Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


LA PRINCIPAL AGENCIA DE INVESTIGACION MUNDIAL ACONSEJA NO VENIR AL PAIS
Peligro, Argentina

La crisis de seguridad mundial planteada por los atentados del 11 de setiembre llevó a la agencia Kroll a distribuir un estudio confidencial para empresarios donde consideran que la Argentina tiene �alto peligro de un ataque terrorista� y, por lo tanto, recomienda no viajar a este país y tener preparada la salida a los que viven aquí. Argentina es considerado más peligroso que Colombia y la misma Yugoslavia o Croacia.

Por Raúl Kollmann

“Hay alto peligro de un ataque terrorista; si puede, posponga el viaje que tenga que hacer a la Argentina; tenga un plan listo para una eventual salida del país y hay peligro potencial de movilizaciones contra empresas e intereses norteamericanos.” Este es el diagnóstico sobre la Argentina que les transmite a los ejecutivos del mundo la empresa de seguridad Kroll, la más grande del planeta. En un estudio confidencial denominado “La crisis por el terrorismo internacional: las amenazas que enfrentamos”, Argentina figura como uno de los tres países más peligrosos de América –junto a Ecuador y Perú– e incluso aparece más riesgoso para los ejecutivos que Colombia, Bolivia o los países donde hubo guerras hace poco como Yugoslavia y Croacia. Del diagnóstico surge otro dato alarmante: Kroll considera que hay alto peligro de ataques terroristas en Gran Bretaña, Canadá, Francia y Arabia Saudita, países embarcados en la coalición que hoy por hoy respalda los ataques norteamericanos en Afganistán.

Grande y polémica
Kroll es la multinacional de seguridad que más factura en el mundo, arriba de 2000 millones de dólares anuales y siempre se ha dicho que es la empresa en la que revistan más ex agentes de la CIA. Se llama a sí misma “la consultora de riesgo”. En la Argentina, el referente es Frank Holder, un ex integrante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. De Kroll se ha dicho de todo:
- Ejerció el control de seguridad en el Exxel Group –los depósitos en los aeropuertos, los free-shops y otros puntos delicados– hasta que fue desplazada por otra empresa norteamericana.
- Hace unos meses, la diputada Elisa Carrió acusó a Kroll de trabajar para Raúl Moneta y realizar un informe sobre subsidios irregulares contra los diputados mendocinos Carlos Balter y Gustavo Gutiérrez, que junto con la líder del ARI encabeza la investigación sobre el lavado de dinero. El banquero pretendió usar ese informe contra los legisladores y hubo un pedido de investigación contra Kroll en el Congreso Nacional.
- Curiosamente, se dice que hace unos años –cuando Moneta estuvo prófugo- uno de los asociados al banquero preferido de Menem contrató a Kroll para que busque a Moneta. El objetivo era reclamarle un dinero o hacerle firmar papeles.
- No faltan los que sostienen que la empresa Kroll fue la que aportó las estrategias y elementos de la ofensiva de Domingo Cavallo contra Alfredo Yabrán, en el marco de una ofensiva aprobada por la embajada de Estados Unidos.
- También se ha dicho que Kroll fue quien consiguió los datos de las cuentas en Suiza de los ex hombres de Cavallo que cobraron las coimas del caso IBM-Banco Nación.
Como se ve, Kroll es una empresa con fuerte presencia en la vida argentina y su central, en el barrio de Belgrano, tiene nueve pisos. Ahora la oficina en Washington pivoteó el informe sobre los peligros en el mundo después de los ataques del 11 de setiembre en Nueva York y Washington. Está pensado para los ejecutivos de las más grandes corporaciones del mundo.

El nuevo escenario
El texto de Kroll parte, respecto de América latina, de un análisis: los ataques del 11 de setiembre van a producir una baja mundial de la actividad económica y de la atención financiera a los países latinoamericanos. Por ello señala que, a diferencia del centro delconflicto –la zona de Afganistán, el Golfo Pérsico y naciones con gran concentración islámica– “hay peligros, tal vez menos inmediatos, en países afectados por otros problemas como la crisis económica o brotes insurreccionales”. Esto puede llevar a amplios movimientos sociales y una amenaza para los gobiernos que están afectados por una crisis exacerbada por los efectos del terrorismo.
El diagnóstico respecto de la Argentina es el siguiente: “Frustrados por una larga recesión, que ahora parece profundizarse, los argentinos se han asomado a las calles en los últimos meses, participando de paros generales y cortes ruta que incluyeron algunas de las principales autopistas. Las estructuras políticas no están en peligro inmediato, pero la situación desafía y erosiona el respaldo político que le queda al presidente De la Rúa, haciendo difíciles las reformas económicas ya que no pueden pasar con éxito por el Congreso”.
Con ese análisis como marco, Kroll califica a la Argentina en cuatro aspectos:
- Alto peligro de un ataque terrorista, en función de que ya hubo dos anteriores y aunque no lo especifica deben sumarse las debilidades de la investigación y la escasa seguridad en las fronteras.
- Potencial inestabilidad social, que surge del diagnóstico sobre las dificultades económicas. A Kroll le interesa que las eventuales movilizaciones pueden terminar dirigiéndose contra la embajada o las empresas de Estados Unidos.
- Si un ejecutivo norteamericano tiene un viaje importante para hacer a la Argentina, Kroll le sugiere que lo haga, pero si el viaje es postergable, que lo postergue. Demás está decir que se le está diciendo a esos ejecutivos que de ninguna manera vengan de paseo o a hacer turismo.
- A los hombres de negocios norteamericanos que están viviendo en la Argentina, enviados por sus empresas, no les sugiere que se vayan del país como le recomiendan que lo hagan los destinados en Irán, Irak o Pakistán. El consejo es que tengan un plan para irse del país en cualquier momento, ya que “podría haber una potencial necesidad de evacuación”.

La amenaza
La razón por la que Kroll le entrega este documento confidencial a sus clientes es que las operaciones norteamericanas en Afganistán “serán interpretadas, en el mejor de los casos, como una esfuerzo para derrotar al terrorismo, pero en el peor de los casos como una venganza contra el Islam. Esta última interpretación puede llevar a nuevos ataques terroristas y resulta imposible pronosticar la naturaleza de los blancos a los que apuntarán. En principio, hay que decir que es mayor el peligro en los países donde hay células de Al-Qaeda, la organización de Bin Laden, o en los que ya se han producido atentados”. Este es el caso de Argentina. Kroll además menciona que la situación de conflicto no sólo pone en marcha a la gente de Bin Laden sino a los demás grupos terroristas que podrían envalentonarse a la luz del impacto del golpe del 11 de setiembre. En ese marco, concluye en un análisis preocupante: “la crisis se va moviendo de una etapa a otra, por lo tanto hay que evaluar en cada momento nuevas políticas de decisión. Por ahora, los objetivos terroristas siempre fueron de alto perfil: las Torres Gemelas, el Pentágono, embajadas norteamericanas, un barco de guerra, un avión Jumbo, el asesinato del Papa, sitios turísticos de renombre, las celebraciones del nuevo milenio. Esas organizaciones quieren poner en marcha una guerra entre el Islam y el cristianismo y el judaísmo. Y con ese propósito, hemos visto una serie de hechos que sólo significan el comienzo de lo que vamos a ver”.

 

 

PRINCIPAL