Por
Ariel Greco
El
brillante triunfo de José Cóceres en el Walt Disney Classic
fue una nueva muestra del gran momento que atraviesa el golf argentino.
En lo que va del año, los representantes nacionales lograron cinco
títulos, tres del tour europeo y dos en Estados Unidos (PGA), una
cifra inédita en la historia del deporte. Además, la victoria
de Cóceres obtiene mayor valor, ya que ningún golfista argentino
había obtenido dos torneos de PGA en la misma temporada desde que
Roberto De Vicenzo lo consiguió en 1957.
Con el título del chaqueño en Orlando, los argentinos sumaron
cinco torneos ganados a lo largo de la temporada. En marzo, Angel Cabrera
se quedó con el Abierto de la Argentina perteneciente al
circuito europeo y se llevó un cheque de 117 mil dólares.
En setiembre, Ricardo González se adjudicó el Master de
Europa, disputado en Suiza, y ganó un premio de 227 mil dólares.
La semana pasada, Jorge Berendt obtuvo la victoria en el Abierto de Cannes,
con lo que recibió 84.175 dólares de recompensa. Por el
triunfo del domingo, Cóceres se adjudicó 612 mil dólares,
que se suman a los 630 mil que se llevó por su triunfo en el Hilton
Head en abril. En total, y sólo teniendo en cuenta los títulos,
los golfistas argentinos sumaron premios por 1.670.175 dólares.
En particular, con sus dos torneos, Cóceres ganó 1.242.000
dólares, mucho más que los 880 mil que gana de prima en
River Ariel Ortega, el futbolista mejor pago de los que actúan
en el país.
El auge del golf profesional también tiene su espejo en el ámbito
aficionado. Con la proliferación de los countries privados también
creció la cantidad de campos de golf. En la actualidad, la Asociación
Argentina de Golf cuenta con 221 entidades afiliadas y se calcula que
alrededor de 110 mil jugadores practican el deporte. Una década
atrás, las canchas no llegaban a 150. En cuanto a los aficionados
con handicap, las cifras de hoy superan los 40 mil deportistas contra
los 27 mil de principios de los noventa. Para conseguir el handicap, condición
indispensable para participar en un torneo, cada jugador debe pagar 250
pesos anuales a la Asociación. Luego, ese handicap va variando
teniendo en cuenta los resultados que cada golfista va obteniendo en los
diferentes certámenes que participa.
Más allá de que el golf se fue popularizando con el correr
de los años, los valores que se manejan todavía están
muy lejos del común de la gente. Un buen juego de palos (se necesitan
14) cuesta cerca de mil pesos, aunque por trescientos se puede conseguir
usado. Cada pelotita no baja de los cuatro pesos. Para tomar una clase
de una hora con un profesor especializado se necesitan al menos 25 pesos.
A ello hay que sumarle la cuota social del club. Una buena alternativa
para empezar a probar con el deporte son los drivings. Allí se
puede alquilar un bolsón con pelotitas y un palo por menos de diez
pesos. Hace unos años había una cancha pública en
Palermo, pero ese campo ya no existe más.
Claro que el origen de los jugadores que se destacan en Europa y Estados
Unidos no tiene que ver con familias adineradas, sino con su antiguo trabajo
de caddie, el inicio común de todos los argentinos que brillan
en el exterior. Cóceres arrancó a los 13 años llevando
bolsas de palos en Resistencia, donde comenzó a jugar por dinero
con sus compañeros. El Córdoba Golf Club de Villa Allende
tiene dos ex caddies ilustres en el Tour Europeo: Eduardo Romero se crió
a dos cuadras del campo, por lo que a los siete años se inició
llevando los palos de su padre. La casa de la abuela de Angel Cabrera
también quedaba cerca del club, por lo que el ahora golfista profesional
se ganó sus primeros billetes siendo caddie. Incluso, según
cuenta Romero, la profesión es muy común entre los pibes
del pueblo: Todos los chicos de Villa Allende alguna vez fuimos
caddies, asegura el máximo ganador de títulos en Europa
que permanece en actividad. Con el mismo origen llegaron al circuito profesional
Vicente Fernández, elcorrentino Ricardo González, el formoseño
Jorge Berendt y Gustavo Rojas, el único de los actuales participantes
del tour europeo que no logró ningún título allí.
Luego de su victoria, Cóceres señaló ayer que se
siente satisfecho por la tarea desplegada en el certamen estadounidense
y dijo que espera concretar un buen papel en el próximo torneo
de Atlanta, para poder clasificar al champions final, que disputan los
mejores 30 jugadores. Jugaron todos los mejores jugadores y este
triunfo me hace sentir muy bien. Ahora me siento bárbaro, pero
el golpe de ayer, que tenía que hacerlo, no era fácil,
expresó en declaraciones a Radio Mitre. Mi rival más
difícil fue el último putt de dos metros que tenía
que hacer para ganar el torneo, reconoció Cóceres.
El golfista chaqueño se mostró muy orgulloso por haber postergado
a figuras como el estadounidense Tiger Woods, número uno del mundo.
Ganar con todos esos monstruos detrás fue algo increíble.
En un momento sentí que era un ratón y había un montón
de gatos con ganas de atraparme detrás de mí, remarcó
Cóceres.
Tras la victoria del domingo, Cóceres mostró una funda con
una leyenda dedicada a todas las madres por su día. Lo venía
pensando, porque ya me estaban avisando los amigos que en la Argentina
este domingo era el día de la madre. Esto es especial porque es
el mejor regalo que les podía hacer a todas las madres y, en especial,
a mi mamá. Y no quería fallar porque no era por el dinero
que ganaba ni por el trofeo, que para mí eran muy importantes también,
pero este era el mejor regalo que le podía mandar a todas las madres,
remarcó el golfista, que tampoco se olvidó de la difícil
situación que atraviesa la Argentina. En estos momentos,
el país no está viviendo en muy buena situación y
esto no llena ninguna olla. Pero por lo menos, tenía la posibilidad
de dar una alegría a partir de lo que yo hacía aquí,
destacó el jugador argentino, que llegó a esta gira por
Estados Unidos debido a que se suspendió un torneo en Europa.
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