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SUSPENDEN NEGOCIACION CON ARGENTINA POR DICHOS DEL MINISTRO
Hartos de Cavallo también en Brasil

Expresión: Cavallo había
dicho que “el modelo de relación comercial con países que se dan
el lujo de hacer lo que quieren
con sus monedas está agotado”.

Entusiasmo e incertidumbre. La rara mezcla que provocó como reacción el discurso de Cavallo.

Por Raúl Dellatorre

La ronda de negociaciones comerciales entre Argentina y Brasil prometía terminar ayer como tantas otras: sin acuerdo y con promesa de seguir conversando. Sólo faltaba la conferencia de prensa en la que José Botafogo Goncalves, representante brasileño, iba a hacer el anuncio formal del pase a cuarto intermedio. Pero entre el fin del encuentro de las delegaciones y la hora de la conferencia sucedió un hecho desgraciado: habló Cavallo. Botafogo no sólo no se presentó a la conferencia de prensa, sino que anunció, a través de un vocero de la embajada en Buenos Aires, que “las negociaciones quedan suspendidas”. Se tomó un avión a Brasilia y se quedó, allí, a la espera de que alguien se dignara explicarle la insólita agresión del ministro de Economía a su país.
Durante la conferencia de prensa que ofreció en el Palacio de Hacienda al mediodía, Cavallo había expresado que “el modelo de relación comercial con países que se dan el lujo de hacer lo que quieren con sus monedas, y no aplicar por el lado nuestro salvaguardas y elementos de protección a la industria nacional, está totalmente agotado (...). Por eso hemos negociado y estamos a punto de conseguir un sistema –que yo espero que sea efectivo y generalizado– de salvaguardas en nuestra relación con Brasil”. Más adelante, cuando una periodista brasileña le preguntó si su referencia a “países que se dan el lujo de hacer lo que quieren con sus monedas” estaba referido a Brasil, Cavallo respondió de modo muy poco diplomático: “Claro, ¿a quién me voy a estar refiriendo?”.
Al conocer estas declaraciones, Celso Lafer, ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, interrumpió las actividades que desarrollaba en Madrid –donde acompaña al presidente Fernando Henrique Cardoso en su gira– para comunicarse con Botafogo, en Buenos Aires. En dicha conversación, le ordenó regresar de inmediato a Brasilia y comunicar, a través de un portavoz, la decisión de “dar por suspendidas” las negociaciones con el gobierno argentino.
Apenas un par de horas antes de que Cavallo lanzara sus diatribas, había concluido la segunda jornada de conversaciones entre las delegaciones argentina y brasileña, encabezadas respectivamente por Alfredo Charadía y el mencionado Botafogo. Argentina reclama la aplicación de salvaguardas (derechos compensatorios) para reparar el daño a la producción argentina por las diferencias competitivas generadas por la devaluación del real.
Mientras Brasil reclama que se demuestre, por sector, el daño efectivo generado por dicha devaluación, Argentina asegura que está ampliamente probado el efecto nocivo. Según confiaron fuentes de la delegación argentina, en esta visita a Buenos Aires los delegados brasileños recibieron un informe que exhibe que, mientras entre 1996 y 1998 el saldo comercial fue favorable a Argentina en 471 millones de dólares, desde enero de 1999 (mes de la liberación cambiaria en Brasil) hasta el presente, el saldo pasó a ser negativo en 1827 millones, sin computar las ventas de petróleo a Brasil –que no cuenta con preferencias arancelarias, según argumentó la parte argentina al presentar el informe–. “La idea es ver el efecto sobre todo el universo, y no sector por sector”, sostuvieron los delegados argentinos en la mesa de negociación. Es exactamente lo contrario de lo que reclaman, como método, sus pares brasileños.
Hasta que concluyó la ronda de negociaciones ayer por la mañana, las diferencias estaban centradas en el tipo de salvaguardas a aplicar y cómo se determinaría el factor de compensación. Y se estimaba que la próxima ronda de negociaciones se realizaría en dos semanas, tras los encuentros previstos para la semana entrante Unión Europea-Mercosur. Sin embargo, los posteriores dichos de Cavallo alteraron los planes.
Intimamente, los funcionarios brasileños desearían volver muy pronto a la mesa de negociación, pero con Cavallo afuera del gobierno, confiesan fuentes cercanas a la diplomacia de aquel país. Más que los intereses comerciales, que la política cambiaria o las divergencias macroeconómicas, la sensación de los representantes del gobierno de Cardoso es que es lapresencia de Cavallo lo que pone distancia entre ambos países. Mientras, los miembros de la delegación argentina en las negociaciones se empeñaban anoche en negar que las declaraciones de Cavallo hubieran actuado como detonante en la relación bilateral.

 

Mal pronóstico de Stiglitz

Las dificultades económicas que atraviesan Estados Unidos y Japón profundizan la recesión global que resulta adversa particularmente para Latinoamérica, donde Argentina y Brasil son los países más vulnerables, dijo ayer el Premio Nobel de Economía 2001, el estadounidense Joseph Stiglitz, de visita en Ecuador. Indicó que “se puede esperar una agudización de la crisis en Argentina y Brasil”, debido a una caída en las ventas de productos básicos y a los bajos precios de las exportaciones a Estados Unidos.

 

“Un trágico kamikaze”

Los medios brasileños reflejaron anoche en sus ediciones de Internet en forma inmediata las repercusiones de la embestida del ministro Domingo Cavallo contra ese país y su régimen cambiario, y calificaron al jefe del Palacio de Hacienda de “trágico kamikaze político”. Así lo describió la agencia O Estado, al señalar que Cavallo “disparó con violencia verbal simultáneamente contra los gobernadores de las provincias, el gobierno brasileño e integrantes de la UCR”. Según refleja ese medio brasileño, el “irascible ministro parecía buscar encontrar una excusa para poder renunciar inmediatamente”. “Me voy porque no me dejan trabajar”, es la frase que muchos esperan que Cavallo pronuncie en las próximas horas o días, antes de correr el riesgo de ser despedido, después del fracaso de sus medidas para reactivar la economía argentina”, agrega O Estado.
En tanto, desde la residencia de Olivos, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, intentaba anoche relativizar las declaraciones de Cavallo y minimizar la índole del conflicto. “El presidente (Fernando de la Rúa) no es que aprueba o desaprueba lo que dijo; Cavallo comprende que el Mercosur es una política de Estado”, afirmó Gallo. El funcionario de gobierno calificó al entredicho con Brasil como “pequeñas tensiones” de índole comercial “que se resuelven negociado, como todas las cosas”.

 

Reclamo bancario

El titular de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola, reclamó nuevamente a los bancos que paguen aportes adeudados a la obra social y advirtió que seguirían las medidas de protesta en apoyo a la demanda. Trabajadores del sector se movilizaron en el microcentro porteño en apoyo al reclamo del aporte del 1 por ciento sobre intereses y comisiones cuyo pago, aseguran, está avalado por ley. Zanola dijo a la prensa que “los banqueros han chicaneado sobre lo que es un derecho de los bancarios”.

 

Con o sin paquete, con o sin viaje,
según Mingo “la vida continúa”

Anoche evaluaba si viajará a pedir el apoyo del Grupo de los 7 y si anunciará
medidas antes del lunes. La city se entusiasmó con el encendido discurso de
Cavallo, pero dudan de su aceptación política.

Por Claudio Zlotnik

Domingo Cavallo cree que después de la embestida política de ayer debe mostrar hechos concretos que demuestren que es verdad aquello de que “la vida continúa” a pesar del desaguisado con los gobernadores. Por tal motivo, anoche evaluaba si valía la pena o no partir rumbo a Europa en las próximas horas con el objetivo de obtener el guiño del Grupo de los Siete para el desembolso de un crédito que permita desahogar la situación económica. Por otra parte, la intención del ministro es dar fuertes señales de que podrá cumplir con el déficit cero –aun con el enrarecimiento del clima político– realizando anuncios antes de que reabran los mercados, a las 11 de pasado mañana.
“Volvió el Cavallo del ‘93”. La frase, pronunciada a este diario por un encumbrado banquero, refleja el impacto positivo que el discurso del titular del Palacio de Hacienda tuvo entre los financistas. En rigor de verdad, los hombres de la city escucharon de boca del ministro lo que para la mayoría de ellos es una convicción: que el ajuste deben hacerlo los políticos y que la principal causa de enojo de la gente no es el modelo económico sino la actitud de la clase política.
No obstante, semejante atropellada mereció que en la city aparezcan las dudas. “¿Tendrá Cavallo la contención política para quedarse en el Gobierno y soportar el embate de la oposición? ¿O viviremos un renovado ‘efecto López Murphy’, que fue echado por plantear un ajuste que finalmente tuvo que ser mayor”?, razonó el importante directivo bancario.
La posibilidad de viajar a Alemania para convencer al G-7 de otorgarle a la Argentina fondos frescos para reestructurar la deuda –ya sea a través de la recompra de títulos en el mercado o mediante la emisión de nueva deuda garantizada a costos más bajos– era barajada ayer a la tarde por los íntimos de Cavallo. Sin embargo, después de que el propio viceministro Daniel Marx suspendiera su viaje a Toronto donde iba a participar de un encuentro internacional, en el equipo prevalecía la idea de dejar para más adelante un nuevo tour por el extranjero.
Durante el día de hoy, Cavallo terminará de delinear el anuncio de un nuevo ajuste fiscal, de manera tal de cumplir con el déficit cero. La idea, tal como lo adelantó el propio jefe de Hacienda, es no profundizar el recorte del 13 por ciento de los salarios y las jubilaciones. Por eso, el ajuste pasará por las asignaciones para la adquisición de bienes y servicios de los distintos ministerios. Y un ahorro, por el canje de títulos públicos en poder de los bancos y de las AFJP.
Esta operación, que venía siendo negociada por Economía, quedó en suspenso a comienzos de la semana cuando las conversaciones con los gobernadores se empantanaron. Pero según pudo saber Página/12, Cavallo impondría una quita de la deuda. A cambio de los bonos de corto plazo que se encuentran en poder de las administradoras y de los bancos, con rendimientos del 24 por ciento en promedio, Economía entregaría títulos entre 7 y 8 por ciento anual. En total, el trueque ascendería a 5500 millones. La calificadora de riesgo Standard & Poor’s ya le advirtió a Cavallo que si efectuaba el canje a tasas de interés subsidiadas degradaría la nota de la Argentina, colocándole “default selectivo” incluso en el caso de que los acreedores no denuncien el hecho.
El otro capítulo que dejaría instalado el ministro tiene que ver con el ajuste fiscal del próximo año, que también debería cerrar con las cuentas públicas equilibradas. El recorte del 2002 ascenderá a 3370 millones de dólares, que podría quedarse corto en caso de que la economía se resista a crecer por encima del 6 por ciento, un supuesto que a esta altura podría calificarse como superoptimista.
En la óptica de los financistas, el enunciado del déficit cero no alcanza para asegurar la salida de la crisis. También sería necesario un decidido abroquelamiento político detrás de las medidas de ajuste. Ya no sólo en las propias filas del Gobierno sino además del acompañamiento que surja desde el justicialismo. Un escenario que después del enfervorizadodiscurso de Cavallo parece remoto. Y quedará todavía más distante cuando el ministro se sincere y le diga a Fernando de la Rúa que para cumplir con el Déficit Cero será necesario postergar el pago de los aguinaldos superiores a los 500 pesos y, ya para 2002, eliminar el incentivo docente y recortar las partidas a las universidades.

 

Riesgo país en 1822 puntos

Cuando empezó el discurso de Domingo Cavallo, a las 12.40, el índice MerVal caía 1,3 por ciento. Cuando terminó, alcanzaba al 2,5 por ciento. Y terminó con saldo negativo del 2,2. A pesar de que los financistas se entusiasmaron con la vehemencia del ministro, el desacuerdo y posterior polémica con los gobernadores desanimó a los operadores. Y el MerVal no pudo aprovechar las alzas accionarias en Wall Street y en la Bolsa de San Pablo. Sin el ajuste consensuado ni medidas para anunciar, el riesgo país, a su vez, mostró una suba de 53 puntos, hasta los 1822. Las acciones cerraron así una semana de continuas bajas, acumulando una pérdida del 5,1 por ciento. Una muestra de la alteración en el mercado lo dio el hecho de que la tasa de interés interbancaria saltara del 7 al 17 por ciento anual para un préstamo a tres días. Por otra parte, Economía colocó ayer Letes a 60 y 90 días de plazo por 419,1 millones de dólares a tasas de entre 12,75 y 14,1 por ciento anual. De ese total, 307 millones fueron compradas por las AFJP a través del Banco Nación ya que llegaron al tope para comprar títulos.

 

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