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EL SENADO DEBATE UNA LEY SOBRE DEUDORES ALIMENTARIOS
Cerco para padres morosos

El proyecto prevé crear un registro nacional de padres que no pasan la cuota alimentaria de sus hijos. Los deudores sufrirán trabas económicas. La experiencia en la Ciudad, donde ya existe.

En la ciudad de Buenos Aires,
el registro de padres morosos funciona ya hace un año y medio.

Por Mariana Carbajal

El cerco sobre los padres divorciados que no se hacen cargo económicamente de sus hijos se está cerrando. Un proyecto de ley que crea un Registro Nacional de Deudores Alimentarios ya tiene la firma de más de treinta senadores y el dictamen de cinco comisiones. La iniciativa, que podría recibir media sanción la semana próxima, pone múltiples trabas a los morosos: desde impedirles operar con bancos y recibir concesiones o permisos de organismos nacionales, provinciales y municipales, hasta no permitirles ser proveedores del Estado, funcionarios, magistrados y candidatos a cargos electivos, entre otras restricciones. De aprobarse, la norma ampliará el alcance del Registro de Deudores de la Ciudad de Buenos Aires, una herramienta que funciona hace un año y medio con el siguiente resultado: 12 padres que se resistían a pagar accedieron a cumplir con su obligación después de aparecer allí escrachados. Hasta el momento, los inscriptos suman alrededor de 600.
Según pudo saber Página/12, cuatro de los padres cambiaron de actitud al verse impedidos de sacar el carnet de conductor; dos de los morosos se pusieron al día para evitar perder un contrato con el gobierno porteño y otro, un abogado, saldó su deuda al sufrir el embargo de una cuenta del Banco Ciudad. El número de inscriptos aumenta semanalmente, de acuerdo al pedido de los jueces que intervienen en causas por alimentos. En marzo, apenas superaban los 400. Hasta la semana pasada eran 601. La mayoría son hombres, profesionales independientes, de entre 35 y 45 años. Al no estar en relación de dependencia no se les puede embargar el sueldo y es más difícil rastrearle los fondos. Sólo hay una mujer anotada que es una abuela a quien legalmente se le traslada la obligación alimentaria de sus nietos por el incumplimiento de su hijo.
Aunque por el momento sólo una docena de los escrachados empezó a pagar, especialistas en Derecho de Familia consultados por este diario destacaron la importancia del Registro como “mecanismo disuasivo”, pero consideraron que su eficacia es limitada por no tener alcance nacional. “Si las provincias no copian la legislación, un deudor que no puede sacar el registro de conductor en la Capital cruza la General Paz y lo consigue”, advirtió la abogada Carmen González, presidenta de la Comisión de la Mujer de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, quien propuso también impedir el casamiento a los incumplidores. Para Nelly Minyersky, directora del Instituto de Derecho de Familia del Colegio Público de Abogados de la Capital, el Registro porteño es “un avance”, pero deberían “aumentarse las dificultades” para los morosos. En otros países –comparó–, las medidas son más graves, como en algunas ciudades de Estados Unidos, donde se publican las fotos de los deudores. Los escrachados no pueden sacar créditos en el Banco Ciudad, vender o comprar negocios, ocupar cargos públicos, ser candidatos políticos y renovar licencias de conducir en el ámbito porteño, entre otras limitaciones.
Pero la persecución a los morosos podría ampliarse si el Congreso crea un registro nacional. Dos semanas atrás, un proyecto de ley con ese objetivo sumó la firma de 33 senadores de distintas fuerzas y el dictamen de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Hacienda, Familia y Minoridad, Interior y Asuntos Constitucionales. El senador José María García Arecha (Alianza) y las senadoras Silvia Sapag (MPN) y Beatriz Raijer (PJ), autores de la iniciativa consensuada, están haciendo lobby para que se trate en la sesión de la semana próxima. El proyecto establece que quienes adeuden tres o más cuotas alimentarias consecutivas o cinco alternadas –igual que a nivel porteño– sufrirán una serie de restricciones: no podrán abrir cuentas corrientes, cajas de ahorro o cuentas especiales de cualquier tipo, ni recibir o renovar tarjetas de compra o de crédito. Tampoco podrán sacar créditos personales, hipotecarios o prendarios, ni recibir subsidios de organismos públicos ni beneficiarse con la concesión o renovación de facilidades sobrefinanciaciones o refinanciaciones de pasivos. Ningún organismo de la administración centralizada o descentralizada del Estado Nacional, de las provincias o municipalidades les podrán entregar concesiones, licencias, permisos o autorizaciones de cualquier tipo “salvo que las mismas estén destinadas a mejorar sus posibilidades de trabajo o ingresos personales”. Las limitaciones se extienden al cambio de titularidad de un dominio (fondo de comercio, local, negocio, industria). Tampoco podrán ser proveedores de organismos públicos ni ocupar cargos electivos ni ser magistrados o funcionarios de los poderes Judicial y Ejecutivo. Según el proyecto, el Registro funcionará bajo la órbita del Ministerio de Justicia y como ocurre en la ciudad, la inscripción se hará únicamente por orden judicial.

 


 

SE DUPLICARON LAS DENUNCIAS POR VIOLENCIA FAMILIAR
Los chicos, cada vez más víctimas

En los últimos tres años, las denuncias por chicos que son víctimas de violencia familiar se duplicaron, según datos del Consejo Nacional de Niñez, Infancia y Adolescencia. Además, el trabajo determina que el 90 por ciento de las víctimas son niñas menores de 11 años y que cuanto más chicos son los niños, más expuestos están a situaciones violentas.
El documento elaborado por especialistas del Consejo está basado en las causas radicadas en juzgados nacionales con jurisdicción en la ciudad de Buenos Aires. De 373 casos denunciados en 1998 se pasó a 332 en 1999. El año pasado hubo 556, y sólo en los primeros seis meses de 2001 se reportaron 268 denuncias.
La titular del organismo, María Orsenigo, explicó que el incremento de denuncias no implica necesariamente un aumento de casos. “Hay más denuncias porque se conoce más el sistema y más mecanismos accesibles para que los chicos puedan denunciar por propia cuenta, como las líneas telefónicas y porque la ley contra la violencia familiar ya lleva seis años de vigencia”, consideró la funcionaria.
Los datos –presentados en el Primer Congreso Nacional de Prevención y Atención del Maltrato Infantil que se realiza en Buenos Aires– indican que en el 90 por ciento de los casos derivados a la Justicia las víctimas son niñas, en tanto los varones representan el 10 por ciento. En este sentido, la mayor parte corresponde a menores de 11 años y generalmente se trata de una combinación de maltrato, negligencia y abuso sexual.

 


 

GUARDIAS DETENIDOS POR ESTAFA
Osobuco en vez de asado

Por comer un asadito, están en problemas. Ocho agentes del Servicio Penitenciario de la ex cárcel de Caseros que alimentaban a los presos con cortes de carne “considerados como desperdicios” para quedarse con la mejor parte, fueron procesados por el juez de instrucción Mariano Bergés.
El magistrado los investiga por el presunto delito de “malversación de caudales públicos, en modalidad de peculado” y trabó un embargo de 100.000 pesos sobre cada uno. Sin embargo, no les dictó la prisión preventiva.
Según la resolución, entre 1998 y 2000 los penitenciarios habrían “desviado los suministros alimenticios adjudicados a la población penal”. En otras palabras, comían lomo o asado, mientras los internos recibían sólo osobuco o espinazo, por lo que no podían cumplir una dieta balanceada. Los acusados podrían estar entre 2 y 10 años presos. Si eso ocurre, seguramente extrañarán sus antiguos manjares.

 

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