OPINION
Contra
la guerra
Por
Abuelas de Plaza de Mayo *
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A
lo largo de la historia, los pueblos incluido el nuestro
lucharon con armas y emprendieron guerras de liberación para
lograr su independencia. Ese derecho jamás ha sido cuestionado.
Pero los actos de terrorismo sólo buscan promover el terror,
y la matanza indiscriminada e injustificada de personas no ha ayudado
nunca a la liberación de los pueblos, muy por el contrario,
ha sido muchas veces demasiadas utilizada como excusa
para aplastar las causas justas y legítimas del derecho de
los pueblos. Nuestros hijos, esposos, hermanos, desaparecidos, asesinados,
presos, exiliados, torturados, habían emprendido una lucha
para lograr una sociedad justa y lo hicieron desde muy diversos frentes
estudiantiles, sindicales, profesionales, políticos,
incluyendo los de la lucha armada y de muy distintas formas,
pero nunca practicaron el terrorismo, porque lucharon por la vida
y no por la muerte.
El terrorismo lo sufrieron en carne propia, ejercido desde el Estado
argentino, que lo puso en práctica para paralizar la sociedad
y sojuzgarla. Y al igual que en otros países de América
latina, Asia y Africa distintos gobiernos de Estados Unidos
fueron ideólogos, instructores militares, apoyo, cómplices
y/o encubridores de las atrocidades que se cometieron, como lo evidencia
la documentación secreta desclasificada del Departamento de
Estado de los Estados Unidos. También el Estado norteamericano
es responsable de cientos de miles de víctimas producidas en
conflictos de baja y alta intensidad, así como
de una economía neoliberal globalizada que causa en el mundo
la muerte por hambre de millones de personas.
Por otra parte el fundamentalismo talibán no combate la explotación,
ni aspira a una evolución, ni a cambios en el sistema de producción.
Sólo esgrime, en nombre de Dios, tener la razón, la
disposición de sus seguidores a entregar la vida en actos como
los del 11 de setiembre en Estados Unidos, y su fundado, aunque irracional,
odio al país más poderoso de la tierra. Y aplica los
métodos, armas y estrategias que aprendió de quien fuera
su aliado y hoy considera su peor enemigo. A la injusticia y a la
irracionalidad se debe responder con justicia y no con venganza. Lo
contrario generará más injusticia, más venganza
y más muertes. Una vez más afirmamos que es indispensable
aplicar los principios de la justicia universal. Principios que, lamentablemente,
ni Estados Unidos que no ha ratificado ninguna declaración
ni pacto, ni convención internacional de derechos humanos
ni los países islámicos están dispuestos a reconocer.
Los responsables del demencial ataque a los Estados Unidos que
deben ser identificados deben ser juzgados por tribunales internacionales
imparciales, que garanticen la justicia y no pretender hacerlo a través
de una guerra que ya se está cobrando víctimas civiles,
muertos, millones de personas, huyendo de los bombardeos, más
hambre, más dolor. Y, en una situación económica
como la que atraviesa el mundo, gastar billones de dólares
en armas es una afrenta hacia la humanidad toda.
Por ello, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y
Detenidos por Razones Políticas y Madres de Plaza de Mayo Línea
Fundadora, sostenemos que la única guerra que podemos justificar
es la guerra contra el hambre, la miseria, la desocupación
y la injusticia.
* Junto a Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones políticas;
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. |
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