Por Cristian Alarcón
Sólo en 1999 y 2000
fueron al menos sesenta los niños y adolescentes bajo
la tutela del Estado gobernado por Carlos Ruckauf que murieron acribillados
por las balas de la Bonaerense. Así lo denunció ayer la
Suprema Corte de Justicia provincial en una resolución firmada
por todos sus ministros. En ella dan cuenta de que muchos de esos chicos
asesinados habían expuesto con anterioridad amenazas y/o
tratos lesivos por parte de personal de las comisarías bajo
cuya misma jurisdicción terminaron muriendo. Esa información
fue interpretada ayer por varias fuentes judiciales consultadas por Página/12
como la comprobación institucional de que la Policía Bonaerense
ejecuta a menores y simula que mueren en tiroteos. A tal punto es dura
la resolución que Irma Lima, la presidenta del Consejo del Menor,
opinó que esto podría tratarse de 60 casos Bru o de
un escuadrón de la muerte. La figura de los escuadrones reaparece
después de que este diario publicara varias investigaciones sobre
cómo fueron fusilados dos chicos de 14 y 16 años en Don
Torcuato, en el mes de marzo, por un presunto escuadrón integrado
por integrantes de la maldita policía. El documento elevado por
la Corte es un fuerte llamado de atención a las políticas
de Seguridad del gobierno. Sin embargo, el ministro Ramón Verón
apeló ayer a la soberbia para responder al reclamo de la Justicia:
es casi un deporte de los menores denunciar apremios ilegales,
dijo.
Si hay alguna certeza con la que se sale de una villa miseria después
de hablar con los chicos que sobreviven robando paupérrimos botines
es que es imposible saber si se volverá a verlos, más cuando
recibieron amenazas. Así ocurrió en el caso de Gastón
Monito Galván y de Miguel Piti Burgos,
cuyos amigos le dijeron a este cronista en su propio funeral que estaban
en una lista negra y que no serían ellos los últimos (ver
aparte). Así ocurrió también con el ladrón
Víctor Manuel Frente Vital, que a los 17 años
había llegado a ser el chico más popular de la Villa San
Francisco, en San Fernando. La policía se la había jurado,
dicen decenas de testigos. Y como la mayoría, había sido
golpeado en comisarías. En un intento de robo lo persiguieron por
los pasillos de la villa hasta un rancho en el que se escondió
junto a su compañero, bajo una mesa. Gritó: ¡No
disparen! ¡Nos entregamos!, pero el cabo Héctor Sosa
disparó cuatro tiros con su reglamentaria. Las pericias demostraron
que el Frente tenía cuatro orificios de bala porque
una de ellas antes de entrar en pómulo, le cruzó la mano
con la que intentó cubrirse del fuego.
Esa misma manera de morir, cubriéndose la cara con un escudo inútil,
es la que ayer una alta fuente de la Corte le describió a Página/12
como la misma en que terminaron las vidas de varios adolescentes de la
lista. En un comunicado de la SCJB se recordó ayer lo que en las
recientes jornadas sobre Servicio de Justicia, Niñez y Derechos
Humanos, el presidente de la Corte, Elías Laborde, dijo:
La niñez se ve obligada a caminar al borde del precipicio,
a incurrir en delitos, a robar, a caer en drogas y adicciones. Y
se preguntó: ¿Qué hacemos con ese chico? ¿Le
enseñamos lo que le falta para que se perfeccione? ¿Los
lanzamos a la calle y lo terminamos matando?. Esas declaraciones
precedían el informe que ya estaba en manos de los jueces Juan
Carlos Hitters presidente entrante de la Corte, Eduardo Petiggiani,
Juan Manuel Salas, Eduardo de Lázari, Ernesto Ghione, Alberto Pisano,
Héctor Negri y Guillermo San Martín. Todos ellos, más
el procurador general Matías De la Cruz, firman el acuerdo elevado
al Ejecutivo que fue elaborado en base al Registro de Denuncias y apremios
y malos tratos físicos o psíquicos en perjuicio de menores
tutelados. Esto que los menores que cuentan en las estadísticas
de la corte sean tutelados hace más flagrante la posibilidad
de que los hayan fusilado agentes del aparato de seguridad del Estado,
ya que es el Estado el que, o por la ausencia de familia y contención
o porque el chico está acusado de un delito, es responsable de
su integridad.
Ante la contundencia de la resolución, la interventora del Consejo
del Menor hizo una apuesta fuerte al decir que si esto se comprueba
estamos en 60 casos Bru o en un modus operandi más que perverso
que es el de los escuadrones de la muerte. La policía es un cuerpo
corporativo y con muchas mentes perversas adentro. Y enseguida defendió:
La policía actúa con poco profesionalismo, asustada
y con espíritu de venganza por la muerte de los compañeros.
Lima le dijo a este diario que no logró hablar con Verón,
pero en ese punto sus dichos coincidieron. El ministro se enojó
otra vez con la Corte y respondió descalificando las denuncias
de los menores. Para ellos es un deporte, dijo. Yo también
me podría preguntar por la infinidad de policías muertos
en manos de menores.
En la Corte sus declaraciones cayeron con el peso de los cadáveres.
El ministro es el que debería dar explicaciones, dijo
una fuente sobre el pedido de Verón de que la Corte dé precisiones
sobre las denuncias. Anoche este diario no pudo confirmar los enésimos
rumores sobre el alejamiento de Verón, y el nombre de un sucesor
ya elegido. Pero el humor del máximo órgano de justicia
se oscureció también hacia sus propias filas. Por un lado
decidieron pedir a los jueces de menores que informen al instante
a la Corte cada vez que un menor muera en un presunto enfrentamiento.
Por otro, el procurador redactaría un instructivo para
los fiscales que no investigan con suficiente dedicación las causas
por apremios o presuntos fusilamientos.
Las muertes del Monito
y Piti
Gastón Monito Galván, de 14 años,
apareció con once balazos en el cuerpo en un descampado de
José León Suárez. A su lado, su amigo, Miguel
Piti Burgos, de 16, tenía seis disparos en la
espalda. Ambos estaban atados y al Monito le habían
colocado, ya muerto, una bolsa de nylon en la cabeza. Sucedió
el 24 de abril y nunca se conoció el nombre de los asesinos.
A partir de ese caso, Página/12 publicó una serie
de notas de investigación que sacaron a la luz las huellas
de un escuadrón de la muerte y las oscuras relaciones de
la Bonaerense con los chicos marginales del Conurbano, relaciones
donde los enfrentamientos alternan con negociaciones y robos a
pedido. Si arreglás con la gorra explicó
un chico a este diario, no morís.
Los dos chicos, Galván y Burgos, tenían antecedentes
por robo. En el barrio Bancalari, todos los testimonios que recogió
este diario hablaban de un enfrentamiento cotidiano con la Bonaerense.
Desde los 12 años hasta ahora él fue maltratado
por la policía dijo Zunilda, la madre de Galván.
Una vez estuvo parado desde las 12 de la noche hasta el mediodía,
cuando lo fui a buscar en la 3ª y me lo entregaron con las
ampollas así de grandes en los pies. Aunque nunca quería
hacer la denuncia, porque decía que si los mando al
frente me matan, mami. Era el que más odiaban
los de la Patrulla de calle de la Tercera.
El Chino, un amigo de los chicos muertos, lo explicaba así:
Nos fueron liquidando. Ya cayeron dos pibitos hace seis meses,
el Kity y otro más. No tenían caños, se los
pusieron. Mandaron a decir que quedamos seis, que nos toca a nosotros.
Fuentes judiciales informaron en esos días a este diario
que efectivamente había cinco policías sospechados.
Sin embargo, nunca hubo detenciones. Carlos Bigalli, defensor de
menores de San Isidro, decía entonces: En este caso,
si participaron policías, estamos ante un escuadrón
de la muerte.
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¿La despedida
de Verón?
Ramón Verón sintió ayer el temblor en su
silla de ministro de Seguridad y decidió salir al cruce de
lo que parece un despido anunciado. Oficialmente no tengo
ningún tipo de comunicación, les dijo a los
periodistas que lo consultaron, para aclarar de inmediato que si
lo dispuso el gobernador, o si lo tiene pensado, me parece una medida
acertada y la comparto.
En este caso, agregó, se iría insatisfecho,
porque a su entender le quedarían cosas por hacer, aunque
no aclaró cuáles. No soy eterno ni tengo contrato
ilimitado. Además, supongo que el gobierno de la provincia
evaluará una estrategia distinta en materia de seguridad,
así que habrá pensado en otro funcionario.
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Fugas y malos tratos
Por C. A.
Las muertes en supuestos enfrentamientos son apenas el comienzo
más estremecedor del planteo que los ministros de la Corte
le hicieron al gobierno de Carlos Ruckauf. En el mismo documento
consigna que sólo en los primeros nueve meses de este año
se registraron 1300 fugas de adolescentes con causas penales de
institutos que están superpoblados.
Esto indica un déficit sustancial en la contención,
como así también incorrectas y en cierto modo desaprensivas
derivaciones, sostienen los jueces. En el documento se subrayan
las irregularidades de varios institutos y la existencia de 99 chicos
que esperan sin ningún tipo de actividad recreativa ser derivados
a centros de detención en el Registro de Ubicación
de La Plata.
Sumados a las mil denuncias de malos tratos en comisarías,
de las cuales 800 ya fueron enunciadas por el cuerpo en una resolución
anterior, la Corte sostiene que al ser sistemático el
rechazo a las órdenes de internación impartidas por
los jueces de menores se crea un círculo vicioso
que permite, como último eslabón en la cadena de desprotecciones,
incluso la muerte en la calle de quienes paradójicamente
debieron encontrarse amparados por el Estado. Para los ministros
del máximo órgano de justicia bonaerense los jueces
si bien dan intervención al fuero penal no obtienen
en tiempo y forma plazas para sus tutelados, lo que provoca el retorno
a las comisarías, la deserción o los egresos sin tratamiento
ni rehabilitación.
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PERICIAS
EN EL CASO DE LA COMISARIA DE LOMAS
Ocho detenidos por las torturas
Sólo uno
de los ocho policías que siguen detenidos, acusados de torturar
a un detenido con corriente eléctrica, aceptó declarar ayer
ante el fiscal Oscar Acevedo y se declaró inocente. Otros tres
fueron liberados por no encontrarse en el lugar la comisaría
7ª de Villa Centenario, Lomas de Zamora en el momento del hecho.
El fiscal busca determinar las responsabilidades de cada uno en las torturas
que sufrió Javier Villanueva. Por ello, se realizarán estudios
al cable que se habría utilizado, y al propio Villanueva con
el fin de corroborar la presencia de síntomas patológicos
por el paso de corrientes eléctricas anormales.
Acevedo detalló que el análisis del cable no es determinante.
Podría detectarse material biológico o no. Lo más
importante será la biopsia a los dedos de Villanueva. Lo
cierto es que en la Defensoría General están seguros de
que los resultados darán positivo; el siguiente paso sería
determinar quiénes utilizaron el siniestro cable. El caso saltó
cuando Villanueva, acusado por un robo, fue llevado a declarar y las marcas
que presentaba en su cuerpo y manos llamaron la atención del fiscal.
El cable apareció en un allanamiento posterior.
Lo que el análisis va a decirnos es si hubo modificación
del tejido y si ésta es producto del paso de corriente eléctrica,
explicó a este diario el fiscal. De los ocho policías que
permanecen detenidos, se conocen los nombres de seis: el subcomisario
Oscar Djurazek, el oficial inspector Eduardo castillo, el cabo primero
Walter Fidel Franco, el cabo primero José Melchor Hidalgo y los
agentes Víctor Pérez y Gustavo Pereyra.
IRMA LIMA
No
creo en la mano dura
Por
C. A.
Verón
tiene la mejor intención, asegura en una entrevista con este
diario la interventora del Consejo del Menor bonaerense, Irma Lima. Y
vuelve de esa manera a defender al otro funcionario que queda en medio
de la tormenta institucional que desató ayer el informe de la Suprema
Corte de Justicia Bonaerense. Entrevistada por este cronista a propósito
de las peligrosas relaciones de los menores con la policía, hace
tres semanas Lima había dicho sobre el aumento de los chicos acribillados:
No sé si se dibujan los enfrentamientos policiales, como
se sabe que puede ocurrir.
Usted ya tenía información sobre posibles fusilamientos
le planteó este diario.
Pero todo a nivel chimentos, no tenía denuncias concretas.
Eran cosas que circulaban.
¿Y qué debería hacerse ahora que sí
está la información oficial?
Quiero aclarar que siempre vi en Verón una intención
de investigar. Ahora me llamó, porque lo estuve buscando y él
estaba en la gobernación. Me dejó un mensaje en el contestador.
Mañana nos reuniremos con él y con el Procurador (Matías
de la Cruz) porque esto amerita que hagamos una investigación seria.
He visto casos en los que la justicia cierra las causas por malos tratos
y apremios muy rápidamente.
Usted defiende a Verón pero la Corte está diciendo
que ya envió 23 resoluciones sin respuesta al Ministerio de Seguridad.
Y Verón declara que los chicos denuncian por deporte.
Le voy a decir una cosa, como jueza yo a los menores míos
los conocía, no a todos, pero sí a los que se llaman pesados.
Personalmente como jueza me daba cuenta, hacía todas las denuncias
pero sabía qué casos ameritaban investigar a fondo porque
el chico estaba diciendo la verdad: pibes que han venido golpeados de
la cabeza a los pies, y eso que no tengo puesta la camiseta contra la
policía. Pero hay tipos que tienen el cachetazo libre, que se creen
que tienen una impunidad total.
Deben tenerla... Usted está en un gobierno que tiene un discurso
así.
Públicamente he dicho que no creo en la mano dura y no creo
que solucionen ningún problema de seguridad, que es una trampa
cazabobos.
Sin embargo usted es criticada porque si bien se dice a favor de
las garantías sigue en el gobierno que propuso meter bala
a los delincuentes
Mire, respecto a los menores no lo he escuchado. No puedo decir
que de los pibes se diga eso y siempre encontré apoyo. Verón
habla de rehabilitarlos, tiene la idea fija de la escuela granja, que
no es tan buena, pero creo que son buenas intenciones. Pero lo que sí
digo es que si comprobara que esto que denuncia la Corte es así
por una bajada de línea del gobernador, agarro mis cosas y me voy.
Qué
hay que hacer después de la denuncia
|
Gustavo Palmieri*.
Investigar rápidamente
La Corte tiene que tomar medidas para que no se repita y
debe monitorear que se investigue esto para desincentivar a los
policías que realizan estos hechos. Hay que destacar el accionar
de la Corte en el sentido de recolectar los datos para esta resolución
pero el segundo paso es hacer frente a esta cuestión. Por
un lado, la Justicia debe condenar a los responsables. Por otro,
el máximo tribunal tiene que reclamar al Poder Ejecutivo
que se cumpla con la ley. También la Corte debe revisar la
suspensión de la ley de menores, que ofrecía mayores
garantías. La política activa de victimización
de los menores se complementa con una política poco activa
del Consejo Provincial. No hubo ningún resultado positivo
en esa gestión y la situación se sigue agravando.
Más allá de las intenciones progresistas de los funcionarios,
se necesitan resultados. Es una posibilidad bastante cierta que
se trate de escuadrones de la muerte, y éstos no son ajenos
a las políticas de seguridad pública que los toleran.
Lo que describe la Corte remite a los escuadrones. Se necesita una
investigación para esclarecerlo.
* Director del Programa de Violencia Institucional y Seguridad
Ciudadana del CELS.
Silvia Stuchlik*.
Antesala de escuadrones
Es una situación gravísima, más habiéndose
sancionado una ley provincial de menores que fue suspendida por
esa misma Corte. La ley no es la panacea pero ayudaría a
que estas situaciones no ocurrieran. Las comisarías están
abarrotadas de chicos; ofrecemos recursos y capacitación
para poner en marcha un programa de desjudicialización, pero
no hay voluntad por parte de la Provincia. Parece que la comisaría
es el lugar que se ha elegido para los chicos, y obviamente no es
el lugar adecuado. Vamos a seguir apoyando financieramente y esperando
la respuesta afirmativa de la Provincia, no sólo de Irma
Lima, sino también de todos los actores involucrados. Pediremos
que se investigue este tema porque es muy grave. Además,
trabajaremos en conjunto con las oficinas de derecho y el Consejo
Provincial sobre esta denuncia específica. Si fuera necesario,
llegaríamos a una instancia internacional. Quiero conocer
en profundidad la presentación pero si esto no es el accionar
de escuadrones de la muerte, puede ser una antesala. Hay elementos
que nos encaminan a una situación así si no se le
pone un límite.
*Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia
M. Del Carmen Verdu*.
La punta del
iceberg
La primera reflexión que tenemos que hacer en torno
a la resolución de la Corte es que los chicos que pueden
realizar denuncias de malos tratos en comisarías son los
que están sometidos a proceso y pueden hablar con undefensor
de menores. Hay una enorme cantidad de chicos que son detenidos,
torturados, golpeados y fusilados, que no están sujetos a
proceso y ni siquiera pueden denunciarlo. Esto es apenas la punta
del iceberg. La existencia de estos datos no es un mérito
de (Irma) Lima, sino de los defensores. Más allá de
la difusión de algunos casos, yo tenía una expectativa
mucho mayor en cuanto a su gestión administrativa (en el
Consejo provincial del Menor). Hace tiempo que venimos denunciando
como una hipótesis por demás probable que haya escuadrones
de la muerte. Hay muchos casos de chicos amenazados por determinado
personal policial que luego resultan fusilados. Este tipo de acciones
directas sólo son posibles en el marco de un discurso oficial
que habla de seguridad ciudadana, que implica eliminar a los delincuentes
y en particular a los menores.
* Integrante de Correpi.
Mabel Lopez Oliva*.
Las cartas sobre
la mesa
No es un dato menor que la Corte se entere de estos casos
y actúe en consecuencia. Pero en la provincia de Buenos Aires
están vigentes las leyes de patronato que habilitan al Estado
a intervenir en caso de chicos en estado de abandono, que terminan
encerrados en un instituto. Esto hay que revisarlo. Una de las soluciones
es la nueva ley del menor, pero está suspendida hasta que
la Corte se pronuncie sobre la cuestión de fondo. Por un
lado, el tribunal muestra preocupación pero por otro no habilita
la norma que podría evitar este tipo de situaciones. Por
primera vez, la Corte ofrece datos concretos. Esto es mayormente
preocupante, la Policía cumple una función pública
y todo el sistema está inmerso en un contexto de ilegalidad.
Estos presuntos enfrentamientos policiales tienen que ser debidamente
investigados, al igual que hay que investigar la situación
de los chicos que están detenidos para ver si lo están
legalmente y en qué condiciones. De todos modos, esta resolución
es importante. La Corte marca que esto es irregular y está
poniendo las cartas sobre la mesa.
* A cargo del área de Reforma Legal de Unicef.
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