El terror volvió a golpear
en el punto en que su mensaje más se amplifica: los medios de comunicación.
Ayer, en otro día donde la incertidumbre fue lo único seguro,
se supo de dos casos de contagio cutáneo de la enfermedad: una
empleada del diario The New York Post y un empleado de correos de Nueva
Jersey. Pero la noticia más sorprendente fue que en Río
de Janeiro, Brasil, se detectó un sobre con posibles bacilos de
ántrax dirigida a un periodista del New York Times.
En Estados Unidos, se supo ayer que una asistente editorial del diario
The New York Post dio positivo a un test de ántrax cutáneo.
Se trata de una mujer que ya retornó al trabajo. Otros tres empleados
del diario que presentaban síntomas de gripe se hicieron los análisis
que dieron negativos. Este es el cuarto medio de comunicación de
Nueva York donde se detecta la bacteria, luego de las cadenas de televisión
NBC, ABC y CBS.
En tanto, el empleado postal se encuentra hospitalizado. Se trata de un
hombre de 35 años no identificado que trabaja en Nueva Jersey,
cuya vida no corre peligro. Con estos dos casos suman ocho el número
de personas contagiadas. El ántrax sólo causó una
víctima mortal, en tanto hay 31 personas contaminadas sin haber
contraído la enfermedad.
Por primera vez en nuestra historia, corremos el riesgo de sufrir
más pérdidas aquí, en Estados Unidos, que entre nuestras
tropas que atacan al régimen talibán, afirmó
el vicepresidente, Dick Cheney. En Washington la incertidumbre puede ser
medida en las más de 3000 personas examinadas en 48 horas. El
pueblo norteamericano puede tener confianza porque su gobierno trabaja
día y noche sin descanso para protegerle, afirmó el
coordinador de la lucha antiterrorista en Estados Unidos, Tom Ridge, en
conferencia de prensa. Allí declaró que las cepas de ántrax
presentes en Nueva York, Florida y el Senado norteamericano son muy
similares.
En Brasil, la carta que contendría bacilos de ántrax estaba
dirigida al periodista Larry Rother, y fechada el 5 de octubre sin remitente.
Como medida de precaución, el sobre no fue abierto y fue puesto
en una bolsa plástica y entregada a las autoridades. Rother había
escrito artículos críticos con respecto a la triple frontera.
Kenia, por su parte, vive en estado de alerta general después de
haberse convertido en el primer país, después de Estados
Unidos, adonde llegó el bacilo del ántrax, en una carta
con polvos blancos enviada desde Atlanta, en EE.UU.
El miedo al ántrax también puso en alerta a América
latina, por lo que se tomaron distintas medidas. El presidente de Ecuador,
Gustavo Noboa, convocaba a una reunión del Consejo de Seguridad
Nacional (Cosena) ante la sospecha de acciones de bioterrorismo. En ese
país cinco empleados del ministerio de Bienestar Social están
en observación, al igual que una funcionaria de la ONU en Quito.
En El Salvador, las autoridades informaron que una carta sospechosa dirigida
al presidente Francisco Flores desde Pakistán será enviada
a un laboratorio en Atlanta (EE.UU.).
Psicosis en Chile
En Chile también hubo denuncias de correspondencia sospechosa
de contener ántrax. Dos nuevas denuncias movilizaron a la
policía de carabineros ayer por tratarse de cartas sin remitente
que, se suponía, estaban contaminadas. Sin embargo, fue sólo
un susto: los casos que hemos recibido son de extraordinario
mal gusto o situaciones que pretenden infundir temor, afirmó
ayer la ministra de Salud, Michelle Bachelet.
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Muy comunes
El martes, un sobre poco conspicuo llegó a las oficinas
de Tom Daschle, el poderoso líder de la mayoría demócrata
en el Senado de Estados Unidos. Tenía ántrax de grado
militar. Anteayer, en Washington DC, la reacción de efecto
demorado, fue de un pánico rayano en la cobardía más
vergonzosa: la Cámara de Representantes que no había
sido atacada, entró en un estado de terror y cerró
sus puertas, con lo cual Osama bin Laden pudo envanecerse de haber
clausurado un tercio del sistema político norteamericano.
Por si algo faltaba, la Cámara de los Comunes británicos
cerró ayer sus puertas en previsión de posibles ataques.
Con un agregado: Gran Bretaña es una de las principales bases
de actividades de la organización Al-Qaeda.
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