día 23. La ministra firmó uno de los cinco contratos cuestionados.
El juez Gabriel Cavallo accedió de esta manera al pedido del fiscal Carlos Cearras, a quien había delegado la investigación iniciada el año pasado con la denuncia de la OA. Durante la gestión de Solá como secretario de Programación y Evaluación Educativa, desde abril de 1996 a mayo de 1999, y como ministro de Educación, hasta diciembre del mismo año, se celebraron cinco contratos con Haime para que realizara encuestas con diferentes objetos. En esa presentación no figuraba la ex ministra Decibe, pero el fiscal estableció que uno de los contratos cuestionados lleva su firma. García Solá integró el efímero “Gabinete de las Luces” de los ultramenemistas que acompañaron al “jefe” tras la derrota electoral del ‘99.
“El monto del fraude no supera los 700 mil pesos, pero lo más grave es el hecho”, explicó a Página/12 una fuente judicial. En este caso los hechos indican que se utilizó la vía de la contratación directa para la realización de estudios que se superponían entre sí. A modo de ejemplo, uno de ellos se refería al “criterio” y otro a la “opinión” de la comunidad sobre la evaluación en el sistema educativo.
El director de Investigaciones de la OA, Manuel Garrido, había denunciado:
- Las violaciones a las disposiciones que regulaban los contratos, relativas a los montos máximos que debían abonarse, a la competencia del funcionario que estaba facultado para decidir el contrato, y a los informes que debían dirigirse a la máxima autoridad del ministerio acerca de los resultados alcanzados con la contratación.
- La total falta de utilidad de los trabajos contratados, que no habrían sido utilizados en el desarrollo de ninguno de los programas llevados adelante por el ministerio y que no se informaron al ministro los resultados alcanzados con los mismos.
- La doble o triple contratación de estudios que podrían haberse llevado a cabo mediante un solo trabajo, por tener objetivos similares o idénticos y poseer en muchos casos el mismo universo de población encuestada (mayores de 18 años residentes en la Capital y en la provincia de Buenos Aires).
- El vínculo laboral con Haime que tenían los demás sujetos contratados: Carlos Santos, Sandra Albertocco y Marina Hondeville se encontraban a la fecha de los contratos prestando servicios en la consultora de Haime.
Además de Decibe, García Solá y Haime, fueron citados a indagatoria Santos, Albertocco, Hondeville y otros cinco ex funcionarios del ministerio. Aunque la OA pretendía que los acusados fueran imputados por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública, finalmente deberán responder bajo el cargo de fraude contra la administración pública. “Todo esto ocurrió mientras todos pagábamos el impuesto para elincentivo docente y ahí radica la inmoralidad, además del aspecto legal”, opinó uno de los investigadores.
Otro de los imputados es José Elisardo Fortes, ex subsecretario de Administración del Ministerio de Educación. El ex funcionario decidió la adjudicación del contrato a favor de la consultora de Haime, mientras que García Solá autorizó el gasto. En el expediente hay una nota en donde queda clara la intervención de Fortes: Haime le hace llegar una nota en donde “de acuerdo a lo conversado telefónicamente” le envía el presupuesto “para los estudios de opinión pública”.

 

 

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