Por Verónica
Abdala
La fórmula combina la
trama original de uno de los cuentos más populares de los hermanos
Grimm, el exotismo de la realizadora Caroline Thompson (que trabajó
como asistente de dirección en El joven manos de tijera y Los locos
Adams) y los efectos especiales necesarios como para lograr que el espectador
crea, al menos por un instante, que la magia es posible. En este caso,
escenografías impactantes y sofisticados efectos computarizados
que corren por cuenta del especialista Lee Wilson están
al servicio de la ficción de Blancanieves y los siete enanitos.
La versión que mañana estrena Hallmark Chanell, inspirada
en el cuento tradicional alemán que los hermanos Grimm popularizaron
a partir de la publicación de sus Cuentos para la infancia y el
hogar (1822), se mantiene, en términos generales, fiel a la trama
original. Aunque incorpora una serie de hechos como el nacimiento
de la niña, entre pétalos de flores y personajes como
el Hombre de los Ojos Verdes, que no están presentes en la
primera versión, y que, en términos visuales, enriquecen
la historia. El telefilm, producido por Robert Halmi (Alicia en el país
de las maravillas, Los viajes de Gulliver, Animal Farm) se estrena en
la Argentina mañana a las 21.
Nacida de una gota de sangre en un aleteo de flores de manzano, la niña
del cuento llega al mundo con la blancura de la nieve en la piel, los
labios rojos, y la oscuridad de la noche cerrada en el color de sus cabellos.
La beba es la bendición de la pareja de dos amorosos campesinos:
Juan y Josefina, que morirá tras el nacimiento de Blancanieves.
La búsqueda de alimentos que inicia el padre tras la muerte de
su esposa, dará comienzo a la aventura. Porque precisamente cuando
sus lágrimas rieguen el suelo, derritiendo la tumba de hielo que
encierra al Hombre de los Ojos Verdes, tres fantásticos deseos
le serán concedidos. Y una vez que la magia irrumpa en el relato,
ya no habrá vuelta atrás.
Por supuesto que uno de los pedidos del hombre, será que ese ser
encantado y a la vista horripilante que se le ha aparecido lo provea de
leche para la beba, hambrienta desde el momento en que ha perdido a la
madre. Lo que no sospecha, es que, además de salvarle la vida a
la pequeña, el personaje le otorgará un reino en el que
vivir con su hija y una reina para compartir su vida, completando su promesa.
El Hombre de los Ojos Verdes recurrirá a su propia hermana, para
que ocupe el lugar de la futura reina (Miranda Richardson). Ella es tan
fea como él, aunque los poderes sobrenaturales de Ojiverde
lograrán volverla bella de un plumazo. A partir del preciso momento
de la conversión, habrá que verla pasearse hasta el hartazgo
con un espejo en la mano, embelesada con su propia imagen, e interrogando
a un pedazo de vidrio con gesto inocente: Espejito espejito, quién
es la más bella del reino?.
Todos saben o imaginan lo que ocurrirá unos años más
tarde, cuando la beba se convierta en una hermosa adolescente: sufrirá
la persecución de la madrastra, y deberá huir al bosque,
en donde será cobijada por siete coloridos enanitos, extravagantes
y definitivamente tiernos. Para ser finalmente liberada de un malicioso
hechizo por el beso de un príncipe azul. Los realizadores de Hallmark
logran poblar la pantalla de imágenes sorprendentes, que hasta
que la tecnología lo hizo posible sólo podrían
haber sido obra de la imaginación, de las pesadillas, o de los
sueños. Un niño a mano puede ser la excusa perfecta para
disfrutar de una historia atemporal, basada, según investigaciones
serias, en una serie de hechos reales, luego adornados por la inefable
transmisión de boca en boca.
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