Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


Roselló no quiere hablar de los ñoquis que cocinó

El ex concejal radical, Eliseo Roselló, quien fue detenido en Brasil adonde se había refugiado huyendo de la Justicia, se negó a declarar. En el Gobierno respiraron aliviados por el silencio.

El ex concejal Roselló
fue trasladado a Tribunales.
El juez Baños lo procesaría como
al resto de los acusados.

Por Irina Hauser

Para alivio del Gobierno, el ex concejal Eliseo Roselló ayer se negó a declarar. Después de haber pasado la noche en una celda de la Policía Montada, el viejo puntero radical fue trasladado al juzgado de Alberto Baños, quien lo esperaba para indagarlo por el cobro de 1.400.000 pesos de sueldos de falsos empleados del disuelto Concejo Deliberante porteño. Roselló acusó en 1996 a Fernando de la Rúa, entonces jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de haber tenido a un “ñoqui” del órgano legislativo como jardinero en su quinta de Pilar. Con aquella denuncia comenzó una megacausa en la que él mismo terminó implicado y que dejó al descubierto un aceitado sistema de nombramiento de supuestos empleados que servía para disfrazar una forma de financiamiento ilegal de la política.
La negativa de Roselló a responder preguntas desilusionó a los investigadores, que esperaban su confesión y, quizá, nuevas precisiones sobre cómo funcionaba la maquinaria de nombramiento de ñoquis. Creen que su decisión pudo haber estado condicionada por la actitud del Gobierno, que en los últimos días puso claras trabas para su extradición con el temor de que reflotara la historia del jardinero. De la Rúa, de hecho, sigue imputado no procesado en el expediente.
El ex edil, acusado de malversación de fondos en relación a 50 casos de ñoquis del desaparecido Concejo, estuvo prófugo desde que en agosto de 1999 Baños pidió su captura. Lo encontraron en Brasil el año pasado, instaladísimo, convertido en un empresario dueño de una fábrica procesadora de ajo en la ciudad de Campaña, en Mina Gerais. Pasó diez meses preso en Belo Horizonte y los trámites para su retorno a Buenos Aires estaban listos el 20 de setiembre. Pero el secretario de Seguridad Enrique Mathov presentó en el juzgado una nota alegando que no había disponibilidad de fondos para traerlo. La excusa, alevosa cuando faltaban pocos días para las elecciones, le costó a Mathov una denuncia de los fiscales Mónica Cuñarro y Marcelo Roma (a cargo del caso junto con sus pares Augusto César Troncoso y Horacio Amelotti).
Roselló llegó ayer al juzgado vestido de traje con estampado escocés pero sin corbata. Su negativa a declarar no cambió demasiado el panorama de la causa. Lo más probable es que el juez Baños lo procese, como hizo con todos los demás ex concejales implicados, incluso con dos ex presidentes del Concejo Deliberante porteño, el radical Juan Trilla y el justicialista José Manuel Pico. El ex puntero del radicalismo es el único que queda preso por esta pesquisa, pero no pidió su excarcelación. La mayoría de los ex funcionarios –radicales, peronistas y ucedístas– que habían sido procesados por el juez fueron beneficiados con falta de mérito por la Cámara de Apelaciones, una decisión que los fiscales cuestionaron porque no les cabe ninguna duda de que ellos refrendaban con su firma y a conciencia los recibos de los falsos empleados.
En esta causa llegaron a estar citadas más de 700 personas, muchas de ellas damnificadas porque su identidad fue usada para que alguien cobrara. Más aún, hay casos de discapacitados, jubilados con dificultades de movilidad y hasta un cartonero que no sabía leer y escribir.
Para De la Rúa, Roselló es un enemigo. Lo acusó, en 1998, de pinchar sus teléfonos y extorsionarlo con la divulgación de escuchas telefónicas en las que sus hijos Aíto y Antonio hablaban con sus profesores de la Facultad de Derecho (UBA) pidiéndoles favores para aprobar sus exámenes. El juez Baños le preguntó ayer al ex concejal si prestaba consentimiento para ser indagado por este tema, a lo que respondió con un rotundo no. A Roselló, tiempo atrás, también se le atribuyó la difusión de un video en el que se veía a Inés Pertiné con un grupo de amigas viajando a Miami con gastos pagos por el ex dueño de VCC Samuel Liberman.

 


 

EL SECRETARIO DE DE LA RUA PIDIO QUE INTERVENGA BECERRA
Los fiscales, muy molestos con Gallo

Como si su propia función no le alcanzara para generarse problemas, ayer el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, sumó otro frente de conflicto; su pedido de que se le inicie un sumario al fiscal Alejandro Molina Pico, que había solicitado su declaración indagatoria, la de Fernando de la Rúa y la del ex procurador Ernesto Marcer, por presuntas irregularidades en la concesión de la autopista Arturo Illia, generó una reacción inmediata de los hombres de la Justicia. Ayer, más de cuarenta fiscales de instrucción repudiaron la actitud de Gallo y redactaron una nota que le elevarán hoy al procurador general Nicolás Becerra, para que ignore el pedido del funcionario.
La causa que molesta a Gallo obedece a su paso como secretario de Obras Públicas del gobierno porteño, cuando éste era dirigido por De la Rúa. En el juzgado del doctor Nelson Jarazo fueron denunciadas supuestas irregularidades en la renegociación de la concesión de la autopista Illia, por lo que Molina Pico solicitó la declaración indagatoria de De la Rúa, Gallo y de Marcer. Otro problema que se suma es que Jarazo, que rechazó esos pedidos, está ternado para ocupar el Tribunal Oral Federal de La Plata Nº 3, y quien tiene que resolver el destino del magistrado es precisamente De la Rúa.
Enterado del pedido del fiscal, Gallo aseguró que era un “disparate para mediatizar las cosas”. Redoblando la ofensiva, el funcionario delarruista le envió una nota a Becerra, solicitándole el inicio de un sumario contra Molina Pico. Gallo justificó su pedido al considerar que Molina Pico impulsó un “un acto procesal plagado de inexactitudes y claramente discriminatorio”. Becerra, por su parte, le pidió al fiscal “que ofrezca las explicaciones que estime correspondan”.
Los fiscales se abroquelaron en defensa de su colega. A las 14 de ayer, en el despacho de uno de ellos, cercano al Obelisco, se reunieron y dejaron en claro que repudiaban el pedido de Gallo. Al final, redactaron la nota que le harán llegar hoy a Becerra. Según fuentes judiciales, no es la primera actitud belicosa de Gallo contra miembros del Poder Judicial; también habría criticado a los fiscales durante la causa por supuestas irregularidades en la parquización de la Plaza de los Periodistas, en Flores.
En cuanto a Jarazo, fue recusado por Marcelo Santiago Gey por su situación como candidato a un ascenso que tiene que definir uno de sus posibles indagados. Además, el juez no solamente rechazó los pedidos de indagatoria; según allegados a los investigadores, ordenó medidas “complejas” y que llevarán “un largo tiempo”.

 

PRINCIPAL