Por José
Natanson
En los últimos días,
Carlos Chacho Alvarez recuperó el diálogo con
los dirigentes de su partido con una intensidad inédita desde su
renuncia a la vicepresidencia. Usualmente en su departamento, a veces
en bares de Palermo y casi nunca en la Casa del Frente, Alvarez ha conversado
con pequeños grupos de diputados, con los que terminó de
definir la separación oficial del bloque del Frepaso de la bancada
aliancista que se anunciaría hoy. Es diferente: ya no es
el tono de un conductor, por momentos imperativo, como era antes, sino
el de un consejero, definía ayer uno de los tantos frepasistas
que recuperó el diálogo con su jefe.
Si alguien tenía alguna duda de que esto no da para más
que mire el mensaje de (Fernando) de la Rúa. Es un autista,
dijo Chacho los días siguientes a las elecciones ante cuanto frepasista
se le puso por delante. Fue justamente esa fecha, el 14 de octubre, la
que marcó un silencioso pero significativo quiebre en su actitud.
No es un momento cualquiera. Disgregado y en permanente convulsión,
el Frepaso comenzó a discutir su futuro dentro de la Alianza.
El debate se da en dos planos, en los cuales Chacho intervino con diferente
intensidad. En el Ejecutivo, el ex vice siguió de cerca el proceso
de renuncia de Cafiero. Comprobó satisfecho que el ex ministro
siguió hasta donde pudo su consejo (no te vayas, que te echen)
y conversó largamente con Ricardo Mitre, jefe de asesores de Juampi,
quien lo consultó en las horas previas a la renuncia.
Pero intervino sobre todo en el plano legislativo. En reuniones separadas,
diferentes grupos de diputados terminaron de definir junto al ex vice
la conveniencia de anunciar la separación del bloque del Frepaso
de la bancada radical. Irma Parentella, Fernando Melillo, Carlos Raimundi,
María América González y, sobre todo, el tucumano
José Vitar, conversaron con Chacho sobre el tema. A todos, el ex
vice escuchó, aconsejó y respaldó en la decisión
de abrirse de la UCR, siempre bajo una concepción general del futuro
del Frepaso. La Alianza está muerta. Hay que repensar los
objetivos del Frepaso. Replanteárselos según la idea original
de convertir al partido en una tercera fuerza, repitió Alvarez.
Pero las cosas han cambiado y sus consejos no siempre son escuchados.
Hay que buscar coincidencias con los otros bloques de centroizquierda,
recomendó Alvarez en referencia al Polo Social y al ARI. No
vamos a romper con la UCR para correr al ARI. No vamos a formar un interbloque
con el ARI, le advirtieron al menos tres diputados.
En cualquier caso, los diputados del Frepaso anunciarán sin estridencias
la emancipación legislativa del Frepaso hoy, en una reunión
con Aníbal Ibarra. Aunque la mayoría comparte la decisión
de separarse, dos referentes claves el jefe del bloque, Darío
Alessandro, y el vicepresidente de la Cámara, Rodoldo Rodil
preferirían aguardar a consensuar un camino con los sectores
progresistas de la UCR. Es curioso: el tambaleante escenario frepasista
ha puesto a Chacho frente a Alessandro y Rodil, quienes fueron dos de
sus hombres de mayor confianza.
Es imposible encontrar un diputado frepasista que cuestione el trabajo
de Alessandro, a quienes le reconocen claridad política y calidad
moral. Pero muchos creen que, en la nueva etapa que comenzaría
en diciembre, cuando asuman los nuevos diputados, la jefatura debería
recaer en otro dirigente: el que más suena es Vitar.
Más allá de los nombres, lo cierto es que la decisión
de los diputados frepasistas es un paso más en el proceso de separación
del Gobierno (y de quiebre de la Alianza) que comenzó el mismo
día que Chacho renunció a la presidencia. Pero, aunque todos
creen que el rumbo es inevitable, no todos coinciden en los tiempos o
en las formas.
Ayer, la Mesa Federal emitió un comunicado firmado por los presidentes
de los todos los distritos, en el que piden un encuentro para profundizar
la discusión y decidir concertadamente nuestro destino colectivo
(ver nota aparte). Fue, en realidad, una forma de anticiparse a la decisión
de los diputados y de subrayar la necesidad de federalizar el debate.
El planteo es que nos tomen en cuenta, para que un grupo de diputados
comandados por Chacho no se arrogue la representatividad del partido.
Lo que nos faltaba a esta altura del partido es volver al dedazo,
se quejaba uno de los firmantes.
Aún es prematuro, pero se trata de un enfrentamiento que se va
delineando de a poco y que podría definirse en diciembre, cuando
el congreso del Frente Grande defina el sucesor de Alvarez en la jefatura
del partido. Hasta ahora los candidatos son dos: Cafiero, que mantiene
intacto su diálogo con Chacho, e Ibarra, presidente del Frente
Grande porteño y uno de los firmantes del comunicado que sonó
como una advertencia a los diputados aconsejados por Chacho.
DE
LA MESA FEDERAL DEL FRENTE
Una reunión nacional
La mesa federal del Frente
Grande integrada, entre otros jefes de distrito, por el jefe de
Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y Graciela Fernández
Meijide emitió ayer un comunicado convocando a una reunión
nacional con las representaciones de todos los distritos del partido
para profundizar la discusión y decidir concertadamente nuestro
destino colectivo. En otras palabras, discutir qué va a hacer
el partido de aquí en adelante.
La idea de Ibarra y otros jefes de distrito es que no sólo se discuta
el futuro del Frente en el marco del bloque de diputados del Frepaso,
sino federalizar la discusión convocando a los presidentes
de todos los distritos del país para definir cuáles
serán las herramientas para asumir los nuevos desafíos sobre
cuál será el rumbo que elegiremos teniendo en cuenta las
particularidades y necesidades de cada una de nuestras provincias y la
estrategia colectiva como partido nacional. El pensamiento de Ibarra
y otros jefes de distrito es que los diputados del Frepaso que plantean
la ruptura con el bloque de la Alianza tienen una responsabilidad menor
a los frepasistas que tienen que gobernar y, por ende, negociar permanentemente
con sus hasta ahora socios radicales y con el peronismo. No es tiempo
de mezquindades ni de salidas mágicas. Ningún interés
individual o de sectores puede avanzar sobre las decisiones institucionales
y de conjunto. Es tiempo de solidaridad, de respeto por las construcciones
de cara a nuestra gente y de mucho trabajo para dar contención
y contenido a nuestros militantes, a nuestros dirigentes, a nuestros hombres
y mujeres desde Ushuaia a La Quiaca, dice el texto.
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