Por Claudio Scaletta
La desindustrialización
de la economía argentina amenaza con no tener fin. La continuidad
de la recesión comenzó a potenciar los efectos destructivos
sobre la capacidad instalada de la industria. La gran mayoría de
los sectores trabaja por debajo del 50 por ciento de su potencial y muchas
plantas llevan cerradas más de 6 meses. Mientras algunas firmas
evalúan abandonar el país, crecieron las convocatorias de
acreedores y las quiebras. Las limitaciones impuestas por la realidad
financiera restringen la comercialización y se presentan temores
de ruptura de la cadena de pagos. Página/12 indagó en las
realidades de algunos sectores representativos. A continuación
se presentan algunas conclusiones.
u Automotor. Es el que muestra los peores indicadores. En setiembre cayó
el 48,2 por ciento. Sobre una capacidad instalada para producir 850 mil
vehículo, este año sólo se producirán 180
mil, mientras que el piso para una rentabilidad positiva se encuentra
en 300 mil. El aumento de costos fijos que resulta de la capacidad ociosa
es compensado, por ahora, con suspensiones y despidos de personal, mientras
algunas empresas, como IVECO, evalúan dejar el país. De
producirse un retiro de las terminales, este será lento. Bajará
el lanzamiento de nuevas marcas, se verán más importados
y las nuevas inversiones serán nulas.
u Autopartes. Alrededor del 25 por ciento de las 400 firmas existentes
en 1999 cerraron (20 por ciento) o se fueron del país (80 por ciento).
La producción cayó el 10 por ciento en la primera mitad
del año, menos que la industria automotriz debido al aumento de
exportaciones a Brasil y la estabilidad del mercado de reposición.
Sin embargo, la constante reducción del mercado comienza a determinar
una escala inviable para las firmas de mayor tamaño.
u Textil. Recibió el impacto de la menor demanda y el aumento de
las importaciones. En el último mes cayó el 20,9 por ciento
y su capacidad ociosa ronda el 60 por ciento. Su cadena de pagos enfrenta
graves dificultades, con un empeoramiento de la situación en los
últimos 40 días. Aumentaron los procedimientos de crisis
y se adelantaron vacaciones. Hubo convocatorias de empresas importantes,
de más de 250 empleados. Una de las más grandes hilanderías
de acrílico decidió cerrar. Hay plantas paradas desde hace
más de 6 meses.
u Metalmecánica. No sólo fue afectada por la caída
del subcomponente de autopartes, sino también por la desaparición
o fuerte contracción de sectores como maquinaria agrícola
y bienes de capital. La capacidad ociosa ronda el 55 por ciento. Según
señaló a Página/12 el presidente de Adimra, Manfredo
Arheit, hay empresas que hace 6 meses criticaban a las que se presentaban
en convocatoria y ahora están pensando en convocarse como alternativa
de supervivencia. El último mes la producción cayó
el 18,7 por ciento.
u Alimentos. Muy variable de acuerdo a sus rubros. Los más afectados
fueron carnes rojas, por el cierre de mercados por la aftosa. Las exportaciones
de aceite disminuyeron cuando un comprador importante, China, pasó
a ser importador de la materia prima, semillas de soja. En el sector avícola
y de chacinados una de las firmas más importantes, San Sebastián,
amenaza con cerrar. Los lácteos vieron seriamente afectadas sus
ventas al exterior.
u Cemento. El volumen de despachos se redujo progresivamente desde abril
y se agudizó en agosto y setiembre, mes en el que cayó el
23 por ciento. Para octubre se espera una merma del 20 por ciento y del
15 para el total del año. La capacidad ociosa es del 50 por ciento.
Así, la disminución de la capacidad instalada, el alto endeudamiento,
junto a la retracción de la tasa de ganancia hasta niveles casi
nulos, afectan de lleno la reproducción del capital. En el actual
contexto ni las exportaciones ni la inversión podrían constituirse
en factores de la reactivación. Solo resta el consumo. No obstante,
si se aplican medidaspara su expansión el aumento de la demanda
comenzará por los bienes de consumo no durables. Así, el
panorama de la industria local se presenta desolador. Según declaró
a Página/12 el presidente de la Federación de la Industria
Textil (FITA), Alejandro Sampayo, se ha perdido la voluntad de producir.
Muchos empresarios en condiciones de enfrentar la coyuntura han tomado
la decisión racional de abandonar la producción, y esto
es lo peor que le puede pasar a un país. ¿Los planes
de competitividad no morigeraron esta tendencia?, preguntó este
diario. La respuesta, lacónica, no se hizo esperar: ¿Usted
me está hablando en serio?.
Caída en el
ranking
Argentina descendió 8 puestos en el ranking de competitividad
respecto del lugar que ocupaba el año pasado. La nueva posición
es la 53, sobre un total de 75. El estudio fue elaborado por el
Foro Económico Mundial y la Universidad de Harvard, bajo
la supervisión de los economistas Jeffrey Sachs y Michael
Porter. Argentina también bajó 4 puestos en el ranking
sobre las potencialidades de competitividad, quedando en el 49.
De acuerdo al estudio, la falta de competitivdad tiene entre una
de las causas centrales la sobrevalución de la moneda.
Otros factores negativos que detectó el estudio fueron la
insuficiente innovación científica y niveles de renta
difícilmente sustentables si no se llevan a cabo reformas
sustanciales. El desafío que se les plantea a
economías como la de Argentina, que han atraído mucha
inversión extranjera y ahora tienen que justificar sueldos
muy altos sin haber desarrollado una estructura innovadora, es justamente,
desarrollar su capacidad tecnológica, concluye.
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EL
FMI PRESIONA ANTES DE LIBERAR EL DESEMBOLSO
Esperar y ver todas las medidas
El Fondo Monetario
Internacional mostraría alguna flexibilidad con el Gobierno en
su exigencia de cumplir con el déficit cero. El auditor jefe del
organismo para Argentina, Tomás Raichmann, sostuvo ayer que la
atención está puesta más en las próximas
medidas que en los números fiscales del tercer trimestre.
Lo dijo tras su reunión con Domingo Cavallo en el Palacio de Hacienda.
Como la mayoría de los burócratas del Fondo, Raichmann rehúye
dar información precisa durante las negociaciones. Pero ayer puso
el acento en que el Gobierno debe diseñar un plan sustentable,
ya que de lo contrario le costará mantener el déficit cero.
Vine a tomar el pulso de la situación, pero la misión
como tal llegará la próxima semana, aclaró
Raichmann, quien anoche dejó Buenos Aires para retornar en unos
días, supuestamente, cuando ya se conozcan las medidas. En Economía
estiman que los anuncios se producirán el domingo. He estado
intercambiando ideas, viendo un poco la situación de las provincias
y el clima general, tanto económica como políticamente,
insistió Raichmann.
Cavallo le anticipó los lineamientos generales del programa, cuya
implementación depende en parte de los acuerdos que
se alcancen con los gobernadores. Pero el funcionario del Fondo se negó
a hacer comentarios sobre la información que le entregó
el ministro. Tampoco quiso opinar sobre el canje de deuda que se negocia
con bancos y AFJP y que para la calificadora Standard & Poors
equivale a una operación forzosa, ni si habrá fondos
extra de los organismos internacionales para un canje internacional.
Respecto al cumplimiento de la ley de déficit cero, sostuvo que
básicamente, la actividad económica depende de la
tasa de interés. Cualquier cosa que logre inspirar confianza y
que logre bajar la tasa, será reactivante, opinó.
Hasta ahora, se ha visto, el déficit cero no tuvo éxito
como política reactivante.
Brasil
patea el tablero
El acuerdo que
alcanzaron hace una semana los ministros de Economía y cancilleres
de Argentina y Brasil ya empezó a hacer agua. El subsecretario
de Integración Económica del país vecino, José
Alfredo Graza Lima, cuestionó ayer en duros términos la
propuesta argentina para establecer salvaguardas que protejan a la producción
local. No se pueden resolver problemas de naturaleza cambiaria con
medidas de orden comercial, enfatizó.
La Cancillería argentina remitió esta semana a Brasil su
propuesta para la aplicación de salvaguardas. Pero no especificó
cuáles serían los sectores beneficiados por la medida, sino
que se basó en mecanismos técnicos a aplicarse. En Brasil
consideraron el trabajo como inaceptable. Los mecanismos
de salvaguarda son contrarios al libre comercio en el Mercosur,
sostuvo Graza Lima, desconociendo, aunque sea en parte, la base del acuerdo
sellado hace unos días.
La propuesta no tiene los elementos mínimos para empezar
a trabajar, a discutir. Es conceptualmente inaceptable, dijo otro
destacado funcionario de Itamaraty, quien pidió el anonimato.
Pero mientras en Brasil crece la resistencia a compensar a la Argentina
por la devaluación del real, el economista jefe del BID, Guillermo
Calvo, recomendó crear un sistema de bandas cambiarias para que
la depreciación de la moneda de un país no afecte a los
socios. Respecto a Argentina, dijo que ayudaría mucho un
gran paquete de ayuda de Estados Unidos, y advirtió que si
la economía colapsa, la caída puede ser del 10 al 15 por
ciento.
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