Si algo se podía agregar
al persistente desborde de aguas que sufren más de diez mil pequeños
productores agropecuarios bonaerenses, después de ver sus campos
arruinados y sus inversiones en semilla pasadas por agua, es el desborde
de las cloacas que transformaron buena parte de las inundaciones en una
marea de aguas servidas. Las autoridades de Salud bonaerenses comenzaron
a enviar cientos de miles de pastillas potabilizadoras, además
de camiones cisterna y botellas de agua mineral. Los hospitales de buena
parte de los 60 municipios identificados como zona de desastre entraron
en estado de alerta ante el riesgo de la aparición masiva de enfermedades
como la disentería, la salmonelosis y el cólera. Ante un
reclamo de ayuda económica del vicegobernador Felipe Solá,
el secretario de Agricultura nacional, Marcelo Regúnaga, respondió:
Ni sí, ni no. Entre tanto, en el partido bonaerense
de Rivadavia, el ingenio transformó la desgracia en beneficio:
un grupo de personas ofrecía cruzar los vehículos atascados
por una laguna formada sobre el cruce de las rutas 70 y 33, al módico
precio de 15 pesos la vuelta. Otras cinco rutas nacionales y seis provinciales
también resultaron cortadas. Algunas, ni pagando era posible cruzarlas.
Ayer, la situación en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe,
La Pampa y Córdoba seguía tan o más dramática
que el día anterior. Una lista de 31 distritos bonaerenses aparecía
en las planillas operativas de Defensa Civil de la provincia como los
partidos más seriamente afectados por las precipitaciones. Entre
ellos, 9 de Julio, con 423 mil hectáreas inundadas y el 80 por
ciento de sus campos incapaces de albergar una semilla. Falta de piso,
lo llaman los agobiados productores: significa que el suelo, aunque no
necesariamente esté transformado en una laguna, recibió
tanta agua que ya no absorbe, los pies se hunden hasta la rodilla, y es
imposible arrojar una semilla.
En el partido de Salliqueló, al oeste de la provincia, el 89 por
ciento de los campos está bajo el agua. El 70 por ciento
tiene agua en la superficie señaló un vocero del intendente
aliancista Osvaldo Cattaneo-. El resto está con falta de piso.
De las 15 mil hectáreas de trigo que era posible sembrar en mayo,
sólo se sembraron 9 mil, porque la crisis hídrica no empezó
este año. Algunos productores se animaron a sembrar pero estas
inundaciones arruinaron todo. Se calcula que el 80 por ciento de lo sembrado
se perdió. En Salliqueló, el sistema de cloacas comenzó
a desbordar, pero en las mediciones sobre el agua potable aún no
se detectaron problemas de infección.
En Chivilcoy, sobre el centro-norte de la provincia, como en otros partidos,
las autoridades sanitarias declararon el alerta ante el desborde de las
cloacas. Estamos preocupados por la posible contaminación
del agua señaló el intendente aliancista Juan Carlos
Ferzola. Acá hay muchos pozos ciegos, las napas están
altas y se inundan. Estamos preparados para evitar posibles casos de disentería,
salmonelosis y otras enfermedades intestinales que en niños y ancianos
pueden ser graves. El jefe de Operativos, de Defensa Civil bonaerense
Carlos Mariescurrena, ya ordenó el envío de 2 mil blisters
de pastillas potabilizadoras a cada municipio. Cada blister lleva 16 pastillas,
cada una de ellas útil para 2 litros de agua. Además, se
envían periódicamente camiones cisterna y botellas de agua
mineral.
Aunque el envío por ruta a algunos sectores constituye una proeza.
Unas 34 localidades se encuentran totalmente aisladas porque el agua ya
avanzó sobre el asfalto, y sólo se puede llegar en tractores
o camiones unimog. Las rutas nacionales 33, 226, 5, 7, 8 y 188, y las
provinciales 70, 50, 65, 68, 46, 42 y 41, sufren cortes parciales o totales.
En el caso del cruce de la 33 y la 70, cerca de la ciudad de América,
un grupo de vecinos decidió salir de pobres ofreciendo sus trailers
para cruzar vehículos de una orilla a la otra del corte.
Entretanto, tras una reunión entre el vicegobernador bonaerense
Felipe Solá y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, en la que
el funcionario provincial intentó obtener ayuda económica,
Colombo anunció el compromisode otorgar ayuda. Una hora después,
el secretario de Agricultura, Marcelo Regúnaga, aclaró:
Ni sí, ni no. Estamos analizando cómo resolver el
problema.
PERSECUCION
EN UN COLECTIVO
Ladrones con boleto
Una insólita persecución
se produjo por las calles del barrio porteño de Almagro, cuando
tres jóvenes, después de asaltar un bar con una pistola
de juguete, se subieron a un colectivo de la línea 168, pretendiendo
mezclarse entre los pasajeros. El problema para ellos fue que sus perseguidores
eligieron un medio más rápido y los alcanzaron: se tomaron
un taxi. El incidente finalizó con los asaltantes entregados sin
oponer resistencia.
Después de apoderarse de dinero, relojes y efectos personales de
las 15 personas, entre empleados y clientes que se encontraban en un bar
de la esquina de Rocamora y Palestina, los asaltantes abandonaron el lugar
con su juguete y a los pocos metros se subieron al interno 16 de la línea
de colectivos. Escondieron su arma falsa y, haciéndose pasar por
pasajeros comunes, sacaron boleto y se ubicaron en la parte trasera del
colectivo. Sin embargo, no pasaron desapercibidos para dos policías
que custodiaban la zona, quienes decidieron perseguirlos en taxi, al tiempo
que avisaban del hecho a la comisaría correspondiente.
Cumpliendo con la lógica, el taxi no tardó demasiado en
alcanzar al colectivo, y los policías, ya asistidos por sus compañeros
de la comisaría, lo abordaron en cuanto el chofer les abrió
la puerta. Desesperados, los asaltantes exigieron al conductor que les
abriera la puerta trasera, pero éste se negó, en medio del
pánico de los pasajeros. Pero el episodio no pasó del temor:
los jóvenes decidieron entregarse sin oponer resistencia. Los damnificados,
tras ser identificados, concurrieron a la seccional para recuperar sus
pertenencias.
|