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DINAR LINEAS AEREAS

Juan Pablo Cafiero explica por que renuncio al Ministerio de Desarrollo Social
“Aquí se postergó una vez más lo social”

En una entrevista concedida a Página/12, Cafiero dijo que se va del Gobierno por problemas que exceden el presupuesto y se refieren a cuál es la prioridad: mercado o necesidades sociales. �Habría que cortar gastos en otra parte�, define, y aclara que aunque De la Rúa dijo ayer que �quisiera que continúe�, �yo ya no soy ministro�.

Por Fernando Cibeira

En su primer fin de semana como ex ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero decidió más que nada despejarse. Entonces, buscó algún lugar donde no escuchar los repetidos llamados a su teléfono de amigos y periodistas. Así que se fue a la cancha a ver a River, que ayer le ganó a Newell’s. “Por lo menos, una buena”, se consolaba, ya de vuelta en su casa. Luego de un largo tira y afloje por el presupuesto de su cartera, Cafiero le adelantó el viernes al presidente Fernando de la Rúa, durante una cena que compartieron en Olivos, que se quedaba sin su último ministro frepasista. Ayer, sin embargo, cerca del Presidente aseguraban que todavía no había recibido ningún papel firmado con la renuncia –“El Presidente es un hombre de código de procedimientos”, explicaba un vocero–, mientras que los colaboradores del ministro explicaban que Juampi se la había mandado desde su casa a Olivos por fax. De la Rúa dio a entender que quería que Cafiero siguiera.
“Yo lamento mucho su renuncia. Tuvimos una larga conversación el viernes y estamos trabajando para lograr los fondos sociales, que no van a faltar. Sentiré mucho si insiste en irse. Yo quisiera que continúe porque con él vinimos cumpliendo una gran tarea social”, dijo el Presidente, luego de inaugurar ayer el Congreso Mundial de Energía en el Luna Park.
Para entonces, Cafiero ya había explicado que consideraba “inaceptable” el recorte que querían hacerles a las partidas de su ministerio y que la poda produciría un fuerte impacto, dado el aumento de los problemas sociales de las 4 millones de personas que reciben atención del Estado. “El 95 por ciento de nuestras partidas estaba destinado a prestaciones por la pobreza”, consideró. En diálogo con Página/12, Cafiero se enteró de que el Presidente todavía consideraba si aceptaba su renuncia.
“Yo ya no soy ministro”, respondió.
–¿Cuáles fueron las causas que lo terminaron decidiendo a presentar la renuncia?
–Desde los primeros días de octubre vine avisando que no estaba de acuerdo con la forma en que venían haciendo el recorte en los fondos sociales presupuestados. En los últimos días hubo una mejora pero no me pareció suficiente. Antes, el recorte era del 90 por ciento de los fondos pautados para el tercer trimestre y ahora quedó en un 75 por ciento de los 300 millones que teníamos que recibir.
–¿Le explicó al Presidente que con ese recorte no podía seguir con los planes sociales?
–No quisiera contar cosas que no son correctas. El viernes estuve con el Presidente y le dije lo que pensaba. Cualquier persona se da cuenta que con un presupuesto tan restringido no es mucho lo que puede hacerse. El Presidente me dijo que estaba contento con mi gestión y que entendía que me costara comprender la necesidad de cumplir con los recortes.
–¿El problema es exclusivamente presupuestario?
–El problema nace por la diferente manera de encarar la cuestión social. Estos meses estuvimos haciendo fuerza no sólo por lo presupuestario sino para crear una auténtica autoridad social en el país. Pero acá prevaleció el ímpetu y la autoridad económica de los mercados, que postergó una vez más lo social. El presupuesto no es más que una consecuencia de ese tema. En algún momento tiene que ganar la gente. Lo que está en juego es el poder que tiene la sociedad, qué autoridad tienen los pobres en el país, cuánto se los anula, cuánto se los ignora.
–¿En el Frepaso sabían que iba a renunciar?
–Ellos sabían que la situación era crítica. Ya les había anticipado que no estaba dispuesto a seguir si recortaban los fondos.
–¿Cuál debería ser la posición que adopte ahora el Frepaso? ¿Debe abandonar el Gobierno y seguir dentro de la Alianza?
–No sé, del Frepaso prefiero no opinar porque no quiero mezclar los tantos. En este momento solo pienso en mi decisión de dejar el ministerio. Igual, va a ser muy difícil la convivencia del Frepaso con el Gobierno.
–¿Calificaría a De la Rúa como una persona bienintencionada?
–Supongo que sí. Pero este problema presupuestario se presenta como si no hubiera forma de resolverlo: está totalmente convencido con las posturas de Cavallo y de mantener el déficit cero. En sí mismo no está mal mantener el déficit cero, pero sí está mal que se lo haga a costa de recortar los fondos sociales. En todo caso, los recortes deberían realizarse en otras áreas.
–¿Cómo se terminó llevando con Cavallo?
–No tengo mala relación con él. Yo fui respetado por el trabajo que hice. Y con mucha anticipación dije que no aceptaría más recortes y ahora tengo que ser coherente con mis principios. Tengo que guardar mi coherencia.
–Si le hubieran respetado los fondos, ¿hubiera seguido sin inconvenientes, aun con la derrota electoral?
–Sí, por supuesto. Yo no mezclo las cosas. Yo había asumido una responsabilidad ante la gente, sobre todo ante la gente humilde.
–En los últimos días surgieron propuestas alternativas de planes sociales, ¿cree que gente del entorno de De la Rúa trabajó para forzar su salida del gabinete?
–No tengo ninguna conjetura en ese sentido. A mí siempre me han tratado bastante bien.


LA RENUNCIA DE CAFIERO NO ALTERO LOS PLANES DEL PRESIDENTE
Sin novedades en la Casa Rosada

Por F.C.

Según comentaban ayer en la Rosada, la renuncia cantada de Juan Pablo Cafiero no había alterado en nada los planes del presidente Fernando de la Rúa para esta semana en la que se esperan muchos anuncios. “Sigue el cronograma tal como estaba previsto: primero el acuerdo con los gobernadores, después las medidas económicas y el nuevo gabinete”, explicaba un ministro que ayer conversó telefónicamente con el Presidente y que le detalló que todo seguía como hasta entonces. Pero si bien puede no haber alterado los planes de De la Rúa, sí afectó los del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, quien tenía planeado para hoy repetir un golpe de efecto que ya ensayó a mediados de año: pedirle la renuncia a todos los ministros para que el Presidente pudiera dar un gesto de reafirmación de autoridad con el anuncio de los cambios.
Los delarruistas puros traían un enojo de arrastre con Cafiero. No sólo recelaban de él por ser frepasista, cuando se sabe que los más cercanos al Presidente prefieren olvidarse de una vez de la Alianza original y cambiarla por una fluida relación con los principales gobernadores peronistas. También hablaban mal a sus espaldas por haber echado mano al método de la queja permanente para ir asfaltando el terreno para su salida. Ellos saben que como última instrucción, el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez les advirtió a los funcionarios del Frepaso que no siguieran su ejemplo y renunciaran sino que obligaran al Presidente a sacarlos. Si se quiere, lo de Juampi resultó un camino intermedio. Renunció, pero con el argumento de que lo habían obligado.
“Creo que Cafiero cambió un poco de posición en los últimos días, después de hablar varias veces con De la Rúa y Colombo”, explicaba ayer un funcionario cercano al Presidente. “El se dio cuenta de que querían que siguiera siendo ministro, así que cambió de posición: no había lugar para una estrategia de extorsión”, continuaba el funcionario que consideró que, en buena medida, la salida de Cafiero se terminó dando en un cuadro de relativa paz, en una cena a solas y sin portazos.
El hombre del delarruismo explicaba que ayer el Presidente no quiso dar por aceptada la renuncia de Juampi para no adelantar un debate en torno a quién será su reemplazante y, por añadidura, cómo continuará la redefinición del nuevo elenco de ministros. Para De la Rúa, lo principal es que Colombo acuerde con los gobernadores, una negociación que ayer siguió paso a paso. Recién después vienen los otros temas, siempre en respeto a su particular manejo de los tiempos.
“Que Cafiero haya renunciado, a De la Rúa le facilita los planes. Es muy importante tener las manos libres para diagramar a su antojo cómo será la futura política social, una estrategia que va a tener mucha importancia en los próximos dos años”, sostenía anoche un vocero. En cuanto al inminente divorcio del Frepaso con el Gobierno, el vocero explicaba que si bien no era una noticia para alegrarse, en los hechos no significaba un gran cambio. “Los diputados del Frepaso que estaban dispuestos a seguir acompañando al Gobierno eran pocos y siempre después de muchas discusiones”, añadía.
Quien suena desde hace días como principal candidata a ocupar el cargo que el viernes dejó vacante Cafiero es la actual ministra de Trabajo, Patricia Bullrich. Pero la ministra ya le adelantó a sus colaboradores que no tiene intención de desembarcar en una cartera en la que llegaría con las manos atadas sino que en realidad quiere reunir bajo su mando toda la asistencia que reparte el Estado. Su deseo coincide con la anunciada intención del Gobierno de unificar todos los planes –que incluyen no sólo los que hoy reparte Desarrollo Social, también los de Salud, Educación y Trabajo– en la llamada Agencia Social, aunque la iniciativa nunca termina de ser confirmada.
Ni siquiera los más cercanos al Presidente se animan a decir qué saldrá de la tan mentada unión de áreas que también incluiría los ministerios deEducación y Justicia, y la creación de un Ministerio de Seguridad Social. Tal vez la respuesta se conozca hoy mismo.

 

 

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