Por
Facundo Martínez
En un partido abierto, en el que se vieron ráfagas de buen fútbol
pero poca contundencia, River terminó derrotando por 20 a
Newells y, a pesar de las críticas que se oyeron por parte
de sus hinchas, continúa prendido en la lucha por el título
y alentando esperanzas de alcanzar al puntero Racing. Los goles fueron
de Martín Cardetti, de penal, y de Eduardo Coudet, sobre el final,
cuando el equipo de Juan Manuel Llop estaba cerca del empate. Los rosarinos,
por su parte, llevan seis partidos sin victorias, con un empate y cinco
traspiés.
Las alternativas que se presentaban en la previa del partido, si River
iba a ser aquel equipo contundente y goleador o si iba a mostrarse titubeante
y errático, se vieron juntas en el campo de juego. Porque por momentos,
con Ariel Ortega, Andrés DAlessandro y en menor medida Esteban
Cambiasso, bien conectados, River se las ingeniaba para complicar a la
defensa de Newells, apoyado en gran medida en el despliegue de los
laterales y en una sólida línea de contención. Aunque
en su afán por sumar gente en ataque también se complicaba
demasiado, regalando terreno ante un rival que trató bien la pelota,
por el lado de Julio Saldaña y Maximiliano Rodríguez, pero
careció también de profundidad.
Pocas situaciones claras para dos conjuntos que apuestan al juego y poco,
muy poco al pelotazo. River pudo dominar más que el conjunto rosarino,
pero no podía hacerlo con seguridad porque Newells estaba
bien parado atrás y respondía rápido los avances,
gracias al buen criterio de Leonardo Ponzio, llegando seguido al arco
de Angel Comizzo, aunque sin demasiada fuerza. La apertura del marcador
fue algo azarosa: recién a los 26 y de penal. Ortega picó
dentro del área rival habilitado y el arquero, que tenía
espacio para resolver quizás mejor, se apresuró tirándose
al bulto y forzó la penalización, ayudado por la estrambótica
zambullida del delantero. La conversión del penal fue lo mejor
de Cardetti, de una producción despareja: en el complemento, luego
de estrellar un remate en el palo, desperdició dos mano a mano,
increíblemente.
Por el lado de Newells, el ingreso de Willian Vázquez, los
avances de Gustavo Dueña y el manejo de Saldaña ayudaron
a lograr una mayor presencia ofensiva antes de eso Nicolás
Pavlovich se quedaba bastante aislado. Pero, salvo un disparo de
Vázquez, que Comizzo desvió exigido al corner, las definiciones
se iban por arriba, por un costado o por el otro. Es cierto que el empate
estaba cerca, que River perdió por un rato el rumbo y que sus hinchas
comenzaban a abuchear a algunos jugadores, tan cierto como el error defensivo
que le permitió a Maxi López habilitar al reaparecido platinado
Coudet, que a la carrera y categóricamente puso el 20 definitivo;
un golazo que festejó con desahogo, porque ayer volvía después
de haber sido postergado.
COUDET,
FELIZ PERO SIN REVANCHA
Dedicatoria
canalla
El
técnico y varios jugadores de River coincidieron ayer al resaltar
que el equipo no hizo un buen partido ante Newells, aunque igualmente
rescataron los tres puntos obtenidos, que les permiten mantenerse a tiro
del puntero Racing. Por su parte, el volante Eduardo Coudet, quien entró
promediando el complemento en lugar de Estaban Cambiasso y anotó
sobre el final el segundo tanto del equipo, después de no haber
sido tenido en cuenta por Ramón Díaz durante varios encuentros,
aseguró que no tiene revanchas con nadie y dedicó
su golazo a los hinchas de River y Central, su ex club.
El partido se nos complicó en el segundo tiempo porque no
pudimos tener la pelota, pero lo importante es que logramos los tres puntos
y seguimos prendidos arriba, dijo el entrenador.
Mientras que Coudet, sobre la decisión de Díaz de ponerlo
en el momento más complicado del partido, expresó: No
lo esperaba, pero siempre seguí trabajando para estar. Y si me
toca quedar afuera, trato de trabajar el doble para estar mejor. Era un
momento difícil, pero por suerte pude retribuir el cariño
que me da la gente de River, y también un poco a la gente de Central,
que la quiero mucho. Y agregó: Yo no tengo revanchas
con nadie porque nunca tuve problemas con nadie. Los problemas que tuve
fueron inventados, de ahí en más cada uno sacará
sus propias conclusiones. Volví muy bien y espero seguir teniendo
chances como las que tuve hoy.
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