Otros
dos empleados de limpieza del club GEBA fueron detenidos en la madrugada
de ayer como sospechosos del crimen de la docente María Fabiana
Gandiana. Ayer, junto con el primer detenido, declararon ante el juez
de instrucción en lo Criminal Alberto Seijas. Los tres hombres,
de entre 21 y 25 años, pertenecen a la empresa de servicios Lima
Luk S.A., de Lomas de Zamora, contratada por el club. El día de
la desaparición de la mujer los tres cumplían servicios
en la sede de GEBA. Ayer, a través de un comunicado de prensa el
club intentó deslindar su responsabilidad en el hecho. No obstante,
el abogado de la familia de la víctima adelantó que estudian
demandar civilmente a la institución. Si se comprueba que
la muerte ocurrió en el mismo edificio indudablemente hay responsabilidad
del club, porque tiene que garantizar la seguridad de las personas que
concurren a un espectáculo público como el torneo de taekwondo
en el que participó el hijo de María Fabiana, señaló
el abogado Juan José Devalle.
Los tres detenidos trabajaban para la empresa de servicios Lima Luk S.A.,
con oficinas en el centro de Lomas de Zamora, a dos cuadras de la estación.
Según informó Guillermo González, encargado de la
firma, los tres habían ingresado a la firma hace dos o tres meses.
Son personas normales, comunes, nunca tuve ningún tipo de
reclamo sobre ellos, cumplían con su trabajo, se limitó
a decir. Al parecer, ninguno de ellos tendría antecedentes
penales, según nos informaron en el juzgado, señaló
un miembro de la comisión directiva del club, que ayer analizó
el hecho en una reunión extraordinaria convocada de urgencia.
Según una de las hipótesis de los investigadores, la mujer
se habría perdido al intentar salir del edificio y en el trayecto
habría sido interceptada por los tres hombres, aunque no se descarta
que más personas estén involucradas en el crimen, ya sea
por haber participado del ataque o por haber encubierto la muerte. Tal
como informó ayer este diario, la mujer fue asesinada por estrangulamiento
el mismo sábado 20, cuando tras anunciarle a una amiga que saldría
a comprar una gaseosa, nunca más regresó al gimnasio del
sexto piso donde su hijo participaba de una competencia de taekwondo.
Antes de morir fue atacada sexualmente. Su cadáver fue encontrado
el sábado por la noche en un sótano de la institución,
siete días después de haber desaparecido. Por la cantidad
de golpes que tenía pudo haber participado más de una persona
en el hecho, comentó a este diario un investigador que tuvo
acceso a la autopsia.
Para deslindar su responsabilidad en el crimen, el club se basó
en el hecho de que los sospechosos no son socios ni personal estable de
GEBA sino dependientes de una tercera firma ajena a esta institución
que se encarga de realizar la limpieza de los distintos sectores de la
sede, según informó el club en un comunicado de prensa,
sin firma ni membrete de la entidad. Página/12 intentó insistentemente
comunicarse con el presidente de la comisión directiva del club,
Jorge Conte, pero en GEBA informaron que no atendería a la prensa.
En el mismo texto, GEBA dejó entrever que la mujer pudo ser muerta
fuera del edificio: Es necesario precisar que el lugar en donde
fue encontrado el cadáver (...) no es de libre acceso a nadie de
la institución, tiene sus puertas cerradas en forma permanente
(...), con una eventual salida al exterior y con muchas dificultades prácticas
para su ingreso desde el interior del club.
Según informó el abogado Devalle, la familia de la víctima
estudia demandar civilmente tanto a GEBA como a la Escuela Argentina de
Taekwondo, organizadora de la competencia deportiva, por la cual María
Fabiana estaba en la sede del club ubicada en Bartolomé Mitre 1149.
El abogado no descartó que el móvil de la muerte haya sido
el robo. Pudo haber sido un intento de robo que degeneró
en otra cosa, aunque es muy difícil saberlo, señaló.
Un par de llamadas realizados en los últimos días desde
el celular de María Fabiana e interceptadas por la división
Delitos Complejos de la Policía Federal fueron la clave para apresar
a los sospechosos, que ayer declararon ante el juez. En poder del primero
de los detenidos estaba elteléfono de la mujer. Los otros dos fueron
apresados en la madrugada de ayer, uno en un allanamiento en la Boca y
otro en la villa Carlos Gardel, de la localidad de San Martín.
El juez espera los resultados genéticos de cabellos encontrados
en el sótano donde fue hallada la mujer y de restos de piel encontrados
debajo de sus uñas, para ver si pertenecen a los detenidos.
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