Las heridas que fueron del oficial
terminaron en juicio oral y público: Charly García enfrenta
desde ayer el pedido de un fiscal del muy acorde apellido Jons
que quiere hacerlo acreedor de una condena a tres meses de prisión
en suspenso, por los golpes que alguna vez repartió en una comisaría,
enojado tras el desplante de una novia adolescente. Aquella vez, el episodio
terminó en un calabozo, del que logró salir después
de pasar la noche. Ahora, en las manos del juez queda la decisión
de lo que puede ser la primera condena contra el rockero, que se caracterizó
por su rechazo a todo lo que tuviera relación con el orden y los
uniformes.
Precisamente, de lo que se acusa al músico es de haber cometido
nada menos que el delito de resistencia a la autoridad. En
realidad, fueron algunas patadas, unos golpes y un par de fuck you destinados
a un cabo primero y a un sargento ayudante de la comisaría primera
de Ituzaingó, hace prácticamente dos años: el 26
de octubre de 1999.
Hasta allí había llegado Charly lleno de furia. María
Florencia, una chica que entonces tenía 17 años, se negaba
a recomponer una relación que el rockero sí pretendía
mantener. Esa noche decidió que lo mejor era ir a buscarla a la
escuela nocturna donde ella cursaba el cuarto año, la Nº 5
de Ituzaingó. Y la esperó a la salida. Ella lo vio a él,
él la vio a ella, y palabra va y palabra viene, todo terminó
en discusión. Ella se fue corriendo, y llorando, a la comisaría,
a una cuadra de allí. Los policías llamaron a sus padres
para que la fueran a rescatar.
Pero el show debía continuar. Al destacamento llegó el padre
de Flo, un fanático (¿hasta entonces?) de Charly. Entre
los sollozos de la chica y la preocupación de papá Willy,
el oficial tomaba una exposición civil en contra del rockero por
lo ocurrido minutos atrás. Y en ese momento, todo empezó
de nuevo. Charly había vuelto para dar cuenta de su enojo.
Lo que sucedió exactamente es lo que ahora debe decidir el juez
Antonio Mele, del departamento judicial de Morón. Según
el fiscal Alejandro Jons, está probado que García
agredió a dos policías, que resultaron lesionados leves.
En su argumentación, Jons detalló que Charly García
y su ex novia mantuvieron una discusión (frente a la escuela)
y la chica se metió en la comisaría. Cuando los padres la
van a buscar, se produce una nueva discusión y dentro de la comisaría
García tiene una actitud agresiva hacia los padres, la policía
interviene y ahí hay un forcejeo.
Según él mismo declaró el martes en el juicio oral
y público su declaración pasó desapercibida,
nada de lo hecho fue con intención. Ante su señoría,
y según contó ayer el propio fiscal, confesó que
esa noche de octubre estaba emocionalmente afectado por el fin de
la relación con su novia. Sus abogados agregaron que estaba
en estado de inconciencia, por lo que pidieron la absolución
de culpa y cargo, aunque además solicitaron que en forma subsidiaria
fuera declarado inimputable por eso de la emoción afectada.
Además del imputado, testimoniaron ante el juez nueve policías,
peritos psiquiatras, la ex novia adolescente y su padre.
Todo eso ocurrió en el juicio que empezó el martes y ayer
mismo llegó al momento de los alegatos. A cargo del corto debate
estuvo el juez Antonio Mele, ahora el encargado de decidir si absuelve
a García o si se convierte en el primer juez en condenar al ídolo.
Al que todavía le quedan pendientes algunas de sus otras incursiones
judiciales: la de Rosario -por un incidente con un fotógrafo que
lo acusó de haberlo golpeado y la famosa de Mendoza, la del
otro incidente con una mujer en un boliche, episodio que derivó
en el más famoso aún salto a la pileta de un hotel desde
la ventana de su habitación en el noveno piso.
DESBORDAN
NAPAS Y POZOS CIEGOS EN AREAS INUNDADAS
Encima, en riesgo sanitario
Además de arrasar con
todo a su paso, las aguas bajan turbias. Los distritos inundados del noroeste
bonaerense están ahora bajo riesgo sanitario ante el desborde de
napas y pozos ciegos que podrían causar epidemias. Por eso, el
municipio de Carlos Tejedor, uno de los afectados, comenzó ayer
a arrojar desinfectante en calles y escuelas, para prevenir posibles enfermedades.
Nueve localidades de la provincia de Buenos Aires siguen aisladas en medio
de un panorama que no da señales de mejorar.
El intendente de Tejedor, Carlos Rivas, indicó que el agua de las
inundaciones que se logró frenar a 2.000 metros del casco urbano
brota por debajo y produce desborde de napas y pozos ciegos de las
casas. En tanto, el jefe comunal del distrito de Rivadavia, Sergio
Buil, señaló que de las calles salía constantemente
líquido de los pozos ciegos, por lo que se utilizaron camiones
atmosféricos para retirarlo. En General Villegas se prohibió
el tránsito vehicular ante inconvenientes parecidos.
Por otra parte, 900 personas continúan evacuadas y son nueve las
localidades que siguen aisladas. El partido de Bragado, además,
presenta una situación crítica, ya que una gran masa de
agua proveniente de 9 de Julio ingresó a la zona y se dirige al
Río Salado.
Ante esta crisis, el gobierno bonaerense dispuso que equipos del Ministerio
de Obras y Servicios Públicos se instalen en los distritos afectados
para coordinar acciones concretas con los intendentes.
El ministro Julián Domínguez anunció que se pondrán
en marcha 50 obras destinadas fundamentalmente a defender los cascos urbanos
y confirmó que 300 máquinas viales intentan reparar los
daños en los caminos, pero que no pueden lograrlo porque no
encuentran suelo seco. En este sentido, el gobierno de La Pampa
conformó un Comité de Crisis y enviará un proyecto
de ley a la Legislatura provincial, en busca de fondos para realizar obras
urgentes.
Sin embargo, algunas de las iniciativas están siendo cuestionadas.
El intendente de Rivadavia no está convencido de la construcción
de un terraplén que ya comenzó la Dirección de Hidráulica
provincial. Creemos que es una locura porque no queremos que el
agua quede retenida por sobre el nivel del pueblo, queremos que se le
dé una salida, se quejó Buil. Los tamberos de ese
partido, en tanto, empezaron a tirar la leche que no pueden distribuir
debido al aislamiento de sus campos.
Los próximos días vienen difíciles. Por un lado,
por el desborde de la laguna La Picasa, del sur de Santa Fe, que vuelca
sus excedentes hídricos en tres partidos bonaerenses. Para peor,
según anunció el Servicio Meteorológico a este diario,
las regiones inundadas sufrirán nuevas precipitaciones el sábado
y domingo que, si bien no serán muy intensas, agravarán
el anegamiento e impedirán que se escurra el agua acumulada.
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