Por
Ana Bianco
A
pesar de la crisis, el cine argentino está de fiesta. El Museo
del Cine Pablo Cristian Ducrós Hicken celebra mañana martes,
en una ceremonia en el Teatro Alvear (ver aparte), treinta años
de existencia, dedicados a la preservación y difusión de
la imagen en movimiento producida en la Argentina. En un país que
se caracteriza por su memoria corta, el Museo del Cine dependiente
de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires lleva tres décadas peleando contra el olvido, con una
colección que, al día de hoy, atesora 420 largometrajes
de ficción, más de 35.000 fotografías, 250 piezas
de indumentaria, 5000 afiches y carteles promocionales y 1300 guiones
originales, entre otras valiosas fuentes y documentos.
Fue la viuda del historiador Ducrós Hicken (1903-1969) quien tuvo
la iniciativa de crear un museo, a partir de la valiosa colección
de su marido, que supo rescatar cámaras y elementos del primer
cine argentino, del período mudo, cuando el silencio era
oro, según la expresión de René Clair. En octubre
de 1971, el museo comenzó a funcionar como tal, bajo la dirección
del crítico e investigador Jorge Miguel Couselo (recientemente
fallecido), en el cuarto piso del Centro Cultural San Martín, sobre
la calle Sarmiento. Después de varias mudanzas y padecimientos,
el Ducrós Hicken está emplazado actualmente en Defensa 1220,
en la que será su sede definitiva, a partir de un plan de ampliación,
que contempla su vinculación con el Museo de Arte Moderno, ubicado
en la vieja fábrica de tabacos Piccardo, ubicada sobre la avenida
San Juan.
Allí, en pleno San Telmo, rodeado de la exposición 70-80-90,
que da cuenta del importante acervo reunido por la institución
en sus treinta años de existencia, su actual director, el documentalista
David Blaustein (Cazadores de utopías, Botín de guerra)
explica la dinámica que impulsa ahora al museo: Con Mónica
Guariglio, directora general de Museos, queremos cambiar el concepto tradicional
de museo y hacer del Hicken un espacio más
vivo, más contemporáneo. Además de difundir películas
en diferentes puntos de la ciudad, estamos buscando los mecanismos para
que toda la información que tenemos pueda ser consultada por el
público. Y que el museo se convierta en la casa de nuestros cineastas,
en un lugar de pertenencia. Estamos en condiciones de anunciar un acuerdo
de las empresas Kodak y Cinecolor con la Secretaría de Cultura
del Gobierno de la Ciudad, por el cual se establece la entrega de una
copia nueva de cada film argentino que se estrene al Museo del Cine. La
primera entrega simbólica será la del film Déjala
correr, que hará su director, Alberto Lecchi. Y ya empezamos a
recibir también copias en 35mm de Sol de otoño, Caballos
salvajes, Perdido por perdido y País cerrado, teatro abierto, entre
otras.
Según Blaustein, la preservación del material fílmico
del museo dista de ser la ideal. Es un tema que preocupa a toda América
latina y se requiere de inversiones en construcción muy importantes.
Contamos con el asesoramiento de Fernando Sorio, un experto mexicano en
restauración fílmica, quien nos dio orientaciones para tratar
de neutralizar el deterioro de los materiales. En este sentido dimos algunos
pasos importantes: empezamos por mejorar la limpieza y la ventilación
con extractores y aire acondicionado y estamos midiendo los niveles de
acidez y avinagramiento de las copias, para fijar prioridades. La etapa
posterior será la construcción de bóvedas nuevas
para almacenar las 10.000 latas del noticiero Sucesos Argentinos,
las 10.000 latas del noticiero del Canal 9 (Nuevediario) y
las 400 películas argentinas, que es el material más delicado.
La idea es preservar este material en envases de plástico y no
en latas, como se hacía hasta ahora. Gracias a un crédito
otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Gobierno
de la Ciudad está desarrollando el llamado Polo Cultural
del Sur, del cual el museo forma parte. Ese aporte se
entusiasma Blaustein nos permitirá construir las nuevas bóvedas
para almacenar el material y contar con condiciones climáticas
absolutamente ideales para la preservación del patrimonio.
Para el director del museo, la digitalización es otra de sus preocupaciones
centrales: El noticiero Sucesos Argentinos lo vamos
a digitalizar con la Universidad Nacional de San Martín, a través
de la gestión de Tristán Bauer. Y la clasificación
del material deportivo de esas latas estará a cargo de Gonzalo
Bonadeo, así como de las imágenes del noticiero de Canal
9 se ocupará Román Lejtman. En una etapa futura podremos
volcar esta información en la red a través de un buscador
de fácil acceso. Es todo un desafío.
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