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DE LA SOTA DEBIO DAR MARCHA ATRAS EN LA CONCESION DE EPEC
La privatización se apagó a tiempo

Tras el choque con la dirigencia sindical que se oponía, el gobierno cordobés decidió desistir de licitar la empresa eléctrica.

Por Mónica Gutiérrez
Desde Córdoba

“El gobierno ha decidido suspender el proceso y el gobernador De la Sota cree que ni este año ni el próximo se podrá realizar” la privatización de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC). La frase, pronunciada ayer por el ministro de Obras Públicas, Carlos Caserio, fue la conclusión inesperada de un escándalo que por momentos hizo peligrar la paz social en la provincia, luego de que la Justicia decidiera la captura de los máximos dirigentes del gremio de Luz y Fuerza, a pocas horas de abrir el primer sobre de la licitación. La explicación oficial se basó en la situación económica nacional, no muy diferente a la que hace una semana no tuvo mayor importancia para insistir con la venta de la empresa por un valor significativamente menor a las expectativas iniciales. Para la oposición, la trascendencia que tuvieron las presiones a la Justicia para reactivar causas en contra de los gremialistas fue determinante para la decisión.
La efervescencia que había alcanzado la situación en las últimas horas era impredecible. El sindicato de Luz y Fuerza, apoyado por varias organizaciones gremiales y estudiantiles, preparaba una movilización para hoy a la tarde, en respuesta al desafío de la Justicia, que llevó a uno de sus compañeros a la cárcel y a los principales dirigentes a permanecer prófugos desde el viernes a la noche. En 48 horas, la fiscalía a cargo de Gustavo Sandoval había encontrado motivos suficientes para realizar allanamientos y detenciones en el marco de dos denuncias por irregularidades en la obra social y en la farmacia del sindicato que fueron hechas dos y tres años atrás. No demoró en llegar a los medios la información de que el propio gobierno había presionado en los Tribunales.
El anuncio de Caserio, difundido por Radio Universidad de Córdoba en la mañana del domingo, llenó de satisfacción a los lucifuercistas pero no convenció a nadie: “Ya desde el jueves los inversores nos manifestaron su preocupación por la crisis tan importante que hay en el país, así que nos reunimos con el gobernador y tomamos la decisión de suspender el proceso a solicitud de ellos”, y agregó: “Se suspende sin fecha, el gobernador cree que ni este año ni el que viene se van a dar las condiciones, porque para que esto cambie va a tener que cambiar el país”.
Según Miguel Ortiz Pellegrini, abogado de Luz y Fuerza , “a la EPEC se la intentó regalar, porque mientras en principio se llamó a una licitación internacional por el ciento por ciento, cinco días antes se bajó al 80 por ciento la venta y se autorizó a pagar en bonos hasta un 70 por ciento del valor. Si se tiene en cuenta que en el pliego se prevé que la recaudación de los tres bimestres anteriores a la adjudicación iban para la empresa concesionaria (120 millones), estaba claro que se podía comprar EPEC sin gastar un solo peso”, analizó.
Para mañana estaba previsto el acto de recepción de las ofertas y la apertura del primer sobre. A medida que crecía la movilización gremial también lo hacía el accionar judicial en torno a sus dirigentes: primero, se ordenó la detención de Juan Leyría, secretario adjunto; luego los allanamientos a la obra social, a la farmacia y a la sede central del sindicato y la orden de detener al secretario general Lorenzo Racero, a los dirigentes Santiago Clavijo, Jorge Molina Herrera y al empleado Juan Medina.
De prófugos de la Justicia, los dirigentes pasaron rápidamente a ser interlocutores para el gobierno. “Esperemos que sea para bien y que ahora todos los actores que en su momento estaban en contra ayuden a que la empresa crezca, para esto va a haber que asumir muchas acciones patrióticas”, afirmó Caserio, la única voz oficial que habló del tema ayer.


EL MISMO FISCAL DEL CASO BODEGA
Delegados en la mira

Por M.G.

Tras la decisión de suspender la privatización de la EPEC, se descomprimió la situación política, pero sigue igual la situación judicial de los dirigentes de Luz y Fuerza que desde el viernes busca la policía. “Vamos a ser cautelosos, supongo que pronto se presentarán”, le dijo anoche el abogado Miguel Ortiz Pellegrini a este diario y pidió el cese de la “persecución contra los delegados” Lorenzo Racero, Santiago Clavijo y Juan Medina, que permanecen prófugos para la Justicia y la libertad de Jorge Molina Herrera, el único detenido. El fiscal que se ocupa de las causas es el mismo que lleva la de Jorge Bodega, el senador acusado de cobrar coima para votar las privatizaciones, que no tuvo mayores avances desde febrero pasado.
El viernes, dos de los dirigentes se habían presentado espontáneamente a la fiscalía, después de una publicación periodística que anticipaba lo que finalmente sucedió. Les dijeron que se fueran tranquilos, que no había motivos que los implicaran, pero por la noche se ordenó su captura “para humillarlos y tratarlos como delincuentes, cuando en realidad se trataba de escarmentarlos por el plan de lucha que venían desarrollando”, opinó el defensor.
Molina Herrera está detenido en la cárcel de Bouwer, a 20 kilómetros del centro cordobés, para evitar manifestaciones de protesta de sus compañeros, y la misma orden corría para los demás. Al menos siete comisiones policiales estuvieron afectadas al operativo de captura, lo que llevó a Ortiz Pellegrini a señalar que “De la Sota buscó a los dirigentes de Luz y Fuerza más que Bush a Bin Laden. A sólo cuatro días de la apertura de sobres, no se puede decir que esto es judicial y no político, a esto no lo cree nadie en Córdoba”, declaró.
Dos viejas denuncias llevaron al fiscal Sandoval a tomar tan drásticas medidas. Ambas iniciadas por Raúl Brito, ex titular de la obra social del gremio, contra Clavijo, Molina Herrera, Medina, Lorenzo Racero y otros dos dirigentes. Es el mismo Sandoval que tramita la causa por cohecho donde está imputado el senador Jorge Bodega, acusado de cobrar 400 mil pesos para votar la ley de privatizaciones de De la Sota. “Tenemos que pelear semanas para pedir medidas de avance en esta investigación”, graficó Ortiz Pellegrini.

 

 

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