Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


A un mes de comenzado el juicio
sólo hay dudas sobre los testigos

Ni los fiscales, ni los abogados querellantes, ni los defensores se ponen de acuerdo en el balance de lo expuesto hasta ahora.

Stinfale: “Los policías sólo se defienden de las extorsiones. Telleldín es el principal testigo y sin él no queda nada. Hasta ahora nadie lo ha imputado”.

El abogado de Juan José
Ribelli pidió la nulidad del juicio.
El ex comisario habló de lo que
quiso y no aceptó preguntas.

Por Irina Hauser

Entre el ex comisario Juan José Ribelli y el reducidor de autos Carlos Telleldín se está tejiendo un pacto de no agresión que se refleja en que la mayoría de los policías que declaran no cuestionan a El Enano, y él mantiene la boca cerrada. Esa es la impresión que tienen, a un mes del inicio del juicio oral por el atentado a la AMIA, los fiscales que intervienen en el caso. “Lo único que se pudo ver estos días es que hay muy poca prueba y cada vez queda menos, no hay ningún pacto con los policías”, dijo Víctor Stinfale, abogado de Telleldín. “No sólo antes, sino que aquí en el juicio los policías actúan como una banda organizada, donde el jefe es Ribelli, y en sociedad con Telleldín”, sostuvo Marta Nercellas, abogada de la DAIA. “Lo que importa es que los pocos que declararon no hablaron sobre nada ligado al atentado”, discrepó Alberto Zuppi, letrado de Memoria Activa.
“Lo que se vio hasta ahora fueron alianzas y divisiones de tareas”, comentó un allegado a la fiscalía de Eamon Mullen, José Barbaccia y Alberto Nisman, en relación a los únicos tres de los 20 acusados que aceptaron hablar ante el Tribunal Oral 3. Y ejemplificó: el ex subcomisario Anastacio Leal y el ex jefe de operaciones Jorge Rago –los únicos que respondieron preguntas– defendieron a los policías de Vicente López; por su parte Ribelli –que habló pero no contestó preguntas– protegió a los de la brigada de Lanús. “Por si quedaban dudas de que actúan en conjunto, bastó ver a la cuñada de Ribelli repartiendo copias de la declaración de Rago”, añadió el informante.
Para los fiscales está acreditado que Telleldín armó la camioneta con el motor que se encontró entre los escombros de la AMIA y que se las entregó a un grupo de policías bonaerenses al mando de Ribelli diez días antes de la explosión. También están convencidos de que ahora el ex comisario de Lanús busca tener a Telleldín de su lado. Por eso, razonan, su abogado José Manuel Ubeira al comienzo del juicio advirtió que la mujer de “El Enano”, Ana Boragni –que no está acusada en la causa– “va a tener que sentarse acá”. Después Ribelli, en su declaración trató al reducidor de autos “con algodones”.
Stinfale sostiene que su cliente es y será el eje del juicio. “Los policías sólo se defienden de las extorsiones. Telleldín es el principal testigo y sin él no queda nada. Hasta ahora nadie lo ha imputado”, dijo a este diario. Para este abogado no hay pruebas y el juicio se cae a pedazos. Algo similar evaluó Ubeira, dispuesto a demostrar que su defendido Ribelli conforme porque se exhibieron videos y escuchas que muestran que el juez Juan José Galeano negoció con Telleldín su declaración y porque su defendido acusó al Gobierno de Carlos Menem de armar una conspiración.
“Mi sensación es que los puntos espectaculares del proceso, es decir, videos y grabaciones, ya se jugaron. Como contrapartida surgió que declararon dos jefes de operaciones e incurrieron en contradicciones. No están saliendo bien parados. Justamente el juicio consiste en un juego de contrastes”, sostuvo Juan José Avila, abogado de AMIA.
Nercellas cree que en el primer tramo del debate oral, “muchas de las partes trataron de distraer la atención con temas ajenos al debate”. Lo dice especialmente en alusión a las cintas que evidenciaron el trato de Galeano con Telleldín, y al reconocimiento del juez ante el tribunal oral de que mandó a destruir otros tantos videos de entrevistas con testigos e imputados, temas ambos denunciados por la querella de los familiares de las víctimas nucleados en Memoria Activa. “Los procesados son los policías, Telleldín y su entorno, todo lo otro que anda dando vueltas apunta a debilitar los elementos de cargo”, protestó.
Zuppy, de Memoria Activa, piensa diferente: “algo positivo del juicio es que ha permitido movilizar gran cantidad de temas, como el reconocimiento de destrucción de prueba por parte de Galeano”. Pablo Jacoby, su coequiper, agregó que en el primer mes de audiencias “se vio un tribunalmuy estricto y riguroso en su interrogatorio que, además, apuesta a la continuidad del juicio, no la nulidad; habrá que ver qué pasa cuando terminen los peritajes de la instrucción suplementaria”.
“No sólo antes, sino que aquí en el juicio los policías actúan como una banda organizada, donde el jefe es Ribelli, y en sociedad con Telleldín. Y todos ellos sabían para qué se usaría la Trafic”, remarcó Nercellas. Zuppy mostró diferencias: “Lo que importa es que los pocos que declararon no hablaron sobre nada ligado al atentado”. “Se negaron a declarar todos personajes relacionados con la camioneta, no sólo Telleldín, sino también Miguel Jaimes y Ariel Nitzcaner. No digo que no estemos ante policías corruptos. Pero si Telleldín hablara se podría saber mucho más, él ha ocultado un montón de cosas”, remató.

 


 

LOS SENADORES VOTARON SU ASCENSO
El juez Cavallo ya es camarista

Por iniciativa del bloque justicialista, el juez federal Gabriel Cavallo ascendió formalmente a camarista. Los senadores aprobaron ayer el nombramiento del magistrado en la Sala I de la Cámara Federal, junto a Luisa Riva Aramayo y Horacio Vigliani.
La sanción se produjo sin discursos y con un perfil bajo, tanto que cuando por secretaría se leyó el pliego no se mencionó el nombre y el apellido de la persona propuesta, en este caso Cavallo, lo cual mereció una observación del catamarqueño Pedro Villarroel.
El pliego de Cavallo llegó a la Cámara alta luego de que el magistrado quedara en el segundo lugar del orden de mérito en la terna elaborada por el Consejo de la Magistratura para cubrir el cargo en la Cámara Federal y el ministerio de Justicia lo eligiera para enviar al Senado.
El dictamen de la comisión de Acuerdos que se aprobó está firmado exclusivamente por miembros del justicialismo, incluido cuatro de los imputados en la causa de las coimas a los que luego se les dictó la falta de mérito pero no el sobreseimiento: Augusto Alasino, Ricardo Branda, Remo Constanzo y Angel Pardo. A ellos se sumaron el presidente de Acuerdos, Horacio Zalazar, Jorge Mikkelsen Loth, Jorge Villaverde, Carlos Verna, Julio San Millán y Carlos De la Rosa. No acompañaron ni los radicales ni los senadores de partidos provinciales, quienes manifestaron sus dudas sobre la conveniencia de que la actual conformación de la Cámara alta sea la que se pronuncie sobre el futuro del juez que tenía en sus manos una causa que involucra a sus pares. Los imputados radicales Raúl Galván y Alcidez López, a quienes se les dictó la falta de mérito, se abstuvieron de participar enviando una nota a la comisión de Acuerdos.
Durante la sesión, el pliego del juez que anuló las leyes de Obediencia Debida y Punto Final fue aprobado por mayoría. El único que hizo uso de la palabra fue José Antonio Romero Feris, que anunció que se excusaría debido a que se trataba del juez que había investigado los sobornos en el Senado. Esta causa fue heredada por Cavallo después de la renuncia del cuestionado Carlos Liporaci, pero recientemente –y a raíz de que la Cámara Alta debía tratar su ascenso– el caso pasó al juzgado de Rodolfo Canicoba Corral.

 

PRINCIPAL