El índice de desempleo de octubre podría alcanzar un record histórico, según la presunción que ayer manifestó el ministro de Trabajo bonaerense y que convalidó la titular del área a nivel nacional, Patricia Bullrich. Aníbal Fernández, miembro del gabinete de Carlos Ruckauf, aseguró que, de acuerdo con mediciones propias, el índice de desempleo en el Conurbano se habría elevado este mes en cuatro puntos, aproximadamente, sobre los niveles de un año atrás, mientras que en el conjunto del país la desocupación se situaría en el 18,7 por ciento. “Estaría por sobre el record, triste record, de la década del 90, que fue allá por mayo de 1995 del 18,4”, señaló Fernández. Bullrich, al respecto, reconoció haber leído “la medición que ellos han hecho, por supuesto que yo la doy por válida, porque sé que trabajan bien”.
Bullrich reconoció que el desempleo subió “absolutamente” como consecuencia de la crisis y depresión que afecta a toda la actividad económica. Aunque se excusó de especular sobre estimaciones, recordando que “la medición general” que realiza el Indec “recién se conocerá en diciembre”. Señaló que en el Gobierno “sabemos cómo están los problemas del empleo, y sin duda, la situación está gravísima, porque todos sabemos que hay una fuerte parálisis en el país”. Al ser consultada sobre si era cierto, como había manifestado Aníbal Fernández citando el trabajo de su área, que el desempleo en el conurbano bonaerense ascendía al 20 por ciento, respondió tajante: “Absolutamente”.
Fernández destacó que durante el último año se habrían destruido un promedio de 315 puestos de trabajo por día. Apuntó que esta situación está afectando, principalmente, a los jóvenes que egresan del secundario e intentan ingresar en su primer trabajo, no lo encuentren. Y que en muchos casos se desalienten y dejen de buscar empleo, por lo que no son registrados como “desocupados” por las estadísticas. El titular de Trabajo bonaerense se quejó de la falta de acción del gobierno nacional y se justificó por la falta de respuestas efectivas desde el gobierno provincial.
“Nosotros tenemos limitaciones en la generación de nuestras políticas, a pesar de que no paramos de hacerlas. Desde que nos hicimos cargo de la gestión con el doctor Ruckauf teníamos cinco planes que daban cuenta de cada una de las actividades en las regiones, y hoy tenemos arriba de 50 (...), pero me da la sensación de que sigue siendo un paliativo”, refirió Fernández. “La ausencia de actividad es el peor enemigo con el que tenemos que combatir en este momento”, agregó.
Los distintos indicadores oficiales, conocidos a lo largo de las últimas dos semanas, van demostrando que la recesión económica llegó a su punto más crítico en el mes de septiembre. El estimador medio industrial, el índice de actividad en la construcción, las ventas en supermercados y centros de compras (shoppings) coinciden en señalar al último mes como el de peor performance en mucho tiempo. La cesación de pagos a nivel de proveedores del Estado y aún entre empresas privadas está llevando a la paralización de la actividad en diversos sectores. Todo ello se está reflejando en la cantidad de empresas presentadas en convocatoria o con pedido de quiebra, lo que impacta directamente sobre los niveles de desocupación.

COMENZARON LAS NEGOCIACIONES POR SALVAGUARDAS
Brasil quiere ver pruebas

Ayer comenzaron en Buenos Aires las negociaciones entre funcionarios de Argentina y Brasil para la aplicación de salvaguardas intra Mercosur. La posición de los brasileños volvió a ser dura, reclamando que Argentina demuestre la existencia de daño en sectores industriales por importaciones desde Brasil antes de aplicar las salvaguardas. En realidad, es lo mismo que sostiene la administración Cardoso desde la devaluación del real, en enero de 1999, lo que en la práctica significó que nunca hubiera protección para los productores locales.
La reunión que finalizará hoy –aunque nadie puede asegurar que vaya a ser con éxito– es para instrumentar el principio de acuerdo que los cancilleres y ministros de Economía de ambos países alcanzaron hace 17 días. Esa cumbre se realizó luego de que el real sufriera una nueva caída en su paridad con el dólar. Domingo Cavallo hizo entonces polémicas declaraciones que pusieron al Mercosur al borde de la ruptura. Antes que la sangre llegara al río, los ministros de reunieron en San Pablo para descomprimir la tensión. Como era previsible, anunciaron un principio de acuerdo, basado en la aplicación de salvaguardas en el bloque regional. Pero su aplicación quedó para ser discutida más adelante, y eso es lo que está ocurriendo ahora.
La Cancillería argentina emitió un escueto comunicado informando que las delegaciones intentan definir “un mecanismo bilateral y transitorio, destinado a atender situaciones que requieran ajustes en el comercio intrazona”. En eso estuvieron ayer todo el día sin poder acercar posiciones. Brasil insiste en que la depreciación del real no produce ninguna distorsión en las relaciones comerciales con el bloque. Y reclama, en todo caso, que Argentina demuestre la existencia de daño por aumento de importaciones.
Las salvaguardas, que pueden tener la modalidad de cupos o aranceles a la importación, “requieren por parte del país que las pretende aplicar, pruebas que demuestren que uno o varios sectores de su economía son perjudicados por el ingreso de productos de su contraparte”, mencionaron los negociadores brasileños, basándose en las reglas de la Organización Mundial de Comercio.
El embajador especial para el Mercosur, José Botafogo Gonçalves, que encabeza la delegación visitante, reconoció que “las negociaciones serán duras”. “Nuestra intención es acordar un mecanismo de salvaguardas si hay sectores afectados”, dijo otro fuente brasileña. Pero, agregó, “hasta el momento no recibimos ningún dato concreto (del gobierno argentino) que demuestre daños globales ni sectoriales”. Frente a la resistencia brasileña, la Unión Industrial Argentina reclama suspender el Mercosur. Entre una y otra posición, la Cancillería seguirá tratando de llegar a una solución consensuada.

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