Domingo
Cavallo que ayer canceló a última hora su participación
en el acto del Día del Seguro para concentrar las expectativas
en los anuncios venideros sigue trabajando sobre el paquete de medidas
que verán la luz una vez que se cierre el acuerdo con los gobernadores.
Los anuncios tendrían que llegar cuanto antes porque en Economía
ya descuentan que la recaudación en octubre caerá alrededor
de 10 por ciento. Y temen que el día que se conozca oficialmente
el dato se desate, como ocurrió el mes pasado, una nueva ola especulativa
en los mercados. Anticipándose a esa cifra, ayer se conoció
que se volverá a postergar el pago de jubilaciones de más
de 2000 pesos, correspondientes a setiembre, para la primera semana de
noviembre. Así, se podría alcanzar el déficit cero
en octubre. Pero la idea es reforzar el ajuste en el último bimestre
del año, incluyendo nuevos recortes en las partidas de los ministerios
y la postergación del medio aguinaldo de diciembre.
Cavallo estuvo reunido buena parte de la tarde con su segundo, Daniel
Marx, quien le informó del alcance de la negociación con
bancos y AFJP para refinanciar deudas de las provincias y la Nación,
respectivamente.
La negociación con los bancos por la deuda provincial está
prácticamente cerrada, pero su concreción ahora depende
de que los gobernadores acepten la propuesta.
Según pudo saber este diario, el acuerdo es una refinanciación
a una tasa menor en lo que queda de 2001 y 2002, pero los intereses extra,
en lugar de pagarse, se capitalizarán e irán a engrosar
la cuenta a abonar a partir de 2003. Actualmente, la deuda provincial
devenga una tasa de interés del orden del 24 por ciento anual.
La propuesta es refinanciarla a una tasa del 7 por ciento en lo que queda
de este año y al 10 por ciento en el próximo, en tanto que
se capitalizará la diferencia entre 2003 y 2012. Sobre esta deuda
la garantía es segura: la propia coparticipación de impuestos
que se debita automáticamente en la cuenta del Banco Nación
a favor de los bancos privados antes de ser transferida a las provincias.
Así las cosas, la cuenta es la siguiente. En el cuarto trimestre
de este año, de aceptar la propuesta, los gobernadores se ahorrarían
de pagar 340 millones de intereses y 1000 millones de amortización
de la deuda, que en realidad una parte se venía refinanciando.
En 2002, en tanto, el ahorro sería de 1100 millones
en intereses y 1800 millones de amortizaciones.
A cambio de esta refinanciación, Cavallo quiere que los gobernadores
resignen la garantía de un piso de coparticipación de 1364
millones de pesos mensuales, que acordaron en su momento con el ex ministro
José Luis Machinea. De hecho, la Nación viene recortando
esos fondos desde julio, acumulando una deuda con las provincias por este
concepto de unos 600 millones de pesos. Pero en el último trimestre,
Cavallo quiere podarles de 900 millones adicionales. Y hasta se ilusiona
con el compromiso de un recorte en los fondos coparticipados a partir
de 2002 del 13 por ciento, similar al que instrumentó la Nación
para salarios, jubilaciones y proveedores.
Sin embargo, los gobernadores no creen que ese pacto sea un buen negocio,
por más que Cavallo prometa compensar la diferencia de fondos con
la emisión de Lecop (Letras de cancelación de obligaciones
provinciales), con las que se podrían pagar a empleados públicos,
jubilados y proveedores el interior del país, en reemplazo de los
bonos provinciales. Argumentan que no es negocio perder el derecho sobre
los pesos que recauda la Nación a cuenta de las provincias para
recibir bonos públicos, y encima en una cantidad limitada que no
llegaría a cubrir el bache que les significa el recorte de la canilla
de la coparticipación: la primera emisión de Lecop sería
de 1300 millones.
Sea como fuere, aun si los gobernadores aceptaran la propuesta de Economía,
los analistas estiman que todavía le faltarían a Cavallo
unos 1500 millones de pesos para alcanzar el déficit cero en el
último trimestre, que tendría que cubrir con más
ajustes en el gasto. Por ahora,las cifras que manejan en el Palacio de
Hacienda muestran una caída de la recaudación del 10 por
ciento en octubre. Pero los vencimientos fuertes de IVA son recién
el día 25 y, si se repite la historia del mes pasado, el bajón
en los ingresos podría ser todavía mayor. Por eso, en Economía
dudan de incluir en el paquete la devolución del IVA para los consumidores
con tarjeta de créditos, la única medida con la clara intención
de estimular el consumo.
No
van a poder cumplir
La calificadora Standard & Poors estimó que las provincias
no podrán cumplir con el déficit cero.
Aun cuando las provincias acordaron dicha meta, son contados
los casos de las que sufren actualmente desequilibrios que podrán
ajustar sus cuentas a cero, incluyendo los pagos de interés,
antes de fin de año, señaló la firma
estadounidense en un trabajo titulado Las provincias argentinas
en riesgo. S&P sostiene que el déficit provincial
consolidado para el primer semestre del 2001 ascendió a 1450
millones de pesos. Las autoridades del gobierno federal han mantenido
su estimación original de déficit provincial de 2400
millones de pesos, para el 2001, un pronóstico optimista,
pues incluye un déficit proyectado de 1450 millones de pesos
para la provincia de Buenos Aires. S&P menciona además
que los gobiernos provinciales aún necesitarían
según cifras de Economía alrededor de
1300 millones de pesos en lo que resta del año. De
estos vencimientos, el 55 por ciento corresponde a obligaciones
con bancos comerciales mientras que el segundo concepto más
importante son los títulos con cotización pública,
con un 18 por ciento del total. De ese modo, las reducciones
inesperadas en las transferencias han ejercido presión, y
probablemente continúen haciéndolo, sobre la capacidad
de las provincias de honrar estas obligaciones.
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Sin
Lecop
Domingo
Cavallo está un poco desilusionado con la resistencia que
está manifestando Roque Maccarone a algunas de sus iniciativas.
El titular del Banco Central le marca al ministro ciertos límites
a sus proyectos como así también le expresa su abierta
oposición a otros. Ese es el caso, por ejemplo, de las señales
de dolarización que Cavallo quiere enviar al mercado, autorizando
el pago de salarios y jubilaciones como el cobro de impuestos en
dólares. Pero lo que más sorprende al mediterráneo
es la negativa de hacer más fluido el movimiento de Lecop
en el sistema: Maccarone adelantó que no permitirá
a los bancos utilizar esas Letras como activos para integrar encajes.
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