La
muy accidentada historia del Frepaso dentro del gobierno de la Alianza
podría finalizar hoy o, a más tardar, a mediados de semana,
cuando la mesa nacional partidaria se reúna para decidir la ruptura.
La salida de Juan Pablo Cafiero no cambió mucho el panorama, pero
acelerará los tiempos y forzaría al resto de los funcionarios
frepasistas a utilizar la misma puerta que inaugurara Carlos Chacho
Alvarez cuando decidió no ser más vicepresidente. La
renuncia de Juampi va a servir para reagruparnos y ganar en autonomía,
festejaba anoche uno de los diputados del Frepaso que desde hace tiempo
viene bregando por una ruptura. Todavía quedará pendiente
la decisión sobre la continuidad de la Alianza como fuerza, aunque
la idea es preservarla en los distritos en los que funciona bien y donde
se respetan los lineamientos originarios de la coalición.
La descomposición de la relación del Frepaso con la gestión
de Fernando de la Rúa se aceleró en los últimos meses.
Porque luego de Chacho y el affaire de Alberto Flamarique por el escándalo
del Senado en octubre del años pasado, las otras salidas, como
la de la ex ministra Graciela Fernández Meijide, habían
sido más o menos consensuada. Distinta fue la situación
que se dio hace poco con el secretario de Recursos Naturales, Rafael Flores,
quien debió irse después de cuestionar la posición
del Gobierno en el conflicto entre Estados Unidos y Afganistán.
O la de Nilda Garré, quien fue despedida por dar información
sobre la investigación del atentado a la AMIA. En ambos casos los
frepasistas no sólo estuvieron en desacuerdo sino que sintieron
un exceso de celo de parte del Presidente, que no suele caracterizarse
por tomar decisiones intempestivas.
Con todo, hasta este fin de semana, la posición de los conductores
del bloque de diputados, Darío Alessandro y Rodolfo Rodil, era
la forzar hasta las últimas un cambio de rumbo del Gobierno, aportando
en cada reunión de gabinete y cada encuentro en Olivos propuestas
que fueran alternativas al modelo. Una vez que quedara en claro que De
la Rúa y Domingo Cavallo no acusaban recibo, entonces sí,
decidir la ruptura.
Pero su posición era claramente minoritaria dentro del bloque,
donde prevalecen los diputados que quieren que la bancada vuelva a ser
del Frepaso a secas, sin más aliados incómodos. Con diálogo
con las fuerzas afines, aunque sin crear un interbloque con el ARI ni
cortar lazos con los radicales de las líneas progresistas. Que
quede claro que no somos antirradicales, explicaba un diputado porteño.
Cuando se reúna la mesa nacional del Frepaso que funciona
como conducción partidaria desde que Chacho Alvarez anunció
que abandonaba la política, uno de los puntos a discutir
será el futuro de la Alianza, una construcción más
que confusa si se la considera la misma coalición que está
gobernando. La postura mayoritaria en el encuentro, que tal vez se anticipe
para hoy, permitiría que la coalición continúe en
los distritos donde funciona en armonía. En la Capital, el jefe
de Gobierno, Aníbal Ibarra, anticipó su intención
de mantenerla y ampliarla.
Otro punto será la situación de los frepasistas quienes
todavía mantienen cargos en la gestión delarruista. Uno
de ellos, el secretario de Empleo y Producción, Enrique Martínez,
adelantó ayer a este diario su intención de continuar en
el puesto. Nuestra criterio ha sido siempre cumplir con lo que vinimos
a hacer, sostuvo. Pero, aclaró, ya no lo hará desde
el Frepaso, un partido que a criterio de Martínez no existe
más. Por eso, el funcionario planea lanzar su propia línea
política.
Los otros funcionarios son los secretarios de Modernización del
Estado, Marcos Makón; de Ciencia y Técnica, Adriana Puiggrós;
y de Política Criminal, Mariano Ciafardini, para nombrar los más
importantes. Según comentaban dentro del Frepaso, algunos de ellos
tendrían deseos de continuar pese a las severas restricciones presupuestarias
que planea Cavallo para los próximos meses. Pero si la decisión
partidaria es la ruptura definitiva con el Gobierno, nadie suscribiría
el camino que eligió Martínez de independizarse de la conducción
frepasista. Obedientes, recorrerían el mismo sendero unidireccional
que inauguró Chacho.
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