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DINAR LINEAS AEREAS

EL FBI YA TOMO CONTACTO CON EL JUEZ.
COMO SERA LA INVESTIGACION DE LA CARTA CONTAMINADA
Un puente de ántrax de la Florida a Buenos Aires

�Estamos ante un posible ataque bacteriológico�, dijo el representante del FBI al juez que lleva la causa. Aunque se cree que la clave está en la Florida, los investigadores no descartan que el ántrax haya sido colocado en el país. Por eso investigarán a todos los que tuvieron contacto con la carta.

Personal del Malbrán recibe paquetes de correspondencia sospechosa, que crece día a día.

Por Alejandra Dandan y Raúl Kollmann

El FBI norteamericano se comunicó ayer con el juez Rodolfo Canicoba Corral como un primer paso para poner en marcha la investigación sobre el folleto turístico con bacterias de ántrax que le llegó a una mujer en Parque Patricios. En su diálogo con el magistrado, el FBI manifestó su disposición a intervenir porque “estamos ante un posible ataque bacteriológico”. Según los investigadores, la clave está en la Florida, desde donde la empresa Ramada Plaza Resorts envió la carta, pero ni el juez ni el FBI ni los investigadores locales descartan que el ántrax haya sido colocado en el país. Por esa razón, iniciarán una pesquisa sobre la mujer a la que le llegó la carta, su familia, el correo, el cartero y hasta la comisaría donde se entregó el sobre para ser analizado. El ántrax incluido en la carta llegada a la Argentina estaba impregnado y no como polvillo, por lo que difícilmente podría haber contagiado a la mujer si ella no tenía una herida en la piel. Esto hace que todo sea más desconcertante: un terrorista quiere sembrar el terror o la muerte, pero el ántrax del sobre no era mortífero y la carta en la que fue enviada no produce terror alguno, no incluye una amenaza, sino que era la publicidad de un viaje por el Caribe.
Cuando se les pregunta a los investigadores argentinos cuáles son sus hipótesis sobre el caso de ántrax en Parque Patricios, no hacen más que mirar azorados. “No tenemos ninguna explicación. Ni siquiera una idea de por qué apareció esa bacteria”, le dijo a Página/12 uno de los hombres que trabaja en el caso.
El juez Canicoba Corral recibió la llamada del delegado en Buenos Aires del FBI y en las próximas horas habrá una comunicación oficial del magistrado pidiéndole a la agencia de investigaciones norteamericana que intervenga. “Ellos manifestaron interés por colaborar –le dijo el magistrado a este diario–, no para darle una mano a la justicia argentina, sino porque esa carta salió de Estados Unidos y tiene que ver con los peligros que ellos corren. En este caso tenemos intereses que confluyen y por eso la colaboración con el FBI puede servir. Nosotros, por ahora, tenemos un solo caso y puede ser casual. El nudo de lo que está pasando está allá.”
Según fuentes de la investigación que se puso en marcha ayer, de ninguna manera puede descartarse que la bacteria de ántrax aparecido en Parque Patricios sea el resultado de una operación de un científico loco o de un terrorista argentino. La lógica indica que todo se produjo en Estados Unidos, pero los investigadores argentinos tienen la obligación de mirar al milímetro si el ataque tiene su origen en el país.
Un elemento importante a tener en cuenta es la forma en la que se contaminó el folleto:
La bacteria estaba en la tinta o en el papel. No era un polvo, sino que estaba impregnado, lo cual significa que hay muy pocas probabilidades de que fuera respirado. “La mujer podría haberse contaminado con un roce de la piel, sólo en alguna parte en la que tuviera una herida”, dijo Andrés Ruiz, director del Instituto Malbrán.
Según el doctor Jorge San Juan, jefe de Atención al Paciente Infeccioso del Hospital Muñiz, “la bacteria pudo haber sido inyectada al sobre, rociada o mediante una preparación sobre el papel”. En cualquiera de las tres variantes, se requiere de un laboratorio para manipularla.
Suponiendo entonces que estamos ante un científico loco o un terrorista, habría que pensar que ingresó en La Florida o aquí a la empresa de turismo o al correo y pudo haber metido una jeringa en el sobre, logrando así que la bacteria se impregnara. La hipótesis suena escalofriante y poco creíble, pero todos coinciden en que lo que está ocurriendo en el mundo resultaba poco creíble hasta que efectivamente ocurrió.
Estos son algunos de los elementos que se evalúan en la pesquisa:
Sólo hay dos casos fuera de Estados Unidos. Uno en Kenia y otro en la Argentina, curiosamente dos países donde hubo atentados en la última década: un feroz ataque contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi, con más de 200 muertos y los dos atentados en Buenos Aires.
Son sólo esos dos casos de ántrax los que parecen no tener explicación: hasta el momento la bacteria apareció en medios de comunicación –American Media en Miami, las cadenas NBC, CBS y ABC en Nueva York, el New York Times y el New York Post–, en el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos y en la gobernación de Nueva York. El único caso que se sale del molde en territorio norteamericano es el que afecta a una mujer-cartero de Trenton, Nueva Jersey, que es justamente el lugar desde el cual salieron dos de las cartas con ántrax, la que fue al Senado y la que llegó a la NBC. En Kenia, en cambio, la carta con ántrax la recibió, desde Estados Unidos, un hombre de negocios. En la Argentina una ex publicista. Ni periodistas ni funcionarios de gobierno ni carteros.
No se puede descartar un error de los terroristas o científicos desequilibrados, es decir que la bacteria haya terminado en el folleto enviado a Buenos Aires a partir de la contaminación en La Florida, en una imprenta, en el correo o incluso en algún avión. Alguien pudo rociar un grupo de sobres o folletos, tal vez para que fueran hacia otros estados norteamericanos y ése terminó en la Argentina.
Puede tratarse de un ataque bacteriológico contra el turismo norteamericano o un sabotaje contra la empresa que lo envía. Suena disparatado, pero nada se puede descartar.
Hay otra hipótesis que todos los especialistas descartan pero que igual debe consignarse. Un error en las pruebas, algo imposible porque se hicieron tanto en el Hospital Muñiz como en el Instituto Malbrán.
Por de pronto, los pasos a seguir por los investigadores argentinos son los siguientes, siempre pensando en la actuación de un científico resentido o un terrorista:
Piensan investigar a la mujer que recibió el sobre, a su hijo y a toda la gente más cercana. Esto incluye relaciones anteriores laborales y sentimentales, partiendo obviamente de su propio relato.
Es imprescindible estudiar el buzón y los lugares donde estuvo la carta.
Tendrá que convocarse al cartero, a la sucursal y a la central del Correo. Hay que recorrer meticulosamente todo el camino que recorrió la carta hasta llegar a la mujer.
Hay que establecer fehacientemente por qué le llegó a ella la publicidad del paquete turístico. Cómo y quién aportó la dirección a esa lista que, supuestamente, tenía la empresa Ramada y que fue el punto de partida de la carta. El folleto fue enviado desde La Florida, pero la parte argentina tiene que averiguar cómo llegó el nombre y la dirección a la empresa turística. La mujer cree que tal vez tomaron su nombre porque ella tiene una cuenta en el Citibank, pero habrá que verificarlo.
Se tendrá que investigar la comisaría donde la mujer llevó la carta, una vez que le pareció sospechosa: quién la tuvo en su poder, adónde se colocó, cuál fue el trámite seguido.
Habrá que verificar el avión que trajo esa carta y todos los procedimientos en Ezeiza y después.
Es urgente investigar todas las demás cartas enviadas a la Argentina por Ramada Resorts. Resulta extraño que una sola esté contaminada.
Todos estos pasos son imprescindibles y se están poniendo en marcha, aunque lo cierto es que la mayoría de los investigadores creen que la clave está en La Florida. “Es allí donde se dieron los casos hasta ahora y debo decir que la seguridad en Estados Unidos está concentrada en lo que entra a ese país, no lo que sale. Esto debe significar ahora un cambio total, una reversión. Tienen que empezar a vigilar y a investigar lo que sale, lo que le envían a todos los países”, señaló el comandante retiradode la Gendarmería, Osvaldo Laborda, especialista en cuestiones de seguridad. “También la Argentina tiene que abandonar ese papel de observador que tiene: el conflicto está aquí, debe conformarse un comité de crisis serio”, completó Laborda.

 

UN DIA DE PSICOSIS: CENTENARES DE CONSULTAS
Los asustados copan el Muñiz

Por A. D.
“Hay gente por todos lados: si hasta tuve que salir a arengar a las masas como un político.” Jorge San Juan, el jefe de atención al paciente infeccioso del Muñiz, empezó el día envuelto en aquella agitación. Desde muy temprano todos los teléfonos del hospital quedaron saturados por casos de desesperados que buscaban más explicaciones sobre el ántrax. La confirmación del primer caso argentino disparó la estampida de consultas que se repitió durante el día también en el Instinto Malbrán, donde sólo ayer los técnicos recibieron cien nuevos sobres. El estado de paranoia y de pánico obligó al Muñiz a montar cuatro consultorios de emergencia con especialistas que no dejaron de atender consultas a veces disparatadas. En este escenario, Héctor Lombardo desde el Ministerio de Salud anunció públicamente que el Estado tomará “medidas de prevención masiva” y aseguró garantizada en el país la producción y provisión de antibióticos para combatir al terrible fantasma islámico.
Esta campaña de masiva de esterilización anunciada por el ministro no tiene nada de ciencia ficción, aunque podría serlo. Lombardo explicó que entre las medidas que se estudian contra el fantasma bacteriano existe un método que permite la “esterilización” de todas las cartas que ingresan al país. Ese sistema, ya implementado para las cartas enviadas a la Casa Rosada, sólo será usado si se declare el “estado de emergencia”. Ese estado aún es incierto: “Con un sólo sobre detectado no alcanza”, dijeron voceros del gobierno.
Ese único caso bastó, sin embargo, para trastornar a los equipos técnicos del Muñiz y del Malbrán. Ayer ya no fueron solamente las consultas telefónicas: centenares de porteños que entraron en pánico acudieron al hospital. Muchos habían recibido sobres con el mismo remitente de “Patricia”, la mujer que encontró hace una semana en su casa la primera correspondencia infectada. Pocos de los que pasaron ayer por el Muñiz sabían que en el mismo hospital estaba “Patricia” haciéndose el test de hisopado nasal ordenado por los médicos en forma preventiva. Por precaución también una familia de Monte Grande comenzó a tomar antibióticos contra la bacteria. Juan Carr, de la Red Solidaria, aseguró que la decisión fue tomada cuando supieron que hace unos días abrieron un sobre igual al de Patricia.
Mientras sucedía todo esto, San Juan disponía un megaoperativo en el Muñiz para atender a los más obsesionados con consultas sobre síntomas y modos de contagio. “Fueron atendidos por un grupo de infectólogos para dejarlos tranquilos”, dijo el especialista. Al mediodía ya se habían recibido un total de 1100 sobres en estudio, 300 de los cuales dieron resultado negativo.

 

REFUERZAN LOS CONTROLES SOBRE LA CORRESPONDENCIA
A mirar las cartas con lupa

Por A.D.
El correo se ha trasformado en una suerte de peligroso enemigo externo. Ayer el gobierno nacional convocó al Consejo de Seguridad y a todas las empresas privadas de trasporte de correos y cargas para organizarlas en esta guerra contra el ántrax. A partir de ahora las compañías que manipulan envíos del exterior deberán establecer un mecanismo de selección para identificar y estudiar recurrencias y remitentes, especialmente de Estados Unidos. Esta medida sugerida desde el Ministerio del Interior será completada con otros métodos en la Aduana y en los hangares del aeropuerto de Ezeiza donde se manipulan las cargas internacionales. El bioterrorismo epistolar provocó pánico hasta en la Casa Rosada: todos los sobres a partir de ahora pasarán por una planta de irradiación de correspondencia en el Centro Nacional de Energía Atómica.
El encuentro del Consejo de Seguridad fue convocado ayer a la mañana con urgencia por el ministro del Interior, Ramón Mestre, para establecer “medidas precautorias” en el marco de lo que se ha denominado la lucha contra el terrorismo. A esa reunión fueron entre otros, representantes de Correo Argentino, Edcadasa, Andreani, VHL y OCA, compañías a cargo del trasporte de cargas y de la cantidad de envíos postales que en estos días han disparado el estado de psicosis en el país.
La reunión giró en torno a un tema central: la preocupación del Gobierno y el modo de impedir la entrada de materiales sospechosos y elementos de tipos bacteriológicos al país que –se especula– podrían llegar en cargas y correspondencia postal. En ese marco, el Ministerio del Interior les recomendó a las empresas una serie de medidas. Entre otras, les pidió a las compañías que trabajan con los envíos postales que establezcan un método selectivo para discriminar similitudes en los sobres que lleguen de Estados Unidos. De acuerdo a una fuente vinculada a los correos que fue consultada por este diario, los resultados de esos chequeos deberán ser enviados a la Secretaría de Comunicaciones que centralizará los datos.
Estos controles serán repetidos en la Aduana con la manipulación de cargas. Allí se aumentará el tránsito de cargas que atraviesan el canal rojo. Los técnicos deberán chequear la existencia no sólo de material bacteriológico sino de elementos sospechosos como explosivos o instrumentos para armarlos. Del mismo modo, se reforzarán los controles en Ezeiza, donde llega el 90 por ciento del cargamento internacional que entra al país. En los hangares de Edcadasa se han colocado ya ocho equipos de rayos x por donde pasará toda la carga que entre al país. Anoche, fuentes vinculadas a las compañías consideraban poco probable que esa tecnología baste para acorralar a las bacterias que puedan traer las cartas.

 

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