El escrutinio
definitivo de la votación del domingo último en la provincia
de Buenos Aires, que aún no concluyó, está trayendo
dos sorpresas. La primera es que Izquierda Unida obtiene sobradamente
los votos necesarios para adjudicarse dos bancas de diputados, que se
sumarían a la que ocupará Patricia Walsh. Inicialmente aparecieron
dos mil mesas en las que IU no sacó ni un voto, pero el recuento
está descubriendo que sí tenía entre 4 y 11 votos
en cada urna, con lo que si la tendencia se confirma conseguiría
los sufragios que le faltaban. Si esto ocurre, quedará desplazada
de una banca la candidata número 18 de la lista del PJ, María
del Carmen Cecilia Rico, la hija de Aldo, el carapintada.
El escrutinio
definitivo de la votación del domingo último en la provincia
de Buenos Aires, que aún no concluyó, está trayendo
dos sorpresas. La primera es que Izquierda Unida obtiene sobradamente
los votos necesarios para adjudicarse dos bancas de diputados, que se
sumarían a la que ocupará Patricia Walsh. Inicialmente aparecieron
dos mil mesas en las que IU no sacó ni un voto, pero el recuento
está descubriendo que sí tenía entre 4 y 11 votos
en cada urna, con lo que si la tendencia se confirma conseguiría
los sufragios que le faltaban. Si esto ocurre, quedará desplazada
de una banca la candidata número 18 de la lista del PJ, María
del Carmen Cecilia Rico, la hija de Aldo, el carapintada.