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Por Diego Schurman
 Primer acto: Duhalde pidiendo
la unidad de la CGT. Segundo acto: Duhalde contactándose con gobernadores
del PJ, Tercer acto: Duhalde hablando con representantes de la Unión
Industrial. Cuarto acto: Duhalde acercando ideas a diputados y senadores
del PJ. Quinto acto: Duhalde reuniéndose con funcionarios del Gobierno.
¿Cómo se llama la obra? Eduardo Duhalde está en campaña.
El senador electo realizó ayer un raíd propio de aquel que
aspira a comandar el PJ, un lugar que le seduce y que podría convertirse
en la antesala para lanzar su candidatura presidencial. Para ello sacó
a relucir aquel “Movimiento Productivo” lanzado junto a Raúl
Alfonsín hace dos meses en el Hotel Bauen. Se trata de una iniciativa
con la que busca atravesar a todos los partidos políticos para
plantear, de la mano de empresarios y sindicalistas, un paquete de políticas
de Estado.
Es que para el bonaerense todavía es tiempo de sembrar. Y el triunfo
alcanzado el domingo –un resultado que puede modificar el mapa interno
del PJ– se transformó en una suerte de salvoconducto que le
permite moverse por los principales lugares de decisión política.
Le gusta mostrarse como el “arquitecto” del PJ. Y disfruta de
su flamante papel de hombre de consulta full time. Por citar un ejemplo:
Chrystian Colombo habló ayer con él para intercambiar puntos
de vista sobre la propuesta que el Gobierno acercará a los gobernadores
y los futuros cambios de gabinete.
No fueron los únicos temas. De la ronda de conversaciones participó
el senador Ramón Puerta, a quien se menciona como eventual presidente
de la Cámara alta si es que el denominado Bloque Federal –que
agrupa a las 11 provincias chicas del peronismo– no baraja otro candidato.
Duhalde viene diciendo que ese lugar debe quedar para la Alianza.
Previamente el flamante senador tuvo una primera reunión con Carlos
Ruckauf en el centro porteño para “homogeneizar” el discurso
de la provincia de Buenos Aires. Ambos mantienen una muy buena relación
con Domingo Cavallo. Y a pesar de que fuentes del Ministerio de Economía
lo desmintieron, desde el duhaldismo se habló de un encuentro en
el que habría participado Jorge Remes Lenicov, el referente económico
del ex gobernador.
Los duhaldistas estaban exultantes. Es que su jefe había sido recibido
con todos los honores por las dos CGT (ver nota aparte).
–Tienen que unirse –fue el mensaje que Duhalde le hizo llegar
por igual a Rodolfo Daer y Hugo Moyano. Los líderes de la central
oficial y la rebelde piensan que tarde o temprano ese día llegará.
Duhalde tiene excelente relación con Moyano. Pero recién
ahora está logrando recomponer con los “gordos” oficialistas,
que tienen sus fichas puestas en el cordobés José Manuel
de la Sota. El apoyo de Carlos Ruckauf a Luis Barrionuevo, quien logró
una senaduría en Catamarca, fue un gesto valorado por las huestes
de Daer.
El ex gobernador también quiere capitalizar las propuestas que
las dos CGT elaboran desde hace meses con la Unión Industrial en
lo que se dio en llamar el “Grupo Productivo”. No por nada Duhalde
se cansó de ensalzar la figura del titular de la UIA, Ignacio de
Mendiguren. El industrial ve salidas similares a la crisis a la de Duhalde
y Ruckauf (ver recuadro).
Si bien el senador electo no logró ni por asomo el caudal de votos
de los años de oro del peronismo, la diferencia de 30 puntos que
le sacó a Raúl Alfonsín, lo estaría llevando
a reimpulsar una comisión de acción política en el
partido para articular propuestas.
Como si con la alegría del sufragio no hubiese sido suficiente,
Carlos Reutemann, uno de sus eventuales competidores en la carrera presidencial
le endulzó los oídos. “No me cabe ninguna duda que
ahora está en una posición muy sólida para el 2003”,
reflexionó el gobernador de Santa Fe.
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El “plancito”
reactivador
Tras el encuentro con Duhalde, los dirigentes de las dos CGT dedicaron
buena parte del día a mantener contactos y elaborar propuestas
en conjunto con la UIA. Hoy terminarían de definir un minipaquete
de medidas que acercarán al Gobierno en los próximos
días, como aporte para la reactivación. En paralelo,
Duhalde encargó a su referente económico, Jorge Remes
Lenicov, chequear con la gente de Cavallo la viabilidad de las propuestas.
El senador electo se comprometió a apoyar la propuesta, siempre
que no aparezcan como un intento de desplazar al ministro. Para
ello, pidió facultades para “suavizarlas”, si fuera
necesario. Así, las medidas de “corte reactivador”
quedarían sintetizadas en un subsidio para jefes de hogar,
que permitiría dar un impulso a la demanda interna, y aplicar
restricciones a la importación de productos de consumo masivo,
a través de suba de aranceles o suspensión temporal
de su ingreso, para evitar una fuga de la reactivación. El
subsidio se pagaría con bonos, lo que pondría en circulación
una “tercera moneda”, no convertible, lo que equivaldría
a una emisión encubierta.
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ENCUENTRO
DEL EX GOBERNADOR CON LAS DOS CGT
Tirándose flores entre compañeros
Por Martín
Piqué
Dos días después
de su victoria por casi treinta puntos, Eduardo Duhalde estrenó
su condición de presidenciable y nuevo hombre fuerte del peronismo.
Lo hizo en un escenario clásico y con resonancias casi obvias:
la sede de la CGT, en la calle Azopardo, donde se reunió con Rodolfo
Daer, Hugo Moyano y los demás dirigentes en asistencia casi perfecta.
Lo recibieron con aplausos y felicitaciones –Moyano lo definió
como “el gran ganador”– y luego escucharon lo que querían
oír: el senador electo habló de organizar un “movimiento
productivo” con trabajadores, empresarios y políticos para
“desplazar a la comunidad financiera”.
Duhalde llegó a la sede cegetista a las 11.45 y se encontró
con el primer gesto de apoyo: Daer y Moyano lo esperaban en la vereda,
para saludarlo con un abrazo, mientras que los demás gremialistas
aplaudían desde las escaleras. Todo para las cámaras y los
fotógrafos instalados en la planta baja. El homenajeado retribuyó
las gentilezas con una declaración dedicada a los anfitriones:
“Vengo a hablar con los compañeros de toda mi vida, que son
los dirigentes gremiales”, dijo.
Luego se fue para el quinto piso, donde se reunió con los consejos
directivos de las dos CGT, y más tarde bajó al primer piso,
donde se hizo el plenario en el que participaron todos los dirigentes
que se encontraban en la sede sindical. Por el lado de Daer, estaban Armando
Cavalieri, Carlos West Ocampo, Andrés Rodríguez, Gerardo
Martínez y Oscar Lescano, entre otros. De la versión rebelde,
se encontraban Juan Manuel Palacios, Julio Piumato, Ricardo Sablich, y
los demás integrantes del ex MTA. Como Daniel Carbonetto y Francisco
“Barba” Gutiérrez, ambos electos como diputados por el
Polo Social, que pese a su filiación partidaria escucharon con
atención al titular del PJ bonaerense.
En la conferencia de prensa, Duhalde evitó pronunciarse sobre la
continuidad del ministro Cavallo: “El problema es de decisión
presidencial y no instrumental”, argumentó, aunque después
se animó a decir que “(De la Rúa) ha optado por una
política económica sostenida por una minoría”.
Moyano, en cambio, afirmó que en los comicios del domingo “el
gran perdedor fue Cavallo” y volvió a cargar contra De la
Rúa: “Con este presidente, el país no puede seguir”.
El encuentro estaba previsto desde antes del 14 de octubre, pero Duhalde
lo pospuso para después de la votación. “La reunión
es la continuidad de las que venimos realizando, en las que se analiza
la situación social y económica del país”, explicó
Moyano a Página/12. “A nosotros nos parece interesante que
Duhalde lance la posibilidad de este espacio, del trabajo y la producción”,
agregó. La cuestión está clara, como otro gremialista
reconoció a este diario: “Hay una sensación de feeling
en estos gestos, ayer Duhalde mencionó dos veces a Moyano”.
Hasta dónde llegará el acuerdo con los sindicatos, se verá
recién en los próximos pasos del bonaerense.
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