Por Eduardo Tagliaferro
e Irina Hauser
La Corte Suprema prepara una
extraña arquitectura jurídica que podría otorgarle
la libertad a Emir Yoma. La respuesta al recurso extraordinario presentado
por sus defensores sería la herramienta que refutaría la
utilización que el juez Jorge Urso hizo de la figura de la asociación
ilícita. Además de liberar a Emir, el fallo favorecería
al resto de los implicados en la causa por la venta ilegal de armas. Entre
ellos, al ex presidente Carlos Menem, a quien el máximo tribunal
supo rendirle tributo. Este diario pudo saber que seis de los cortesanos
apoyarían con su voto la maniobra que permitiría virtualmente
clausurar más de seis años de investigaciones.
Desde hace quince días, la Corte muestra una urgencia desconocida
por hacerse con la causa. El vicepresidente del Tribunal, Eduardo Moliné
OConnor, reclama diariamente a sus empleados por la demora con que
se realiza el fotocopiado del voluminoso expediente. De la urgencia también
dio cuenta Julio El Buby Nazareno, quien se quejó ante
el Administrador de la Corte, Nicolás Reyes, por la demora. Incluso
le encargó que transmitiera el apuro al tribunal inferior y encontrara
una solución.
Dos turnos de empleados trabajan a full en la tarea de fotocopiar una
causa que hasta el momento tiene 140 cuerpos. Para acelerar el trámite,
los cortesanos proveyeron a Urso de una máquina fotocopiadora.
No hay muchas causas que puedan mostrar el nervio que el tribunal exhibe
para estudiar el recurso de queja de Emir Yoma.
Al momento de decidir, el tribunal se explayaría sobre la figura
de la asociación ilícita, pero sin profundizarla. Algunos
de los juristas cercanos a la Corte afirman que la figura de la
asociación ilícita es difícil de probar en toda circunstancia.
Incluso sostienen que hubo un abuso de la misma por jueces que se
querían lucir dictando prisiones preventivas sin tener pruebas
suficientes. Así lo señalan cuando recuerdan las actuaciones
del ex juez Adolfo Bagnasco en la causa contra Víctor Alderete
por su paso por el PAMI. Afirmación que no repiten a la hora de
hablar del expediente por la venta ilegal de armas.
Al máximo tribunal no puede pasarle desapercibido que si hay una
resolución en la que claramente se define a la figura de la asociación
ilícita, fue la formulada por la Sala II de la Cámara Federal
porteña, al confirmar la prisión preventiva de Emir. En
esa ocasión, los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y
Martín Irurzun afirmaron que pueden realizarse actos ilícitos
desde una función lícita. Como ejemplo mostraron las andanzas
del juez de Dolores Hernán Bernasconi con su secretario y algunos
policías bonaerenses.
La maniobra que favorecería a Emir comenzó cuando el Procurador
General de la Nación, Nicolás Becerra, habilitó el
recurso de queja del empresario del cuero, sin haber leído el expediente,
que nunca pasó por sus manos. En esa ocasión, el mendocino
hizo suyos los argumentos de la defensa de Emir y sugirió que la
confesión del ex Interventor en Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga,
no fue espontánea. Afirmó que sus dichos buscaban mejorar
su situación procesal. Argumento que los camaristas de la Sala
II desestimaron porque las declaraciones de Sarlenga eran concordantes
con las investigaciones. Incluso precisaron que en sus manifestaciones
Sarlenga complicaba su propia situación procesal.
Aunque Becerra vuelve a dar fe menemista, en la Corte se quejan por la
pobreza de su dictamen. Dato que exige de los cortesanos un esfuerzo mayor.
Desde el momento en que el ex presidente quedó detenido en la quinta
de su amigo Armando Gostanian, en Don Torcuato, Becerra colaboró
en el armado de la defensa de Menem. Cuando el menemismo vivía
los días de su mayor desorientación, el Procurador fatigaba
su celular sugiriendo nombres a los senadores Eduardo Bauzá y Carlos
Corach. Meses antes, cuando le tocó a Emir ir a prisión,
uno de los colaboradores más cercanos de Becerra, Carlos Bettini,
se había reunido con Julio Coco Ballestero en el bar
LaBiela. Bettini no es un desconocido para los Yoma; prueba
de ello lo da su inclusión en la lista de invitados al casamiento
de Amira.
Aunque en la Corte afirman que no hay ningún voto escrito
y que el momento del fallo está lejano, este diario pudo
saber que seis ministros pondrían su firma en la acordada que liberaría
a Emir. A los cinco conocidos como la mayoría automática
menemista, integrada por Nazareno, Adolfo Vázquez, Moliné
OConnor, Guillermo López y Antonio Boggiano, se le sumaría
el de Augusto Belluscio. Es el mismo equipo que logró la fórmula
jurídica que desembocó en la libertad de Alderete. Claro
que en este caso la cantidad de pruebas acumuladas en la investigación
serían el principal escollo a sortear.
En la Secretaría Penal de la Corte, a cargo de Esteban Canevari,
se encuentran 81 de los 140 cuerpos. Al momento de fallar en el recurso
de Emir, correspondería que tanto Nazareno como Vázquez
se excusen por su manifiesta amistad con la familia Menem
y concretamente con el ex presidente. Algo similar ocurriría en
el caso de Moliné, quien dado su parentesco con el ex titular de
la SIDE Hugo Anzorreguy y con varios de los menemistas involucrados en
la causa, debería dar un paso al costado.
En el alto tribunal afirman que no están apurados en resolver
el tema. Provocan a sus interlocutores diciendo que los miembros
de la Sala II, que deben resolver el futuro procesal de Carlos Menem,
están demorando su fallo a la espera de que sea la Corte la que
pague los costos políticos de cerrar la causa. Claro que a esta
altura el máximo tribunal está blindado. A juzgar por dictámenes
como el de Becerra, cualquier dibujo es posible. Salvo por las pruebas,
pequeño detalle.
El Menem que será
senador
Habida cuenta de que me considero totalmente inocente de
los cargos que se me formulan, no he aceptado este ofrecimiento
porque no pienso valerme de los fueros parlamentarios a los fines
de obtener mi libertad. El ex presidente Carlos Menem formuló
estas declaraciones a Crónica TV luego de que su hermano
Eduardo concurriera junto con una delegación del justicialismo
riojano a la quinta de Don Torcuato para colocar la banca
(de senador por su provincia) su disposición, ya que
el ex presidente integró la lista como aspirante a senador
suplente. Desde su obligado encierro debido a su responsabilidad
en el contrabando de armas a Ecuador y Croacia, Menem señaló
que sigue confiando en la Justicia argentina y que espera
que la política no se mezcle con esto y que pronto
los jueces resuelvan de acuerdo a derecho. Eduardo Menem concurrió
a Don Torcuato en su condición de presidente del peronismo
riojano, en compañía del gobernador Angel Maza, la
hermana de éste y senadora electa Ada Maza, el actual senador
suplente por el justicialismo riojano, Luis Beder Herrera, el intendente
de Arauco, Nicolás Martínez, y los diputados provinciales
Oscar Chamias y Rosier Busto, además del secretario general
de la gobernación Eduardo Menem (sobrino del ex mandatario).
El diputado Adrián Menem, que almorzó con su tío
Carlos en la quinta donde cumple con su arresto reiteró que,
de lograr la libertad, el ex primer mandatario va a estar
seguro anotado en la carrera presidencial para las elecciones
del 2003.
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