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Buenos Aires y La Pampa, con su
producción agropecuaria devastada

Hay zonas con el 80 por ciento de la cosecha arruinada por el agua. En Monte Nievas, en La Pampa, está evacuado casi todo el pueblo. Hay 3,5 millones de hectáreas bajo agua en Buenos Aires.

En el pampeano pueblo de Monte Nievas ya fueron evacuados 400 de los 600 habitantes que tiene.

El agua sigue siendo una plaga para los agropecuarios bonaerenses y pampeanos: animales que migran en camiones a zonas más secas, cosechas devastadas por el agua que ha escurrido de una zona a otra haciendo fracasar hasta el 80 por ciento de la producción prevista, y cientos de evacuados son algunos de los síntomas en decenas de pueblos y ciudades en las que se han inundado los cascos urbanos a los que jamás había llegado el agua. Transitadas por lanchas y tractores, las calles escurrían anoche y algunos pobladores regresaban a intentar vivir en la humedad y el barro de lugares como Monte Nievas, en La Pampa, donde 400 de los 600 habitantes debieron dejar sus casas. Aunque ayer el pronóstico del Servicio Meteorológico auguraba mal tiempo para el fin de semana.
Sara Pacheco, de 40, y sus tres hijos de entre 7 y 15 años duermen desde el lunes en un Albergue Municipal de General Pico, en La Pampa. Viven en una casa de material al lado de la escuela de Nievas, pero “como nunca, también ese sector se inundó”. “Tuve que abandonar porque ya no se podía estar, el pozo ciego, todo se iba para adentro –contó Sara desde el albergue–. Es la primera vez que entró el agua al pueblo, rebasó una laguna entre Nievas y Castex, eso se sabía que iba a pasar, porque no dejaba de llover”. Ubicado a 90 kilómetros de Santa Rosa y a 45 de General Pico, el lugar de cuadrícula colonial y árboles en las veredas se convirtió en una enorme pileta. Ya en febrero, contó el intendente Néstor Libois a Página/12 habían caído 290 milímetros de agua, con lo que comenzó el problema del campo, pero no había llegado a acorralar a los habitantes del pueblo.
“No hace muchos años teníamos una media anual de precipitaciones de 500 a 700 milímetros, pero en lo que va de 2001 ya tuvimos 1.500 milímetros, que es más del doble de lo normal para todo un año”, precisó ayer el intendente de Macachín, José Luis Orozco. Para Orozco, las perspectivas de logros agropecuarios en La Pampa amenazan con perderse durante este ciclo, debido a que la provincia “colapsó” en el plano de la producción primaria. En la región afectada por las inundaciones “no habrá cosecha fina y casi no existe la gruesa”, coinciden los productores. La situación se extiende a lo que llaman el cuadrilátero reservorio de aguas en que confluyen el noroeste bonaerense, el noreste pampeano y sur de Santa Fe y Córdoba. Es en esa zona donde se concentra el porcentaje más elevado de las producciones agrícolo-ganaderas, con reportes anuales superiores al resto del país.
En la provincia de Buenos Aires, los evacuados sumaban anoche un millar, pero el golpe más severo es el que producen en el agro las 3.500.000 hectáreas bajo las aguas. Además del inusual caudal de agua caída allí donde la tierra se saturó de agua, la lluvia no alcanzó a ser absorbida por la napa freática y se escurrió en la llanura pampeana por lo que pasó de partido a partido causando más inundaciones, arruinó la siembra y aisló los pueblos. El partido de Arrecifes recibía ayer agua de Pergamino; a Bragado entraba de 9 de Julio, a Puán desde Pigüé y a Pellegrini desde la provincia de La Pampa, y estaba inundado el casco urbano de la ciudad de Blaquier, en Florentino Ameghino. El distrito con mayor cantidad de afectados era 9 de Julio con 220 evacuados, seguido de Salto con 141, Lincoln con 127, Recifes con 108, 25 de Mayo con 60, Adolfo Alsina con 63, Chacabuco con 40, Rivadavia con 32, Chascomús con 27 y General Viamonte con 20.
El temporal de llovizna persistente y vientos intensos dejó a la ciudad de 9 de Julio convertida en una isla en medio la Pampa Húmeda con los caminos y rutas cortadas, y con el mayor número de evacuados. El partido de 25 de Mayo está casi cubierto por el agua, la ciudad de Villa Maza, en Adolfo Alsina, sin agua potable por la rotura de un acueducto, y en Lincoln quedaron aislados los poblados de Martínez de Hoz y Las Tocas por el corte de las rutas 68 y 50. La llovizna continuará hasta mañana a la tarde y luego se reiniciarán el viernes próximo, cuando el pronóstico indica lluvias torrenciales.

 


 

PRONOSTICAN QUE TODA LA PRIMAVERA SERA LLUVIOSA
Con los paraguas hasta diciembre

Los paraguas seguirán a la orden del día. El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que las lluvias casi diarias que ya caracterizan a esta primavera continuarán hasta diciembre. Y que el verano tendrá lo suyo: será menos caluroso, pero porque habrá más tormentas pasajeras. Pese a la mala nueva, el Servicio aclaró que el agua caída en lo que va de octubre no representa record alguno, aunque en realidad poco se nota. Eso sí; ya superó la media habitual para esta época.
Desde el 21 de setiembre pasado cayeron 152,8 milímetros de agua, lo que supera a la primavera reciente más lluviosa, la de 1997, con 110,9 milímetros caídos. De todos modos, el norte de La Pampa, sur de Santa Fe, sur de Córdoba y noroeste de la provincia de Buenos Aires sobrepasan los 300 milímetros, si se suman setiembre y octubre.
El pronosticador Hugo Hordij, del Departamento de Climatología del Servicio Meteorológico, explicó a Página/12 que en la ciudad de Buenos Aires ya se superó –con un valor de 138 milímetros– la media de precipitaciones de octubre, que es de 119. También comentó que en la primera quincena del mes, la Capital sufrió entre 10 y 12 días lluviosos.
El Servicio emitió para hoy un alerta meteorológico, ya que se esperan para la tarde fuertes vientos de hasta 50 kilómetros por hora en el este de Buenos Aires, la Capital Federal, el Río de la Plata y la costa sudeste del Uruguay. El organismo indicó además que entre la noche de hoy y las primeras horas de mañana podrían mejorar las condiciones climáticas, con temperaturas más elevadas. Pero el sábado volverían las tormentas, hasta la mañana del domingo.
“Esto seguirá así hasta comienzos de diciembre, aunque no se puede predecir la intensidad de las lluvias, pero se presume que habrá más días de lluvia que de sol”, señaló Hordij. Esto se debe, entre otros factores, a que hay un transporte de humedad desde el Atlántico con vientos del este fuertes y permanentes, y a que se desarrollaron en el Litoral sistemas ciclónicos más intensos que lo habitual.

 

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