Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


Estafas a las víctimas del terrorismo de Estado

Dos financieras, Capital Service y Proinvest, están acusadas de haberse quedado con las indemnizaciones cobradas por familiares de desaparecidos. En Proinvest sospechan vaciamiento.

Por Victoria Ginzberg

Alejandro Corschs Lerena tiene 25 años. Sus padres llegaron a Argentina en 1973, huyendo de la dictadura uruguaya, pero fueron secuestrados aquí el 21 de diciembre de 1977. Alejandro nació pocos días después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y cuando sus papás desaparecieron logró, a través de un vecino, reunirse con sus abuelos en Uruguay. Cuando el Estado argentino decidió indemnizar a los familiares de las víctimas de la dictadura, comenzó su trámite y a fines de 1999 tuvo a su disposición los bonos que el Estado empezó a recuperar a principios de este año. Pero Alejandro perdió el dinero de su reparación, como otros diecinueve uruguayos y siete argentinos que denunciaron haber sido estafados por la empresa Capital Service. Algo similar le habría ocurrido a otro grupo de familiares de desaparecidos, en este caso, con la firma Proinvest.
Las veintisiete personas perjudicadas por Capital Service realizaron el miércoles una denuncia penal contra el corredor de Bolsa Carlos Gómez, a quien acusan de “defraudación por administración fraudulenta”. Según relataron los damnificados, la mayoría se enteró de la maniobra que habría realizado la empresa en la que tenían depositados sus títulos cuando empezó a recibir la liquidación de la caja de valores con “cero bonos”. Ante esa situación, el lunes se realizó una reunión, a la que viajaron varios de los familiares uruguayos, en la que Gómez informó que había retirado los bonos de la Caja de Valores para entregarlos en caución de un préstamo que había solicitado para cubrir sus deudas. El empresario les pidió una convalidación de la operación que había realizado sin el consentimiento de los titulares de los bonos, pero éstos se negaron y decidieron recurrir a la Justicia.
La firma Proinvest también habría damnificado a un grupo de entre quince y veinte familiares de desaparecidos. Al menos en dos casos a los que tuvo acceso Página/12 las mujeres vendieron sus bonos correspondientes a la reparación por la desaparición de sus maridos y luego aceptaron realizar una operación en la que prestaban su dinero al titular de Proinvest, Alfredo Scarpati a cambio de un interés. Pero el hombre falleció en mayo de este año y sus herederos no reconocen la deuda. Los perjudicados se presentaron en la sucesión del empresario pero se encontraron con que allí no hay bienes que les permitan recuperar su dinero. Aunque oficialmente la viuda y los hijos de Scarpati no aceptan las operaciones que atribuyen a “un empleado infiel”, intentaron negociar. A una de las mujeres involucradas le ofrecieron un cuadro que no llega a cubrir un diez por ciento de la suma que le adeudan.
Los abogados de las víctimas de Scarpati sospechan que hubo una maniobra de vaciamiento premeditado de sus bienes ya que el empresario estaba enfermo desde hacía un tiempo y están estudiando iniciar una querella penal. Para Patricia Escofet, representante de uno de las damnificados “esto tiene que ver con la forma en que el Estado implementó el pago de las reparaciones e insertó a un sector social en el sistema financiero especulativo”. La abogada sostuvo que las personas que aceptaron hacer negocios con Scarpati “no tuvieron conocimiento de la situación de ilegalidad en que se los estaba poniendo, fueron víctimas de un engaño”.
El Mercado de Valores de Buenos Aires (Merval) informó que “suspendió preventivamente” las operaciones de Capital Service –la firma denunciada por los familiares uruguayos– y dispuso “la apertura de un sumario” por “presunta infracción a la normativa vigente”. “Si correspondiese, la institución puede aplicar como medidas disciplinarias un apercibimiento, la suspensión y hasta la revocación de la inscripción para actuar como agente o sociedad de Bolsa”, expresó el Merval en un comunicado.
Francisco Urdaniz, apoderado de Proinvest a través del estudio Gutiérrez Eguía, afirmó que Proinvest renunció como agente de Bolsa y que el Mercado de Valores interviene en la liquidación de toda operación pendiente. El abogado diferenció la situación de esa empresa de la de Capital Service, que vendió los títulos sin autorización de los beneficiarios. “Quienes noretiraron sus bonos, van a cobrar un ciento por ciento porque tienen la garantía del Mercado de Valores.” Urdaniz reconoció que “se han recibido denuncias de que algunas personas que vendieron sus bonos con Proinvest habrían sido asesorados por un empleado infiel en hacer colocaciones de dinero en otros lugares y es así como en la sucesión del ex presidente se presentaron como acreedores”.
–Pero los papeles que firmaron estas personas tenían la firma de Scarpati.
–Los préstamos parecieran tener la forma del ex presidente y se está investigando en la sucesión.
Además del fraude que Proinvest o Capital Service pudieron haber cometido, los involucrados señalaron que es llamativo que todos los damnificados sean personas que recibieron la reparación a las víctimas del terrorismo de Estado. “Gómez nos ofreció negociar pero cuando le contestamos que no, nos dijo que nos eligió a nosotros porque éramos pobres y él tenía más poder de negociación, por eso apuntó a los familiares de desaparecidos”, relató Corschs Lerena.

 

 

PRINCIPAL