FRONTERA Larry Bohter, el corresponsal del New York Times en Río de Janeiro, se calzó los guantes, tomó la carta sin abrir y sin remitente y llamó a la policía. Después se supo que hizo bien: el sobre despachado el 5 de octubre desde Nueva York contenía esporas de ántrax, el primer caso detectado en Brasil. La intriga de los periodistas del Times era ¿por qué la oficina brasileña y no otra? La explicación surgió sola: Bohter escribió varias duras notas sobre la seguridad en la Triple Frontera.
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