Por
Mariana Carbajal
Viví
ocho años con un golpeador ocho años. Tomaba mucho y me
pegaba, relató una mujer. A mí me pegó
una vez y no se lo conté a nadie... Una no cuenta por vergüenza,
contó otra. La primera vez que me levantó la mano
me fui de casa, pero con el tiempo volví. Tuve la suerte o la desgracia
de que él cayera preso, eso me salvó, se animó
a recordar una tercera, más joven. Los testimonios se escuchan
en el gimnasio de la cárcel nueva de mujeres de Ezeiza. Ninguna
de las detenidas presentes se sorprende con los relatos de sus compañeras:
son historias conocidas, por propias o cercanas. Pero es la primera vez
que las comparten, en el taller organizado por el Consejo Nacional de
la Mujer, en el marco del Programa Cárceles Saludables del Ministerio
de Justicia. La experiencia, inédita en el país, busca desnaturalizar
la violencia intrafamiliar y sensibilizar a las detenidas sobre el tema,
para que sepan que tienen derechos y que no hay ninguna causa que justifique
que sean golpeadas, explicó a Página/12 una de las
coordinadoras del taller.
Son las 11.30 del viernes y el taller está por comenzar en el gimnasio
de la Unidad Penintenciaria Nº 31. Las mujeres, unas veinte, varias
de ellas con algún hijo pequeño alrededor, se acomodan en
unos bancos sin respaldo, frente a un televisor. La primera parte del
taller consiste en la proyección de Golpeadas, un capítulo
del programa De Fulanas y Menganas, el unitario semanal escrito por Elena
Antonietto que se vio en televisión abierta en la década
del 80. Es la historia de un hombre que le pega a su esposa y del hijo
del matrimonio que repite la misma conducta con su novia. La ficción
muestra las actitudes típicas de un varón violento (su agresión,
cada vez mayor, y su posterior arrepentimiento) y la sumisión y
pasividad de la víctima, que de la mano de un grupo de ayuda mutua
puede cortar el vínculo con su marido y recuperarse.
Queremos sensibilizar y desnaturalizar la violencia doméstica.
Que las mujeres sepan que tienen derechos y que no hay ninguna causa que
justifique que sean golpeadas. Todas tienen un pasado o un presente violento,
explica Irene Castro, del Consejo Nacional de la Mujer. Junto con la abogada
Leonor Vain, se encarga de coordinar el taller. Ver ese video fue
revivir la historia de mi vida. Yo estuve ocho años con un golpeador.
El tomaba mucho y me pegaba. Es como muestra el video, una se aísla
y no lo deja porque tiene miedo de enfrentar la vida sola. No se queda
por amor sino por costumbre. Yo tenía miedo de no poder mantener
a mis dos hijos. Mi hija de 9 años me decía: Dejalo.
Por suerte lo hice y pude salir adelante, relató una de las
detenidas después de ver la historia en TV. Tengo dientes
postizos por culpa de él, contó después.
En las escenas más fuertes, algunas lagrimearon. Son siempre
iguales, dice otra, cuando el protagonista le pide perdón
a la esposa, después de darle una terrible paliza.
La idea es que el video sirva de introducción al tema y las
ayude a hablar. En general, todas conocen o vivieron casos tremendos de
violencia. Una, por ejemplo, contó que había matado al marido
porque él la maltrataba a nivel psicológico, señala
Vain.
Entre las mujeres que participan del taller, una rubia veinteañera
está acusada de matar junto con su hermano a su madre. Una
no cuenta ni pide ayuda por vergüenza. A mí me pegó
una vez y no se lo conté a nadie, confiesa otra mujer. A
mí nunca me pegaron pero a la que golpeaban era a mi mamá.
Y yo no hacía nada. Me encerraba y trataba de no escuchar,
dice la rubia.
La experiencia comenzó unos meses atrás, en el marco del
Programa Cárceles Saludables del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos. En lo que va de 2001 ya realizaron cuatro talleres en la U 31,
en los que participaron alrededor de un centenar de mujeres, y otros cuatro
en el penal viejo (Unidad Nº 3), con unas setenta internas. En la
31 están alojadas las mujeres que tienen hijos menores de 4 años
con ellas, las quetienen buena conducta y las que cometieron el primer
delito. En la otra, las reincidentes, con prontuario más pesado.
La mayoría está detenida por causas vinculadas al transporte
de drogas. Un grupo menor, por robo y homicidio.
Prevención
tras las rejas
Los
de violencia intrafamiliar no son los únicos talleres que se
están realizando en los penales de mujeres. Periódicamente
concurren profesionales del Consejo Nacional de la Mujer para hablar
con las internas sobre prevención de cáncer de mama
y salud sexual y reproductiva. Nos interesa la sexualidad como
un derecho, sensibilizarlas sobre la independencia sexual de las mujeres.
Les enseñamos desde qué es un orgasmo como en
otros grupos de mujeres, muchas no saben si lo han tenido hasta
cómo manipular un preservativo. Muchas de las internas son
adictas y nos dicen: Cuando estamos de gira (drogadas) no nos
cuidamos y es ahí solemos quedar embarazadas, precisa
Castro. |
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