Por Juan José Panno

1 ¿Puede ganarle Boca al Bayern Munich? Por supuesto que puede, porque como cualquier partido, ése que definirá la Copa Intercontinental tiene tres resultados posibles y uno de ellos es la victoria de Boca. Si jugaran más de una vez, las mejores chances estarían del lado de los alemanes, que tienen mejor rendimiento individual y colectivo, pero todo se definirá en 90 minutos, a lo sumo 120 si luego no hay gol de oro y eventualmente penales. Entre las razones por las que Bianchi se opuso a que se jugaran dos partidos, uno acá y otro en Munich, está justamente ésa: que está convencido de que en un solo partido puede pasar cualquier cosa. Eso sí: si Boca juega como lo hizo en el primer tiempo contra Huracán, sus chances se reducen a un 1 por ciento.

2 ¿Es más difícil este partido que el del año pasado? Sí. Mucho más difícil por dos razones fundamentales: Bayern Munich es más equipo que el Real Madrid y Boca tiene menos jugadores y menos solidez como cuadro que el año anterior a esta altura. En la final contra los españoles Boca formó así: Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Traverso, Matellán; Battaglia, Serna, Basualdo; Riquelme; Delgado, Palermo. Ibarra, Bermúdez, Matellán, Basualdo y Palermo no están en el plantel y los huecos que dejaron cada uno de ellos son muy grandes. Pero también es verdad que cuando Boca fue a jugar con el Madrid sonaban voces en tono de lamento por las ausencias de Samuel, Arruabarrena y Cagna, titulares indiscutibles en los primeros tiempos de Bianchi como conductor. Hoy por hoy, convengamos, para Boca cualquier rival es difícil; hasta Huracán.

3 ¿Qué quedó de aquel equipo ganador de la Intercontinental? Quedó la mística, el coraje, el espíritu propio de los equipos de Bianchi, capaces de agrandarse en la adversidad, de llegar como punto y hacer saltar la banca. De los jugadores que vencieron al Real Madrid quedan Córdoba, Serna, Traverso, Riquelme y Delgado. Todos ellos serán titulares. Habrá que ver en qué posición juegan Serna y Traverso y si Delgado juega o no solo en el ataque, pero van a estar. Los jugadores clave, saben bien los alemanes, son Riquelme y Córdoba, dos de los mejores del mundo en la actualidad. En la comparación con el cuadro del año pasado entre los que se fueron y llegaron, este equipo de hoy sale perdiendo por lejos. Pero Gaitán, si juega, puede ser una carta de triunfo. Ayer, ante Huracán, Gaitán no estuvo y Riquelme se sintió demasiado solo casi toda la tarde.

4 ¿A Boca le conviene una definición por penales? Si uno le pregunta a los hinchas si firman una definición por penales sin partido, 9 de cada 10 dirán que sí. Si esa misma pregunta se les formula a los hinchas del Bayern, se supone que dirán que no, que les conviene jugar. Lo que no debería hacer Boca es especular con esta cuestión y colgarse del travesaño durante dos horas para poner todas las fichas en las manos del colombiano Córdoba en los penales. Porque entre los riesgos debe incluirse que se lesione a último momento el colombiano, como ocurrió ayer. Para agrandar la figura de Córdoba, que ayer salió lastimado (nada serio), la primera pelota que cayó en el área de Abbondancieri terminó en la red.

5 ¿Serna puede jugar de líbero? Puede, naturalmente, porque es un jugador con mucha experiencia y mucho sentido de la ubicación, con lo que cubre el déficit de la falta de velocidad. Ayer debutó en esa posición, cubierto por Schiavi, Burdisso y eventualmente los laterales/volantes Calvo y Jorginho, y cumplió. Considérese, por supuesto, que el rival era Huracán, que atacó con Soto y Canobbio, y considérese, a la vez, que en el Bayern Munich juegan de punta el brasileño Elber y el peruano Pizarro, alternando con el tanque alemán Jankler y el paraguayo Santa Cruz.

6 ¿Y si en el fondo juega Traverso? Es otra posibilidad que Bianchi contempla seriamente. En cualquier caso, el técnico pretende darle más consistencia al fondo de su equipo teniendo en cuenta el potencial ofensivo del rival. Pueden jugar Traverso, Schiavi y Burdisso (como en Racing Loeschbor, Maciel y Ubeda) reforzados por los laterales Martínez y Jorginho o Clemente (como en Racing Vitali y Bedoya o Arano). En ese caso,Serna se pararía unos metros más adelante, cerca de Battaglia, si es que se recupera a tiempo. Tantos defensores y volantes de contención limitarían, por supuesto, las posibilidades ofensivas.

7 ¿Qué teme Boca del Bayern? Hace poco, el sábado 13 de octubre, Carlos Bianchi fue a ver al Bayern en su partido del campeonato local contra el Munich 1860. El resultado final fue un categórico 5 a 1 en favor de los finalistas de la Intercontinental, pese a que no pudieron contar con Effenberg ni con el enganche Scholl. “Juegan fenómeno, pero ojo que no les ganaron a nadie”, dijo el entrenador cuando le preguntaron al final del partido. Si Ottmar Hitzfield hubiera estado ayer en La Boca, habría dicho de Boca: “No le ganaron a nadie”, simplemente. Bianchi elogió las variantes que posee el equipo.

8 ¿Cuáles son los puntos altos del Bayern? Fundamentalmente su capacidad ofensiva. Tiene muchas variantes para llegar al gol, entre las que se deben incluir las subidas del francés Lizarazu, lateral volante, marcador de punta de la selección francesa campeona del mundo en el ‘98; del alemán Effenberg, considerado el mejor jugador de Europa y el enganche Scholl. También su arquero Kahn está en un gran momento.

9 ¿Tiene puntos débiles el Bayern? Pocos, pero la línea de tres -Kuffour, Thiam y Linke– tiene menos jerarquía que el resto del equipo. También es un punto en su contra la importancia que los europeos le dan a esta Copa, muy inferior a la que se le asigna en este lado del mundo. La motivación es muy distinta.

10 La suerte de Bianchi, ¿cómo juega? Dicen que Bianchi tiene el celular de Dios y que lo consulta cada vez que tiene que decidir un equipo o un cambio, pero la fura es exagerada. “Si yo tuviera el celular de Dios, seguro que mi viejo estaría conmigo”, dijo hace poco saliendo al cruce de quienes le dicen que tiene una suerte a toda prueba. Si Bianchi tiene suerte, en todo caso, la ha sabido ayudar siempre. Y va a hacer todo lo posible para colaborar en el partido que marcaría el cierre de un ciclo inigualable.

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