Por Mariana Carbajal
Sólo cuatro de cada
diez argentinas menores de 20 años usa algún método
anticonceptivo. La proporción es preocupante porque el 62 por ciento
de la franja entre 15 y 19 años ya se inició sexualmente.
Los datos surgen de una encuesta que hoy dará a conocer el Centro
Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) y que exploró aquí
y en otros 13 países del continente los niveles de conocimiento,
información y utilización de contraceptivos en mujeres en
edad fértil. El bajo uso de anticonceptivos explica el alto
nivel de embarazo adolescente en el país. En 1999 nacieron 105.000
bebés de madres niñas. Debería haber servicios de
salud reproductiva amigables a los adolescentes, con horarios flexibles,
para que tengan mayor facilidad para concurrir, opinó la
médica Diana Galimberti, integrante del comité científico
del Celsam y jefa de Obstetricia del Hospital Alvarez.
Para el estudio se entrevistó a 900 mujeres de 15 a 45 años
de distintos sectores socioeconómicos de Argentina, en una muestra
representativa. El relevamiento, realizado por la firma Global QR Corp.,
se repitió en otros 13 países de Latinoamérica (Uruguay,
Chile, Colombia, Venezuela, Perú, México, entre otros),
donde hoy también se presentarán los resultados en forma
simultánea con Buenos Aires. En total, las encuestadas fueron 7.456.
Los datos más significativos del relevamiento local muestran que:
Una de cada cuatro mujeres
nunca recibió educación sexual.
Una de cada cinco usó
como primer contraceptivo métodos de escasa seguridad para prevenir
un embarazo y ninguna para evitar el contagio del sida como el método
del ritmo (13 por ciento) y el coito interrumpido (6 por ciento).
El 15 por ciento de las argentinas
a las que se les realizó una ligadura de trompas de Falopio señalaron
a esa operación como el primer método que utilizaron luego
de muchos años sin ninguna protección antinconceptiva.
El 19 por ciento de las encuestadas
nunca ha usado un método anticonceptivo. El nivel de utilización
del 79 por ciento es similar al de países de la región como
Chile y Uruguay y significativamente superior a otros como Bolivia y Guatemala,
donde sólo un 52 por ciento manifestó haber usado algún
método.
Existe un conocimiento relativamente
bajo del anticonceptivo de emergencia o píldora del día
después.
El 27 por ciento acudió
al farmacéutico para conseguir su primer anticonceptivo y apenas
el 6 por ciento lo obtuvo a través del hospital público.
El 37 por ciento recurrió a un médico del sector privado.
Es lamentable que la gente consulte a un farmacéutico. El
sector público tendría que tener la gran preponderancia
de prescripción de anticonceptivos, con programas de procreación
responsable en todos los hospitales, consideró Galimberti.
La información más preocupante detectada en
Argentina tiene a las adolescentes como protagonistas. La encuesta encontró
que sólo el 39 por ciento de las chicas menores de 20 años
usa contraceptivos, a pesar de que el 62 por ciento ya se han iniciado
sexualmente: el 51 por ciento entre los 16 y 19 años y el 11 antes
de los 16. Las adolescentes tienen información sobre anticoncepción
pero esa información no les alcanza para tomar una decisión
de uso. Todavía, desafortunadamente, los mitos pesan más
que el saber del médico, indicó a Página/12
Enrique Bagnati, jefe de Ginecología del Hospital Rivadavia e integrante
del comité científico del CELSAM. Según una investigación
realizada con pacientes del Rivadavia, entre las creencias populares sobre
anticoncepción figuran que en la primera relación sexual
no se puede producir un embarazo, del mismo modo que si no se siente placer
o no se llega a un orgasmo no hay ovulación y por ende tampoco
embarazo. También consideran que sirve como anticonceptivo
tomar una aspirina o hacerse lavajes con jugo de limón después
de una relación, comentó Bagnati y precisó
que otra dificultad ala hora de cuidarse es la desinformación
entre las adolescentes sobre cómo actúan los métodos.
Algunas creen que las pastillas son un método de barrera
entre el óvulo y el espermatozoide, por eso las toman solo el día
de la relación, agregó.
La investigación encargada por el CELSAM exploró también
la salud reproductiva y encontró que una de cada cuatro argentina
no cumple con su control ginecológico de rutina; el 15 por ciento
no se sometió nunca a un estudio de esas características
y el 7 por ciento de las entrevistadas sólo recurrió a un
ginecólogo cuando tuvo hijos. No hay una cultura de prevención.
Muchas mujeres piensa que sólo tienen que ir al médico cuando
tienen un embarazo, explicó Galimberti.
MAS
DE 49 LOCALIDADES AISLADAS
Aún bajo el agua
Más de 49 localidades
de los 33 distritos de la provincia de Buenos Aires que conforman la zona
de desastre en palabras del Presidente permanecen aisladas,
casi totalmente inundadas, con sus caminos anegados e importante cantidad
de damnificados. Como medidas de emergencia, el gobierno provincial envió
alimentos, ropa y materiales para la reparación de las viviendas.
El agua también inundó las relaciones entre el gobierno
provincial y el nacional: ayer el vicegobernador Felipe Solá disparó
que la visita del Presidente fue de una fugacidad total.
De los partidos afectados, los que tienen mayor proporción de sus
territorios inundados son Adolfo Alsina, General Viamonte, 25 de Mayo,
Florentino Ameghino, Alberti, Tres Lomas, Pehuajó, Salliqueló
y Carlos Casares, donde el agua cubre más del 70 por ciento de
la superficie. Según el subsecretario de Educación bonaerense,
Mario Oporto, entre evacuadas, aisladas y amenazadas, las personas afectadas
alcanzan a 15 mil.
Hasta ellos se está llegando mediante la utilización de
camiones Unimog o tractores, por medio de los cuales se distribuyen los
alimentos y materiales que envía la Provincia. Sin embargo, estas
soluciones de emergencia no conforman a los damnificados, quienes reclaman
a las autoridades la construcción de canales que solucionen la
situación.
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