OPINION
En
la mente de Rumsfeld
Por
Claudio Uriarte
|
La
nueva diagonal de poder anglosajona que tiene a la red de espionaje
mundial Echelon como su primer esqueleto logístico de vertebración,
y que atraviesa el mundo desde el Atlántico Norte hasta el
Pacífico Sur, estuvo muy presente en la megacumbre de jefes
de Estado de la Asociación de Cooperación Asia-Pacífico
realizada ayer en el enclave capitalista chino de Shanghai, pero sería
un error garrafal confundir cantidad con calidad y número con
fuerza. En otras palabras, la alianza anglosajona que está
eclipsando a una OTAN que es cada vez más para la gilada (hasta
la Argentina podría presentar hoy convincentemente una solicitud
de ingreso, si quisiera) va a ser más exclusiva y excluyente
que la reliquia de posguerra a la que reemplaza. Eso es porque la
economía de miembros aumenta la velocidad y la eficacia de
la toma de decisiones políticomilitares, sella al máximo
la posibilidad de filtraciones y garantiza la centralidad del mando.
Pero esto no significa que Estados Unidos y Canadá en América
del Norte, Gran Bretaña en Europa del Norte, y Australia y
Nueva Zelanda en Oceanía vayan a cargar sobre sus escuetas
espaldas con la responsabilidad de afrontar y resistir todos los peligros
del nuevo mundo infeliz del siglo XXI. Más bien, lo que tiene
en mente Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de Estados Unidos
y uno de los estrategas de mayor audacia que hayan surgido en su país
en las últimas décadas, es un tipo de construcción
de defensa modular, un equivalente militar a las economías
de escala y una reproducción ampliada de lo que ya hizo la
semana pasada con su gira por Arabia Saudita, Omán, Egipto
y Uzbekistán: lo que no consiguió en un país
lo obtuvo en otro, y de este modo armó el irregular cuadrángulo
de acero desde el cual empezó a atacar e invadir Afganistán.
En este sentido, la diagonal anglosajona será solamente la
central político-militar occidentalista que dirigirá
la ofensa y la defensa, pero descansará en socios particulares
y puntuales para tareas particulares y puntuales: en el Pacífico
Norte serán Japón y Taiwan; en el subcontinente indio,
India; en la estratégica zona de desplazamientos de petróleo
del Mar Negro, Georgia y Ucrania, y en el Medio Oriente además
de los países citados la creciente dupla de hierro entre
Israel y Turquía. Esta alianza en construcción modular
recién está empezando a articular sus eslabones, pero
un escrutinio tranquilo del planisferio muestra que los principios
son estratégicamente sólidos. |
|