OPINION
Razones
de una decisión
Por
Eduardo Tagliaferro
|
Por
qué ahora? Es la principal pregunta que se hacen quienes siguen
de cerca la causa por la venta ilegal de armas cuando analizan el
fallo de la Sala II de la Cámara Federal disponiendo unificar
los expedientes que se llevan adelante en el juzgado de Jorge Urso
y en los del fuero penal económico. Hay tantas respuestas como
maniobras compartidas entre el Gobierno y el menemismo. Ahora, porque
tocaba el turno de decidir la suerte del ex presidente Carlos Menem
y el juez en lo penal económico ya había decidido postergar
la indagatoria por contrabando agravado que el riojano debía
prestar en su tribunal.
Ahora, porque la Corte Suprema viene trabajando a marcha forzada en
el recurso extraordinario presentado por Emir Yoma. Ahora, porque
la Corte tiene en carpeta la posibilidad de desechar la figura de
la asociación ilícita, con lo que el máximo tribunal
les abriría las puertas a todos los involucrados en el affaire
además de Emir. Entre ellos a Carlos Menem. El fallo de Horacio
Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun le habrá
dado al máximo tribunal el tiempo que necesita para este armado.
No por nada en la Corte repiten que, al no decidir la suerte de Menem,
los camaristas simplemente están ganando tiempo para que los
costos los pague el alto tribunal.
Este diario pudo saber que, en estos momentos, la maniobra cuenta
en la Corte con los votos necesarios. A la denominada mayoría
automática del menemismo, se le sumaría el voto de Carlos
Fayt, quien luego de este dictamen tendría decidido acogerse
a la jubilación. Para ocupar su lugar, el Gobierno tiene sus
fichas puestas en Ana María Capoluppo de Durañona y
Vedia, integrante de la Cámara Nacional de Casación
Penal. La misma que cuando nombraron jueza reconoció que no
dominaba derecho penal, pero lo voy a dominar, para eso estoy estudiando
todos los días. En los pasillos de los Tribunales sugieren
que el nombramiento de Capoluppo sería una reparación
a su fallecido marido Francisco Durañona y Vedia, el ex diputado
liberal que Menem intentó, sin éxito, transformar en
ministro de la Corte.
En ámbitos judiciales afirman que la libertad de Menem últimamente
desvela más a los seguidores de Fernando de la Rúa que
a los propios menemistas. Sostienen que, puestos a buscar sustento
político, el Gobierno está dispuesto a abrazarse a Carlos
Menem, como posibilidad cierta de frenar el avance de Eduardo Duhalde,
uno de los vencedores en los comicios del 14 de octubre. Incluso el
respaldo menemista le permitiría enfrentar uno de los principales
fantasmas que desvelan a De la Rúa: la iniciativa legislativa
para dar por tierra con los superpoderes que oportunamente el Congreso
le otorgó al Presidente y por transición a Domingo Cavallo.
¿Por qué ahora se dio este fallo de la Sala II? Entre
otros argumentos, quienes transitan Comodoro Py reconocen que fue
la elegante manera que tuvieron los camaristas de eludir el pedido
formulado por el Gobierno de que firmaran la libertad del ex presidente.
La unificación de las causas puede demorar unos cuantos meses.
Si bien se especula que ese tiempo encontrará a Menem preso
en Don Torcuato, la palabra última estará en manos de
la Corte Suprema. Tribunal blindado si los hay. |
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