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ECONOMIA DECIDIO ECHAR MANO AL AGUINALDO PARA BAJAR GASTOS
Un Felices Fiestas que se recordará

Dos son las alternativas
en estudio, ambas implican �tocar� el aguinaldo. Pagarlo sólo a los que ganan hasta $ 500 o anularlo.

Tomás Reichmann, auditor
del FMI para el caso argentino. Admitiría un pequeño desvío.

Por Claudio Zlotnik

Los empleados públicos pasarán las fiestas de fin de año con menos dinero que el previsto. Domingo Cavallo ya tomó la decisión de “tocar” el medio aguinaldo que los agentes estatales deberían recibir en diciembre. El ministro tiene sobre su escritorio varias alternativas de ajuste pero todavía no resolvió por cuál inclinarse. Básicamente, se manejan dos opciones: por un lado, limitar los pagos a los aguinaldos más bajos, inferiores a los 500 pesos, y abonar el resto en cómodas cuotas a lo largo de 2002. La otra posibilidad es todavía más dura: que directamente se anule el pago. Mientras Cavallo prepara las nuevas medidas, el próximo ajuste desata polémicas en su propio equipo de colaboradores. Fernando de la Rúa realizaría los anuncios el Día de la Madre, pasado mañana.
Por el medio aguinaldo el Estado debe erogar unos 650 millones de pesos antes de fin de año. Un lujo en épocas de déficit cero, donde salvo el pago puntual de los servicios de la deuda las demás transferencias pueden sufrir mutilaciones. En el caso del sueldo anual complementario, en Economía analizan el tenor del recorte. Pero el hachazo ya está decidido. No es el único que está bajo análisis de Cavallo.
La revelación de Página/12 del informe oficial que menciona la necesidad de llevar al 20 por ciento el recorte en jubilaciones y salarios para noviembre y diciembre desató una interna en el seno del equipo económico. De un lado quedaron quienes promueven tomar esa drástica medida, con Adolfo Sturzenegger y Guillermo Mondino en primera línea, que aseguraría el cumplimiento del déficit cero. Pero otros funcionarios de Economía, como el secretario de Legal y Técnica, Alfredo Castañón, con una visión más política son propensos a buscar otras formas de ajustes antes que profundizar la poda salarial en la administración pública. Según calcularon en el Palacio de Hacienda, el ahorro generado por la baja alcanzaría a 250 millones.
Si bien Cavallo alista distintas medidas para cumplir con el déficit cero, lo cierto es que las iniciativas dependerán del acuerdo entre el gobierno nacional con los gobernadores. Es decir, del monto de la coparticipación que los mandatarios del interior están dispuestos a sacrificar. El objetivo de máxima del titular de Hacienda es podar los envíos mensuales entre 150 y 190 millones de pesos, sobre los 1364 millones actuales. A cambio, propuso la reestructuración de la deuda de las provincias con los bancos, que permitiría abaratar los costos en unos 100 millones mensuales.
Al mismo tiempo, según pudo saber este diario, para alcanzar la meta del déficit cero, Cavallo contaría con un guiño del Fondo Monetario. Concretamente, el FMI convalidaría un desvío en la pauta anual de déficit fiscal, establecida en 6500 millones de dólares. El incumplimiento permitido sería de 300 millones, siempre y cuando el gobierno nacional alcance un acuerdo con los mandatarios del interior. Una pista de la buena voluntad del FMI la brindó el propio Tomás Reichmann, auditor del caso argentino. “La misión técnica (que arribará a Buenos Aires la próxima semana) evaluará con más atención los planes futuros que los números del tercer trimestre”, aseguró Reichmann luego de entrevistarse con el ministro de Economía (ver página 9).
A dos meses y medio de fin de año, toda la artillerría de Economía está puesta en el cumplimiento del déficit cero. Jugado por entero a este objetivo, Cavallo está dispuesto a profundizar los ajustes. Como compensación parcial, anunciará un abaratamiento en los créditos para empresas (ver recuadro aparte) y medidas para alentar el consumo, como la baja del IVA en los casos de compras con tarjetas. Por último, con el objetivo de disminuir la incertidumbre generalizada, introduciría al dólar como moneda para pagar salarios y servicios. De esa manera, alejaría el temor a una devaluación. Sin embargo, desde el Banco Central desalentarona Cavallo. Roque Maccarone le advirtió que una medida de ese calibre dañaría el nivel de reservas del BC.

 

El Central aporta al paquete

Con el objetivo de lograr una baja de las tasas de interés, el Directorio del Banco Central aprobó ayer una línea de préstamos especial a las entidades financieras para que éstas puedan prestar a las empresas a una tasa de interés de un solo dígito. Los fondos provendrán del seguro anticorridas, que cuenta con 1200 millones de dólares. A su vez, un comité de funcionarios del Central realizará un seguimiento específico de los préstamos otorgados para evitar que las entidades le den otro uso a los fondos que reciban del BC. Si bien los bancos eran partidarios de que el Central disminuyera los encajes (fondos inmovilizados) para dotar de liquidez al sistema, Roque Maccarone se negó para evitar que los bancos compren divisas con los fondos liberados. Esta medida formará parte del paquete que anunciará Fernando de la Rúa, presumiblemente el fin de semana. Por otra parte, ayer fue presentado el nuevo director del BC. Se trata del todavía senador justicialista Ricardo Branda, cuya nominación aún debe ser aprobada por la Cámara alta.

 

DELICH DICE QUE NO SE TOCA EL PRESUPUESTO UNIVERSITARIO
“No pensamos en arancelar”

Por Javier Lorca

“De ninguna manera el Gobierno piensa en una reducción del presupuesto educativo, ni en una privatización o arancelamiento de las universidades”, aseguró ayer el ministro de Educación, Andrés Delich. Así se enfrentó a las intenciones del Ministerio de Economía de podar los fondos destinados a la educación para honrar al déficit cero. Ante los rectores universitarios, el ministro se comprometió a mantener el actual presupuesto de 1800 millones para las casas de altos estudios en 2002. Aunque estimó que podría anualizarse el recorte salarial vigente.
Antes de que la reunión realizada ayer en la cartera educativa se pusiera tensa, los rectores y Delich festejaron un acuerdo firmado con la AFIP, que redundará en la disponibilidad de casi 138 millones de pesos para las universidades y de 59 millones para el fisco, como ya informó este diario. El convenio implicó el fin de las deudas que el Estado mantenía desde el ‘98 con el sistema educativo superior y de las que éste mantenía con la AFIP en concepto de aportes patronales.
La tensión llegó cuando se abordó el espinoso tema del próximo presupuesto. “El ministerio ha enviado el proyecto de presupuesto en los mismos términos que este año –dijo Delich–. Seguramente, el proyecto que surja del Parlamento contemplará el ajuste del 13 por ciento de los salarios, si es que esta situación se mantiene para el resto de la administración pública”. También aclaró que un porcentaje aún no definido de los fondos deberá distribuirse entre las universidades no ya mediante el tradicional método (léase capacidad de lobby), sino mediante criterios objetivos. E insistió: “Este Gobierno no impulsa el arancel, que ya está autorizado por la Ley de Educación Superior, como reemplazo del financiamiento público. Un arancel no solucionaría nada”. El Fondo de Incentivo Docente también fue incluido por Delich en el proyecto de presupuesto.
La confirmación de que el ajuste salarial sufrido en la segunda mitad de este año podría plasmarse en los fondos totales de 2002 inquietó a los rectores, que a esa altura ya olvidaban el festejo previo. “La situación hacia adentro de los claustros es como de hervor lento”, graficó la vicerrectora de la UBA, Susana Mirande. El ministro se comprometió entonces a ayudar a las universidades a que su esfuerzo sea el menor posible.
–¿En qué mecanismos de compensación está pensando? –le preguntó luego Página/12.
–Una alternativa es reducir los costos operativos que tienen las universidades. Si unificáramos el monto que pagan por aportes patronales las universidades públicas con lo que pagan las privadas, significaría un gran alivio. Otra alternativa es avanzar en el desarrollo de fuentes complementarias.

 

“Voluntaria o moratoria”

“Argentina deberá reestructurar su deuda sea como fuere. Ya sea voluntariamente, que es siempre la mejor opción, o de hecho, con una moratoria”, sentenció ayer el economista estadounidense Jeffrey Sachs, quien, puesto a hacer declaraciones explosivas, también afirmó que el camino para terminar con la incertidumbre es la dolarización. “Para la Argentina, que enfrenta una crisis particularmente seria, con una abultada deuda con altísimo costo financiero, con una economía en recesión desde hace más de tres años, y con una caída de la confianza interna y externa, la mejor opción podría ser la dolarización”. Respecto a la economía mundial, sostuvo que “ningún país escapará al impacto de la guerra”, y que la situación será “muy dura para América latina, que no necesitaba nuevos shocks”.

 

Bajan depósitos y reservas

Las acciones se tomaron un respiro. Tras recuperar 22 por ciento en lo que va del mes, el índice MerVal cayó ayer 0,2 por ciento. En tanto, el riesgo país subió 36 puntos, hasta los 1737. La debilidad de los mercados, no obstante, se dio en un contexto de bajas en los principales recintos de Europa y en Wall Street, donde el índice Dow Jones bajó 0,8 por ciento en medio de una ola de pánico por los casos de ántrax.
La tranquilidad en la Bolsa, no obstante, se contrapuso con lo ocurrido con los depósitos. Las colocaciones totales cayeron en 238 millones el último martes. En el caso de los plazos fijos la merma fue de apenas 13 millones. Como contrapartida, las reservas del Central crecieron en 63 millones en esa jornada. Sin embargo, en el último mes hubo una caída de casi 1500 millones. La tercera parte de esa baja fue consecuencia de la caída de depósitos de individuos y empresas. El resto se debió a que las AFJP suscribieron títulos públicos; a que un banco de primera línea afrontó el vencimiento de un título de deuda y a que el propio BC utilizó 300 millones para comprar bonos en el mercado.

 

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