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Por Adrián
De Benedictis
 Las necesidades de Independiente
transformaron a la Copa Mercosur en una vía de escape. Además
del flojo rendimiento del equipo en el torneo Apertura, las deudas con
los empleados del club –que desembocaron en una huelga de éstos
la semana pasada– y también las demoras para pagarle el sueldo
al técnico Enzo Trossero y al plantel actuaron de disparador para
tratar de acceder a la próxima ronda del campeonato sudamericano.
Para colmo, la goleada 0-5 ante River aún estaba cercana en el
recuerdo. Por ello, los 450 mil dólares que cada institución
se adjudica por jugar los cuartos de final servirían para traer
un poco de tranquilidad. E Independiente cumplió con su cometido:
ayer venció 2-0 a Colo Colo de Chile, eliminó a River de
la Mercosur y las victorias de Talleres y Vélez le despejaron el
camino a los cuartos de final.
A pesar de que el equipo de Avellaneda tenía la necesidad de alcanzar
la victoria, la decisión del técnico Trossero de ubicar
un solo delantero provocó mucha sorpresa. El entrenador ubicó
al uruguayo Diego Forlán en el ataque y al juvenil Prieto para
que acompañara a Guiñazú en el armado. De todas maneras,
Independiente tuvo varias opciones para ponerse en ventaja en la primera
parte. A los 12 minutos, Forlán enfrentó al arquero Lobos
pero perdió en el primer duelo. Un minuto más tarde, Galván
no llegó a empujar un centro de Guiñazú desde la
derecha.
En ese primer tiempo, curiosamente, Forlán fue el centro de los
fastidios de los hinchas locales. El goleador no ofreció su mejor
perfil: cada vez que pudo rematar al arco, lo hizo en forma apurada, y
también se mostró fuera del circuito ofensivo de Independiente.
El delantero quedó cuatro veces en posición adelantada,
y no sorprendió a la defensa chilena.
Pero todo lo malo que se vio del equipo local en el primer tiempo se revirtió
en el segundo, a pesar de la rápida expulsión de Vuoso (había
ingresado en el final de la primera parte por el lesionado Prieto), a
los dos minutos. Después de esa jugada, Forlán fue incontrolable
para los defensores de Colo Colo, y cerró su gran noche con dos
goles: dos minutos después de la ida de Vuoso, el goleador definió
con un toque de derecha una habilitación de Guiñazú,
y así pudo vencer al arquero Lobos. A partir de ese momento, las
situaciones para Independiente comenzaron a llegar con continuidad. Para
colmo, el ex Platense Marcelo Espina también se fue de la cancha
expulsado por una fuerte infracción.
Pero el gran protagonista seguía siendo Forlán. Primero,
de media vuelta, su remate se fue al lado del palo. Después, probó
de zurda desde la puerta del área pero salió apenas arriba.
Y más tarde, Lobos le ganó dos mano a mano. Encima, Franco
hizo temblar el arco con un fuerte derechazo que dio en el travesaño.
Pero finalmente, Forlán pudo volver a gritar, luego de una gran
corrida que comenzó en la mitad de la cancha: el oriental ingresó
al área, enganchó de derecha, hizo pasar a Riffo, y definió
al primer palo. En el final, el equipo conducido por Trossero no sufrió
inconvenientes ante la pobre imagen que dejó Colo Colo en su despedida
del certamen.
ES
DE CORDOBA, GANO EN MONTEVIDEO
Le dicen Talleres de Cuba
Talleres de Córdoba logró
una victoria histórica en el Centenario de Montevideo, al derrotar
3-1 con total justicia a Peñarol de esa ciudad, con tres goles
de su juvenil figura Pablo Cuba, en el debut de Mario Zanabria como entrenador,
y de esa manera ganó el Grupo D de la Copa Mercosur. A los cordobeses
les bastaba un empate para clasificarse, pero la picardía y oportunismo
de su goleador –lleva siete tantos en la Copa– le aseguraron
el triunfo junto a la extrema solidez de su última defensa.
Con este resultado, y la victoria de Vélez en Liniers, Talleres
sumó 10 puntos para ganar el Grupo, producto de dos triunfos y
cuatro empates; Vélez quedó segundo en el grupo, con 8 unidades
(2 victorias, 2 empates, 2 derrotas), San Pablo quedó con siete
puntos, y últimos los uruguayos, con sólo cinco unidades.
Talleres sorprendió con un mortífero contraataque desde
los primeros minutos de juego frente a un desconocido Peñarol,
que no tuvo ideas y ni siquiera insinuó riesgo ante la valla defendida
por Cuenca
La histórica victoria se cimentó en una descollante labor
del habilidoso Cubas, bien secundado por Diego Garay. Cubas abrió
el marcador tras una jugada personal con tiro desde el borde del área
y marcó el segundo, con disparo corto desde el punto de penal,
tras un centro desde la derecha. En el segundo tiempo puso cifras definitivas
con una corrida.
PESE
A VENCER 4-2 A SAN PABLO
A Vélez no le alcanzó
Vélez le dijo adiós
a la última edición de la Copa Mercosur, pese a golear 4-2
a San Pablo, resultado que no le alcanzó para ubicarse entre los
tres mejores segundos de la fase clasificatoria. El equipo de Edgardo
Bauza cumplió con su deber de quedarse con los tres puntos, pero
la victoria de Talleres como visitante lo marginó de la competencia.
Los locales encontraron un consuelo: volvieron a imponer una identidad
futbolística, perdida en la pálida campaña que realizan
en el torneo Apertura. Vélez fue superior y justificó sobradamente
el triunfo en base a la agresividad de su ataque.
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