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DINAR LINEAS AEREAS

EL ANALISIS DE UNA CARTA RECIBIDA EN EL PAIS DIO POSITIVO PARA ANTRAX
Cuando los fantasmas se vuelven reales

El sobre, procedente de Estados Unidos, llegó a una casa particular de Parque Patricios. El análisis bacteriológico realizado en el Hospital Muñiz dio positivo, pero hoy se conocerá otro resultado, definitivo. Seis personas podrían haber estado expuestas.

Un bombero superprotegido en La Pampa transporta cartas provenientes de Miami sin remitente.

Por Pedro Lipcovich y Mariana Carbajal

Por primera vez, dio positivo para el ántrax el análisis de una carta recibida en la Argentina. El sobre, procedente de Estados Unidos, llegó a una casa particular del barrio de Parque Patricios, y seis personas podrían haber estado expuestas a la bacteria; todas ellas estarían a tiempo de ser tratadas preventivamente con antibióticos. El resultado del análisis, que fue efectuado en el Hospital Muñiz, es altamente probable pero no categórico: en el Instituto Malbrán se está realizando una prueba aún más precisa, que examina el ADN del bacilo, cuyos resultados se prevén para la tarde de hoy. Entretanto, alrededor de un millar de envíos de correspondencia están bajo análisis bacteriológico, y en la Casa Rosada se dispusieron medidas de control de correspondencia igualitas a las del Primer Mundo.
El subdirector del Muñiz a cargo de la dirección, José del Mármol, confirmó a Página/12 que la muestra “tiene una probabilidad del 90 por ciento” de contaminación por el bacilo del ántrax. El secretario de Salud porteño, Aldo Neri, precisó que el sobre, proveniente de Estados Unidos, “llegó a un domicilio particular de la zona de Parque Patricios”. Los destinatarios lo abrieron, sospecharon y lo llevaron a la comisaría; la policía lo entregó al juzgado de Rodolfo Canicoba Corral, quien lo envió al Hospital Muñiz para su estudio.
“De los 600 sobres que analizamos, éste es el primero que dio positivo”, comentó a este diario Jorge San Juan, jefe del departamento de atención al paciente infeccioso del Muñiz. El diagnóstico oficial, “por ahora, es: ‘altamente sospechoso’. El diagnóstico definitivo lo tendremos mañana, cuando en el Malbrán esté el resultado del análisis genético”. San Juan señaló que la carta “no tenía ningún polvo o sustancia visible” que llamara la atención; los destinatarios desconocían al remitente y, después de abierta, les resultó sospechosa”.
Norma Binsztein, jefa de bacteriología del Malbrán, precisó a Página/12 que los resultados se prevén para hoy “a las seis o siete de la tarde, pero puede haber inconvenientes que lo demoren hasta el sábado”. La especialista observó que “en condiciones normales, nos daríamos por satisfechos con un análisis bacteriológico positivo como el que ya se efectuó en el Muñiz. Pero ésta no es una situación normal, y procuramos confirmarlo”.
Durante toda la noche, un equipo del Malbrán trabajó en los primeros tramos del análisis genético de la muestra. Este análisis, llamado de “reacción en cadena de la polimerasa” (PCR), es, en esencia, similar al que se usa en medicina forense para identificar sospechosos o para establecer filiaciones. Consiste en amplificar el ADN de la bacteria para poder compararlo con los de otras bacterias que pudieran confundirse con ella. En el caso del Bacillus Antracis, las dos que más se le parecen son el Bacillus cereus y el Bacillus sutilis.
En realidad, el análisis bacteriológico ya efectuado cuenta con recursos para diferenciar al Antracis: “Las esporas del ántrax son características: al estar juntas bajo el microscopio, forman estructuras rectas con divisiones, parecidas a la caña de azúcar. El Cereus y el Sutilis, en cambio, son curvos”, señaló Binsztein. Además, “el análisis ya realizado incluye un cultivo con sangre de oveja: el Antracis no afecta a los glóbulos rojos de esa sangre mientras que los otros dos bacilos son ‘hemolíticos’, los rompen”. Todas estas diferenciaciones ya fueron hechas en el Muñiz y el análisis genético confirmará o no sus resultados.
Si se confirma el positivo, ¿qué pasará con quienes estuvieron expuestos? El subsecretario de Programas de Prevención y Promoción del Ministerio de Salud, Javier Vilosio, contestó que “lo primero va a ser conectarse con las personas que tuvieron contacto con el sobre y con el lugar donde se produjo el contacto: se toman muestras del ambiente, y a las personas se les hace un hisopado de nariz y se les examina la sangre; y a partir de estos datos los médicos infectólogos determinarán eltratamiento, que seguramente consistiría en medicación antibiótica preventiva para todos los que hayan estado en contacto. Hay varios antibióticos adecuados para el ántrax disponibles en la Argentina”.
Del Mármol informó que las personas que podrían haber estado expuestas “son seis”. De estar infectadas, estimó, “están a tiempo de ser tratadas, ya que el ántrax tiene un lapso de incubación más largo que el transcurrido, de modo que sus vidas no corren riesgo”, aunque se tratara de la afección pulmonar, la más grave. Según fuentes judiciales, las personas que recibieron el envío serían “gente común y corriente”, sin cargos ni actuación pública.
Entretanto, superó el millar la cantidad de envíos de correspondencia remitidos al Malbrán y al Muñiz para su análisis. Sólo ayer en el Muñiz recibieron 180. “Esto es imparable: cada día llegan más”, se inquietó San Juan. Esto podría hacer necesario habilitar nuevos lugares para análisis de las muestras. San Juan destacó que, en cuanto la población en general, “no es necesario hacer ningún tipo de profilaxis ni tomar antibióticos”.

 

Qué es la enfermedad

El ántrax es una enfermedad infecciosa causada por el Bacilus anthracis y es mucho más normal en animales como vacas, ovejas, camellos y ciervos. Pero puede atacar también a los humanos. De hecho, en la Argentina se la conoce como el carbunco, ya que suelen padecerla quienes trabajan en tareas pecuarias. Claro que en general ese contagio es vía cutánea y se manifiesta como una mancha negra parecida a la que deja el carbón. Anthracis deriva de la palabra griega carbón, antrakhis, tal las lesiones superficiales que ocasiona.
La faceta más peligrosa, y en algunos casos mortal, es la del ántrax por inhalación. Los síntomas son fácilmente confundibles con los de una gripe: pueden incluir fiebre, malestar y tos “apacible” o dolor del pecho. Los síntomas agudos aparecen transcurridos de tres a cinco días. Si la infección por vía respiratoria es detectada a tiempo puede combatirse con fuertes antibióticos.

 

Los consejos ante un sobre sospechoso

Al mismo tiempo que la aparición de un sobre con posibilidades ciertas de haber contenido la bacteria maldita, diversos organismos, tanto nacionales como de la provincia de Buenos Aires, salieron ayer a recomendar instrucciones para prevenir eventuales contagios. Entre otros, el Ministerio de Salud bonaerense y la Policía Federal emitieron comunicados y difundieron gacetillas con detalles sobre métodos y cuidados a tener en cuenta ante un sobre sospechoso. La puntillosa inquietud oficial muestra un cambio drástico con la sostenida hasta ahora: este diario publicó en tapa el sábado pasado las declaraciones de Héctor Lombardo, el ministro de Salud, que buscaba apaciguar los ánimos con un irónico “Que no panda el cúnico”.
En todos los casos, esta especie de catálogo indica que cualquier sobre o paquete deberá remitirse a la comisaría más cercana. Aunque esto rige en forma general, también fue indicado que el fuego y la lavandina son armas mortales para el ántrax.
Todos los sobres serán sospechosos según estos parámetros cuando:
- Contengan franqueo excesivo; estén escritos de modo manuscrito o a máquina y cuando señale un cargo o título incorrecto. Además, los que no estén identificados, o tengan errores ortográficos, estén engrasados, decolorados o sean olorosos.
- Además, cuando el remitente sea desconocido, el sobre o paquete tenga un peso excesivo, o esté enviado con consideraciones del tipo “personal” o “confidencial”.
- En caso de encontrar alguna anormalidad en un envío, se ha recomendado no sacudir los sobres o paquetes sospechosos y colocarlos en una bolsa plástica y otro tipo de recipiente de paredes rígidas, preferentemente de plástico, o con tapa a rosca. El recipiente debe quedar identificado con el origen y la fecha.
- Las recomendaciones sugieren abandonar la habitación, cerrar la puerta y advertirle a otras personas sobre la sospecha para impedir el ingreso.
- Aunque el sobre no haya sido abierto y sólo tocado, es recomendable lavar y enjabonar las manos para evitar la diseminación del polvo en la cara.
- Si el sobre fue abierto, es necesario no intentar limpiar ningún tipo de polvo, cubrir inmediatamente el contenido derramado con una tela o papel y no moverlo. Se recomienda que inmediatamente se reemplace la ropa y se la coloque en una bolsa plástica.

 

Casa Rosada sin correo

El gobierno nacional ordenó medidas para prevenir un ataque de ántrax en la Casa Rosada. Desde ayer, ninguna carta cuyo remitente no sea confirmado por el destinatario puede ingresar a la Casa de Gobierno. La correspondencia es recibida en Balcarce 24 y hasta allí tienen que dirigirse los encargados de las mesas de entrada de cada oficina para autorizar el ingreso de la carta. En el caso de los periodistas, deben bajar en forma personal para identificar el remitente. Hasta ahora, las cartas ingresaban por la entrada principal y de allí eran dirigidas a la mesa de entrada de cada sector del edificio.

 

El establishment de EE.UU., del pánico al ridículo

Mientras buena parte del país criticaba
a la Cámara de Representantes por haber suspendido todas sus actividades aterrados por el ántrax, dos nuevos casos �uno en la cadena CBS y otro en el correo de Nueva Jersey� hicieron crecer el pánico.
Peligro: El hecho de que el empleado postal en Nueva Jersey fuera expuesto al ántrax demuestra que no hace falta abrir los sobres para estar en peligro de infectarse.

Por Gabriel A. Uriarte
Desde Washington

No por primera vez, el mejor reflejo del ánimo de muchos norteamericanos sólo apareció en los diarios sensacionalistas. En este caso, el New York Post de Rupert Murdoch. Su tapa de ayer tenía una enorme foto del líder de la bancada republicana en la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, junto con su colega demócrata Dick Gephardt. Debajo, en un título igualmente enorme de letras blancas sobre fondo negro, WIMPS (“cobardes”, o bien “maricones”). La aclaración abajo era probablemente redundante, todos sabían de qué estaban hablando: “Los líderes de la Cámara de Representantes huyen del ántrax”. En efecto, ayer la Cámara baja no sesionó, pero en algún sentido fue como si lo hubiera hecho. Es que la zona del Capitolio estaba inundada de representantes y asesores explicando a los medios por qué no habían sido cobardes. Mientras tanto, el Senado -donde se confirmaron 31 personas expuestas al ántrax y muchos senadores debieron trabajar desde casas particulares mientras se desinfectaban sus oficinas– continuaba sus sesiones para marcar, según su líder demócrata Tom Daschle, “que no podrán paralizar al gobierno”.
Quizá no, pero ciertamente pudieron humillarlo. El problema con lo que hizo la Cámara de Representantes no era solo el contraste con los senadores, sino también su notorio fracaso en seguir el consejo que sus miembros habían repetido una y otra vez desde hace semanas para una población cada vez más aterrada por bioterrorismo. Ayer se descubrieron dos nuevos casos de ántrax, uno en la cadena CBS (con la asistente que maneja el correo del famoso Dan Rather) y la otra en una oficina de correos de Nueva Jersey, desde donde se habría enviado las cartas al Senado y a las televisoras. También se colocó bajo régimen de antibióticos a unos 60 pasajeros y tripulantes de un avión en Vermont donde se descubrió un polvo blanco formado por bacterias similares a las del ántrax. Y lo último que se reveló acerca del ántrax utilizado sólo aumentó el pánico. Si bien no es el ántrax de mayor poder, resistente a todo antibiótico, sí fue procesado y molido de forma experta para que cada espora no tenga más de un “micron” de volumen (un hilo tiene unos cien), con lo que se logra un polvo ideal para ser inhalado (la forma más segura de causar muertes). Esto demuestra, además, que quienes están lanzando los ataques tuvieron el tiempo y la capacidad técnica para preparar esta sustancia, lo que descarta casi por completo la posibilidad de que los atentados sean la obra de un “Unabomber del ántrax”. Al mismo tiempo, el hecho de que el empleado postal en Nueva Jersey fuera expuesto al ántrax demuestra que no hace falta abrir los sobres para estar en peligro de infectarse. Es decir, la epidemia podría no estar para nada “contenida”. E incluso esto no es lo peor. Las concentraciones de ántrax usadas en el Senado eran muy altas, lo que significaría, según varios expertos, que quienes lo enviaron tienen un stock bastante amplio. Los nuevos casos de ántrax ayer parecían confirmar esta teoría.
Es este contexto el que hizo especialmente lamentable el desempeño de la Cámara de Representantes. Es cierto que casi nadie en el gobierno norteamericano pudo escapar un desgaste en su credibilidad luego de que se probaran falsas sus garantías de que los casos de ántrax eran “incidentes aislados”. Ayer, con casi un centenar de personas expuestas a la bacteria, finalmente dejaron de argumentar que el número de afectados era estadísticamente insignificante. Sólo unos pocos analistas de think-tanks seguían insistiendo impertérritos que “estamos hablando de unas cuantas personas en una población de 280 millones”. Ahora, se escucha el argumentoinverso: cuantos más atentados haya, mejor, dado que se acumula evidencia que permitirá enjuiciar a los responsables. Lo que se necesita, insisten, es que el pueblo norteamericano mantenga la calma y el coraje frente a los ataques. Era precisamente lo que, según graficó tan bien el New York Post, estuvo conspicuamente ausente en la Cámara de Representantes.
Ayer los intentos de sus miembros por justificarse podían describirse como patéticos. “Creo que tomamos una decisión muy valiente al no poner en peligro estúpida e irresponsablemente a cientos de nuestros empleados en un edificio que podía estar contaminado”, desafío el demócrata Dick Gephardt a los periodistas en el Capitolio. Muy veloz, uno de la ABC le respondió, “entonces está diciendo que los senadores fueron estúpidos e irresponsables en continuar sus sesiones”. No, claro, “fueron dos decisiones separadas”. Otros congresistas argumentaban que “el viernes y el lunes no se iba a sesionar, así que en realidad solo se cancelaron dos sesiones, las del miércoles y la de hoy”. En público, los senadores no querían comentar el caso, aun frente a las insistentes preguntas de una prensa ávida por la pelea que seguramente causó lo ocurrido el miércoles. “Sólo voy a decir que nosotros en el Senado no creímos que había motivo para dejar de sesionar... Pero no quiero hacer comentarios sobre la decisión de la Cámara de Representantes”, explicó el demócrata John Kerry. En privado, con el anonimato garantizado, otros se mostraban menos reticentes: “Lo que Hastert dijo es que ‘es posible que acá haya ántrax, pero nosotros ya nos estamos yendo cuanto antes’”.

 


 

KENIA, POR SEGUNDA VEZ OBJETIVO DE BIN LADEN
Tras la bomba, la bacteria

Por Chris McGreal *
Desde Johannesburgo

Las autoridades de Kenia anunciaron ayer que los análisis de cuatro personas en Nairobi dieron positivos en el análisis de ántrax. Fueron los primeros casos de la enfermedad confirmados fuera de Estados Unidos. El ministro de Salud, Sam Ongeri, dijo que el ántrax había sido descubierto en una carta que contenía tela y polvo blanco, despachada en la ciudad norteamericana de Atlanta tres días antes de la destrucción de las Torres Gemelas del World Trade Center. Todos los infectados integran una misma familia. En 1998, un atentado suicida con camión bomba contra la embajada norteamericana en Nairobi dejó 213 muertos.
El FBI está auxiliando a las autoridades de Kenia en la investigación sobre el origen y la cepa del ántrax. Otras dos cartas sospechosas que contenían polvo blanco fueron descubiertas ayer en Nairobi. Una de ellas había sido despachada desde Pakistán y dirigida al programa de las Naciones Unidas para la protección del medio ambiente. La otra había sido despachada desde la misma Kenia. “El miércoles 17 de octubre se informó al ministerio de Salud de tres casos sospechosos de ántrax. Una de las muestras dio positiva al ser testeada”, explicó Ongeri. “Queremos pedirle a toda la población que no se abandone al pánico y que permanezca calma”, añadió. Para hoy se esperaba el resultado del análisis de las dos cartas.
Los investigadores trabajan sobre una hipótesis inicial: que existe una conexión entre los primeros casos de ántrax fuera de Estados Unidos y el hecho de que Nairobi haya sido el principal objetivo de los efectivos de Osama bin Laden durante los atentados de 1998 contra las embajadas norteamericanas en Africa Oriental. La mayoría de las 213 víctimas por la explosión de la embajada norteamericana en Nairobi eran ciudadanos de Kenia.
Todavía se ignora, en cambio, si existe alguna conexión entre aquel ataque y el empresario de Nairobi a quien fue enviado el sobre que contenía ántrax. Las autoridades de Kenia rehusaron dar a conocer su nombre. A la carta le llevó un mes llegar a Nairobi desde Estados Unidos, y fue abierta la semana pasada.
El gobierno sospecha que pueden conocerse más casos de ántrax y ha organizado una fuerza de emergencia para enfrentar la situación. Después del atentado con camión bomba a la embajada, la población de Kenia nunca dio el menor signo de apoyar a Bin Laden. Pero el millonario saudita goza de algún favor en la costa del Indico, donde hay una alta proporción de población musulmana. Generalmente, Kenia es considerado un aliado de Israel. También se lo suele alinear con Turquía, miembro de la OTAN y único país musulmán que ha ofrecido su apoyo militar a la coalición contra el terrorismo dirigida por Estados Unidos. El gobierno de Ankara ha tomado medidas especiales de vigilancia contra las numerosas cartas con polvos que están circulando.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

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